Llegando a Osaka, el motor económico del Kansai.
Situada a apenas 50 km. de Kyoto la ciudad de Osaka es la tercera más grande de Japón y el motor económico de la región de Kansai. A pesar de ser conocida por el espíritu vitalista y extrovertido de sus habitantes no figura en los planes de viaje de la gran mayoría de viajeros que llegan a Japón. Aquí te cuento lo que puedes ver en un día de alocadas visitas.
Porque realmente merece la pena dedicar, por lo menos un día, para recorrer los puntos más señalados de Osaka. Actualmente muchos de los vuelos internacionales a Japón llegan al aeropuerto internacional de Kansai, un gigantesco aeródromo construido sobre una isla artificial. Y es desde la misma estación de tren del aeropuerto desde donde se distribuye el tráfico de pasajeros al resto del país vía terrestre.
- Aquí puedes encontrar las mejores ofertas de vuelos a OSAKA o cualquier otro destino en Japón
Ya sea desde el mismo aeropuerto o desde la cercana Kioto, no dudéis en acercaros a una Osaka que bulle de actividad durante el día y la noche. La verdad es que una visita rápida no da para mucho en esta ciudad plagada de centros comerciales, buenos restaurantes y con una pujante actividad comercial centrada en su puerto. Aunque no es mala idea tomar Osaka como base de operaciones para visitar la región, personalmente prefiero Kioto. Y desde allí viajar a Osaka para pasar una intensa jornada llena de historia, vida urbana, gastronomía y neones, muchos neones.
- Si te resulta complicado manejarte en japonés, no tienes el Rail Pass o sencillamente no quieres complicarte la vida, puedes contratar alguna de las excursiones organizadas desde Osaka a lugares cercanos de máximo interés. Las excursiones incluyen traslados, guía y visitas a Kioto, Nara, Hiroshima y Miyayima o Himeji desde Osaka.
.
Llegamos a Osaka ¿y ahora qué?
Osaka es una ciudad de considerables dimensiones que se divide en varias zonas según su orientación geográfica. Las zonas más interesante para nosotros son las de Umeda al norte que comprende los alrededores de la Osaka Station y el área comercial adyacente; la zona central donde está el Castillo. Y ya en el sur los distritos de Minami y Namba, consideradas como el corazón de la ciudad con barrios repletos de enormes centros comerciales, restaurantes y de locales de diversión, sobre todo en la zona de Dotombori y sus alrededores.
Para moverse por Osaka el metro es el medio de transporte más cómodo pues la mayoría de las indicaciones están en inglés. La línea roja o Midosuji Line es la más interesante para el visitante ya que enlaza los principales puntos de trasbordo en la ciudad. Comprar el abono diario nos evitará ir comprando los billetes aquí y allá y además sirve para los autobuses. De todas formas es conveniente venir con el viaje bien preparado para no perder tiempo y acabar desesperados en cualquier andén sin saber a dónde ir. Porque Osaka es mucha Osaka.
.
La zona norte: Osaka-Umeda
Esta zona está marcada por la influencia que las enormes estaciones de tren de Osaka y de metro de Umeda Station ejercen en sus alrededores. La estación central de Osaka es una enormidad. En realidad son dos estaciones de tren en superficie y otras cuatro subterráneas donde nos perderemos lo queramos o no. Es inevitable, así que ánimo. La gente es muy maja y te ayudará a encontrar la salida. Alrededor de la estación nos volveremos a perder entre grandes centros comerciales como el Hankyu y el Daimaru. O el HEP con su noria roja emergiendo del tejado y los grandes hoteles de cadenas internacionales. El ambiente está marcado por una actividad frenética con miles y miles de personas moviéndose. Es como una marea organizada por las calles, las pasarelas elevadas y los centros comerciales.
