El Valle Sagrado: estrujando a la gallina de los huevos de oro.
El antiguo Valle Sagrado de los incas es un mundo en sí mismo. La fusión y el mestizaje de lo inca con lo español alcanza aquí una de sus máximas expresiones. Los pueblos coloniales se levantan junto a las ruinas incas. Y en las ceremonias populares se mezcla dos cosmovisiones que crean una nueva realidad deslumbrante de color y vida.
Su atractivo paisajístico, cultural e histórico además de su cercanía a la ciudad de Cuzco y a las ruinas de Machu Picchu, han convertido al Valle Sagrado en uno de los destinos más turísticos del Perú. Con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. Pero de esto hablaré más adelante.
Aunque el Valle Sagrado estuvo habitado por otros pueblos pre-incaicos, los incas lo convirtieron en su principal lugar de producción agrícola durante el S.XV. Verás que todavía hoy en las tierras cultivables del valle el maíz sigue siendo el cultivo más apreciado. Los incas aterrazaron laderas de montañas, levantaron santuarios y construyeron pueblos y fortalezas defensivas. Muchas de estos lugares son los que se visitan a lo largo del recorrido por el valle. Como la mayoría de las ruinas arqueológicas son de pago te aconsejo adquirir previamente en Cuzco el Boleto Turístico. Te cuento qué es el Boleto Turístico de Cuzco, a qué te da acceso y cómo y dónde adquirirlo en este artículo sobre Cuzco.
El Valle Sagrado está recorrido por el río Vilcanota que más adelante cambia el nombre por el de Urubamba. El mismo que acompaña al tren que hace la ruta entre Cuzco y Ollantaytambo. Además, su altura se encuentra entre los 2.600 y los 3.000 metros con lo que los efectos del soroche o mal de altura casi no se notan. Sin embargo la altitud en Chinchero, Maras y Moray es similar a la de Cuzco.
Las temperaturas se mantienen con pocas variaciones a lo largo del año oscilando de media entre los 10ºC de mínima por las noches y los 25ºC de máxima durante el día. Sin embargo hay que distinguir la temporada de lluvias que va de noviembre a marzo, y la temporada seca de mayo a octubre. Si vais a visitar Machu Picchu tendréis que tenerlo en cuenta ya que en la temporada de lluvias cierran algunos de los accesos. Entre ellos el Camino Inca y temporalmente los que suben al Huayna Picchu o a la Montaña Machu Picchu.
Todo el valle está rodeado de montañas y altos volcanes nevados creando un paisaje idílico que está cambiando aceleradamente. Demasiado. Carreteras, feas construcciones modernas, antenas y demás están trasformando un valle que ha conservado su carácter y personalidad durante siglos. Pero la estocada final puede llegar con el proyecto de los sucesivos gobiernos peruanos de construir un gran aeropuerto internacional en Chinchero. Y digo sucesivos porque las obras las han inaugurado ya varios presidentes, aunque las obras por ahora están paralizadas.
La llegada de 5 millones de viajeros más a un entorno ya saturado de turistas puede provocar efectos indeseados. Cada vez es más frecuente escuchar a personas que no quieren venir al eje Cuzco-Valle Sagrado-Machu Picchu ante las dificultades logísticas para reservar hoteles, trasportes y visitas. Y es que estrujar tanto a la gallina de los huevos de oro puede acabar matándola. Por ahora el Valle Sagrado es así:
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Opciones para recorrer el Valle Sagrado
Desde Cuzco es posible contratar todo tipo de excursiones organizadas que permiten visitar los lugares más conocidos del Valle Sagrado en un día. Hay muchas opciones y combinaciones posibles, pero el precio es similar. Casi todas las agencias incluyen los mismos recorridos incluyendo Pisac, Ollantaytambo, las salinas de Maras, Moray y Chinchero.
- Recuerda que viajar a Perú sin un buen seguro de viajes es una locura. Así que no dejes de contratar tu seguro de viajes con las mejores coberturas aquí mismo. Tendrás un 5% de descuento y te ahorrarás muchas preocupaciones.
Cuzco está repleta de agencias, así que no tendrás problema en encontrar la opción que más te interese. Pero ten en cuenta que si viajas en temporada es conveniente reservar con antelación. Las excursiones más demandadas son:
- Excursión al Valle Sagrado
- Excursión a Moray y las salineras de Maras
- Un día en Machu Picchu desde Cuzco
Otra opción es contratar un taxi particular que te lleve a donde tu quieras, parando el tiempo que tu desees. Es más caro que una excursión organizada, pero tienes más libertad para hacer la visita a tu gusto. Además, si sois varios la visita no sale tan cara. Lo mejor es preguntar en tu hotel por un taxista de confianza y negociar el precio con el conductor.
Si tienes tiempo de sobra hay numerosos colectivos y autobuses que recorren los pueblos del Valle. Sea como sea, personalmente te aconsejo