Aquí se encuentra el paraíso para los amantes de los últimos inventos tecnológicos: el Yodobashi Camera Umeda, filial de la tienda tokiota especializada en cámaras y artilugios electrónicos de última hornada. Si buscas lo último en juguetitos este es vuestro sitio. Y si ir de compras os da hambre en el último piso encontrareis restaurantes con vistas panorámicas. Si las vistas no os satisfacen siempre podéis acercaros al Umeda Sky Building al norte de la estación de Osaka y al lado del hotel Westin. Es un rascacielos formado por dos torres de 40 plantas unidas por una plataforma con un gran agujero central que tiene un observatorio ajardinado a 173 m. de altura. Un lugar para los amantes de las alturas sin nada más que señalar aparte de la hermosa vista de la ciudad cuando atardece mientras la ciudad se ilumina a tus pies.
Ya por la noche si queremos un poco de ambiente canalla tendremos que acercarnos al distrito de Kitashinchi al sur de la estación. Es una zona que sólo empieza a animarse a partir de las 6 de la tarde. Está plagada de restaurantes, bares y locales de copas.Aquí podréis terminar rodeados de japoneses vocingleros y borrachos cantando en karaokes hasta altas horas de la madrugada..
.
El Castillo de Osaka
La forma más rápida para llegar al Castillo de Osaka desde el centro es tomando la Loop Line de la JR con parada tras unos 15 mn. de viaje en la estación de Osaka-jo koen. Al salir nos encontraremos con que el castillo está rodeado por un gran parque y una alta muralla de grandes bloques de piedra gris-azulado. Además todo el recinto defensivo queda delimitado por un gran foso lleno de agua. Su estructura de color blanco y tejados de un color verde cobrizo con decoraciones y figuras de un brillante dorado lo hace visible desde muchos puntos de los alrededores. Si os perdéis podéis seguir las inconfundibles tapas de alcantarilla.
Si hay algún lugar que no se debe obviar en una visita a Osaka es esta. El Castillo de Osaka fue construido por el poderoso señor feudal Toyotomi Hideyoshi hacia 1580 que intentó convertirlo en la mayor fortaleza de todo el Japón. Tras muchos años de guerras civiles y luchas intestinas entre los distintos shogunatos del Japón, Hideyoshi quiso convertir al castillo de Osaka en el símbolo material bajo el cual unificar los distintos daimios japoneses bajo su mandato. Pero tras su muerte su heredero se enfrentó a las tropas del que sí sería el unificador del Japón, el shogun Tokugawa Ieyasu, que destruyó el castillo tras una cruenta batalla. Poco después fue reconstruido. Y nuevamente destruido por un rayo que lo incendió hasta los cimientos en 1665 ya que estaba enteramente construido en madera. Nuevamente reconstruido fue el último reducto de los defensores del Shogunato como forma de gobierno frente a los reformistas imperiales que iniciaron la Restauración Meiji en 1868. Por eso tras tantos avatares, destrucción y reconstrucciones no dejan de sorprender imágenes como estas que parecen llegadas del pasado, pero que también son presente. Así es Japón.
Por lo tanto es necesario tener presente que el castillo que visitamos es una reconstrucción de 1931 mejorada en 1997. Y aún así más pequeña en tamaño que el castillo original. Es una advertencia para evitar desilusiones. La mayoría de los castillos japoneses tienen una estampa magnífica en la lejanía, pero decepcionan cuando se visitan por dentro. Aún así las imponentes fortificaciones que rodean el castillo construidas con enormes bloques de piedra, algunas de casi 100 toneladas de peso, os dejarán boquiabiertos.
Como digo la estampa desde el exterior es impresionante, pero su interior no lo es tanto. Para acceder a su interior hay que pagar la entrada. Ya dentro del Castillo se puede visitar un pequeño museo que relata su accidentada historia. También podemos ir asomándonos por las ventanas de sus ocho pisos para observar mejor los detalles y filigranas de tejas, pináculos, desagües y demás detalles constructivos. Por último se sube hasta la plataforma de observación situada en lo más alto de sus ocho pisos. Desde los 40 m. podrás disfrutar de unas vistas magníficas de la ciudad extendiéndose hasta donde alcanza la vista.
.
Hacia el Sur de Osaka: Shinsekai
Tras esta mañana frenética se acerca la hora de comer. Por lo tanto es hora de moverse hasta una de las zonas más curiosas de Osaka: Shinsekai. La forma más fácil de llegar hasta aquí es bajándose en la estación Shin-Imamiya Station de la JR Loop Line. En metro las estaciones más cercanas son las de Dobutsuen-mae de las líneas Midosuji y Sakaisuji o en la Ebisucho Station de la línea Sakaisuji.
Entrar en Shinsekai es hacerlo en uno de los barrios con más carácter de Osaka, aunque está considerado peligroso según los estándares japoneses sobre todo por la noche. De día es un lugar ideal para pasear o venir a comer. También para curiosear entre locales llenos de extrañas decoraciones e interiores abarrotados de quién sabe qué. Aquí verás cómo se entretienen muchos japoneses en locales llenos de juegos de mesa donde se fuma y se bebe como antaño. La impresión es que Shinsekai es la viva imagen de un Japón que parece atemporal, como ubicado en tierra de nadie. Entre una modernidad que no llegó y un pasado del que todavía quedan muchos retazos.
Shinsekai está presido por la gran torre Tsutenkaku que en japonés quiere decir «Nuevo Mundo». Sus 103 metros de altura son omnipresentes y con el tiempo se ha convertido en uno de los símbolos de Osaka. Esta torre se construyó en 1912 para albergar un pequeño parque de atracciones. Por entonces tenía la mitad del tamaño actual pero se incendió en 1943. Entonces la torre fue desmantela ya que servía de punto de referencia a los bombarderos norteamericanos en sus ataques aéreos sobre Japón.
Acabada la guerra y ante la añoranza por la vieja torre, se construyó esta réplica. Hoy sirve de reclamo publicitario para la marca de electrónica Hitachi y sus neones luminosos se ven desde km. de distancia. Se intentó así recuperar el antiguo esplendor y la idea de progreso que se quería dar a la zona. Pero curiosamente a pesar de los años, las reformas y la afluencia de visitantes, Shinsekai todavía arrastra esa mala fama de lugar un tanto decadente. Quizás sea por la abundancia de salones de juego. O por sus cines porno ya casi inexistentes en el resto de Japón.
Otra de las curiosidades de la torre Tsutenkaku es que se puede saber qué tiempo va a hacer observando las luces de colores de la parte más alta. Durante mi visita las luces eran blancas y eso significaba buen tiempo y cielos despejados. Por eso las calles estaban llenas de japoneses y turistas paseando entre las famosas estatuas doradas de Billiken con su cara de niño pícaro y regordete. O entrando a curiosear en las ruidosas salas de Pachinko, esas maquinitas tragabolas de acero de inexplicable funcionamiento a las que son adictos muchos japoneses.
En sus restaurantes el plato estrella es el kushikatsu o kushiage. Es un plato a base de piezas de cerdo, mariscos, pollo o verduras sazonadas, empanadas en huevo y harina y fritas que se sirven ensartadas en un palito como un pincho moruno. Las piezas así preparadas se mojan en unos recipientes llenos de salsa tonkatsu y se comen directamente del palito. Grupos de amigos y familias enteras vienen hasta Shinsekai para disfrutar de esta especialidad servida por casi todos los restaurantes del barrio. Aunque a mediodía hay mucha animación no se puede comparar con las multitudes que llenan los restaurantes al atardecer. Es el momento en el que las luces de los neones y los farolillos de papel iluminan las calles de este barrio tan particular.
.
Diversión y últimas tendencias en Minami-Namba
El área que rodea la estación de Namba está considerada como la de mayor actividad comercial de la ciudad. Además de tener reconocida fama como el distrito de la diversión nocturna del sur de Osaka. En zonas como Amerikamura las compras y la diversión van de la mano en una especie de copia del barrio de Harajuku en Tokio. Las últimas tendencias de la cultura manga japonesa impregnan la moda. también las tiendas, los locales, los cafés y en general el ambiente que se respira en las calles. Aquí tampoco faltan los Maid Café. Esos locales donde las camareras, vestidas de colegialas o de doncellas, se dirigen a los clientes con insoportables grititos infantiles o les cantan canciones de moda. Tomar fotos o grabar vídeos está prohibido en estos locales.
Es una zona para pasear, curiosear y asombrarse de las tendencias más originales y estrambóticas de las factorías de la moda niponas. Últimamente este ambiente se está extendiendo también a la zona de Nipponbashi que era el paraíso de las tiendas de electrónica al estilo de Akihabara en Tokio. El caso es que una zona llamada Den Den Town se ha convertido en el paraíso del movimiento otaku de Osaka.
La mayoría de locales y tiendas están dedicadas al mundo del manga y todo lo que conlleva –moda, películas, productos de merchandising-. Este es el mundo del anime, el hentai, los comics y los locales de chats y videojuegos entre otras muchas cosas de este mundillo tan particular. Te puedes encontrar con figuras gigantes de Mazinger Z a la puerta de un gran almacén. O con tiendas cubiertas de estanterías repletas con figuritas de los comics, mangas y series animadas más populares.
.
Y por la noche, nos vemos en Dotonbori
Atardece y es el momento perfecto para ir a pasear por la calle Dotonbori, su canal y las calles aledañas. Aquí todo rebosa de gente, de tiendas, comercios, clubes nocturnos, bares, locales de ocio, restaurantes y karaokes. Al anochecer todo se ilumina en un derroche inigualable de luces y neones que convierte a esta zona en otra de las visitas obligadas en Osaka. Si queréis ver algo parecido al decadente Los Angeles de la película Blade Runner, Dotonbori es el decorado más parecido. Pero real.
Aquí se encuentra el mayor surtido de restaurantes de la ciudad. Además de una gran cantidad de locales de copas, bares y karaokes donde cantar en japonés y beber sin parar. Si queréis fiesta a la japonesa, y con un poco de suerte terminarla en alguno de los numerosos «love hotels» temáticos de la zona, este es vuestro lugar. También veréis muchos locales con grandes carteles donde se anuncian muchos chicos de extraños peinados. Otros con chicas regordetas, etc. Son lugares pensados para chicas o chicos solitarios que sólo buscan compañía y charlar con alguien que les haga sentir bien por un precio pactado y sin otro tipo de complicaciones. Una curiosidad más de la extraña sociedad japonesa.
A Dotonbori también se viene a comer. Entre las especialidades culinarias hay que destacar los takoyaki, unas bolas hechas a base de una masa que esconde un trozo de pulpo en su interior. Hay puestos de takoyaki por todas partes que se preparan en unos moldes redondeados y se sirven al momento bien calentitos. La verdad es que están buenísimos y una vez que los pruebas, ya no se puede parar. Muy, pero que muy recomendables.
También encontraréis muchos restaurantes donde se sirve otra especialidad de la región, el okonomiyaki. Este plato consiste una masa preparada a base de diferentes harinas, agua y huevo. Luego se le añade gambas, carne, verduras, mochi y queso. Se prepara todo a la plancha y se termina recubriendo de salsa okonomiyaki, mayonesa, algas nori y virutas de atún desecado llamadas katsuobushi. El resultado es un plato inolvidable que es de lo mejorcito que podéis comer en Japón.
Entre el festival de carteles luminosos y neones os encontraréis en algunas fachadas con unos gigantescos cangrejos mecánicos de color rojo moviendo frenéticamente sus patas. Son el símbolo de una conocida cadena de restaurantes llamada Kani Doraku especializados en… sí, lo habéis adivinado: cangrejo. Aquí el menú es a base de sopa de cangrejo, croquetas de cangrejo, ensalada de cangrejo, cangrejo servido de múltiples formas, etc. El más grande de estos restaurantes lo encontraréis en el 162 de la calle Dotonbori con un enorme cangrejo agitando pinzas y patas a su entrada. No tiene pérdida.
Pero quizás la imagen más reconocible de Dotonbori sea la de sus anuncios de neones reflejados en el agua del canal. El más conocido es el de los dulces Glico con su corredor victorioso que recientemente ha cambiado sus neones por leds. Este cartel que lleva luciendo desde 1935 es otro de los símbolos más reconocibles de la ciudad.
Si en vez de la juerga nocturna os apetece un poco de cultura, por aquí está el National Bunraku Theatre. Se le considera el más prestigioso del país en el arte del Bunraku. Es un teatro similar al kabuki pero hecho con grandes marionetas de un metro de alto y acompañado de música tradicional japonesa. Cuando no está programada alguna obra de bunraku, está de teatro noh, incomprensible para el occidental, o de kabuki. Hay audífonos donde te explican las obras en inglés, pero seguirás sin enterarte de nada.
Si lo que os apetece es caminar sin prisa por un distrito parecido al de Pontocho en Kioto, la zona de Hozenji Yokocho es la más recomendable. El pequeño templo de Hozenji es un lugar curioso. Devotos y comerciantes se acercan hasta aquí para esparcir agua sobre un buda para pedirle suerte en sus negocios. El caso es que de tanto regarlo al buda le ha ido creciendo musgo hasta dejarlo totalmente cubierto de una verde capa vegetal. Después de regar al pobre buda y pedirle vuestros deseos podéis pasear por las callejuelas del barrio donde no falta la presencia de restaurantes japoneses de estilo tradicional.
Para aquellos que tengan más tiempo voy a mencionar uno más de los símbolos de la ciudad: el Acuario de Osaka más conocido como Kaiyukan. Está considerado uno de los mejores de Japón ya que conserva algunos de los peces del Pacífico que todavía no se han comido los japoneses repartidos en varios ecosistemas marinos. Su principal atracción es un enorme tiburón ballena que da vueltas en el gran tanque central. Es la única ballena que no puede ser capturada por la flota ballenera japonesa con “fines científicos”.
.
Información práctica:
– Si llegáis al aeropuerto de Kansai no os olvidéis de pasar por la oficina de la Japan Rail para cambiar vuestros justificantes de compra del Japan Railpass (JR) por la tarjeta correspondiente. Allí deberéis indicar a partir de qué fecha queréis que vuestro JR pass esté activo. Este pase sólo se puede adquirir desde fuera de Japón y es válido para una, dos o tres semanas. Si os vais a quedar unos días en Osaka o Kyoto os interesa activarla sólo cuando comencéis a moveros de verdad por el país.
– Desde el aeropuerto al centro de Osaka podéis comprar billete para cualquier tren de la Japan Railways como el Kansai Airport Rapid Service. En 65 minutos te dejará en la estación central de Shin-Osaka. O el Airport Express Haruka ideal para llegar a la zona de Tennoji en unos 30 minutos. Según compréis el asiento sin o con reserva el precio puede oscilar entre 2.000 y 3.000 Yenes, entre 15 y 22€.
– Si viajáis a Osaka desde Kioto es mejor hacerlo en un tren regular de la JR que os conducirá directamente a la Osaka Station en pleno corazón de la ciudad. Y no en el Shinkansen cuya estación, la de Shin-Osaka queda más a desmano.
– La entrada al Castillo de Osaka se puede comprar allí mismo por 600 yenes y su horario es de 9:00 am a 5:00 pm.
– Si vas a visitar Japón y necesitas de alguien que te ayude a planificar tu viaje y te guíe por el país sin que tengas que preocuparte de nada, te aconsejo que contrates los servicios de «Viajar por Asia«. Sin duda conocerás Japón de una forma que ni te lo imaginabas.
Para finalizar recuerda que antes de viajar a Japón es más que recomendable tener el Seguro de Viajes con las mejores coberturas. Te ahorrarás preocupaciones y muchos problemas. Contrátalo directamente desde aquí y tendrás un 5% de descuento.
.
Artículos relacionados:
Un recorrido por Kioto y sus visitas imprescindibles
Descubriendo el Kioto más tradicional en Higashiyama
Asakusa, un viaje a ese Tokio de otra época que todos buscamos
Viajar al Japón friki, diferente y extravagante que quieres conocer
El Japón friki que has soñado existe. Y convive con el Japón tradicional
Entre bosques de bambú, maikos y templos en Arashiyama
Miyajima, un paseo entre puertas torii, ciervos, santuarios y estatuas jizo
Dejar un comentario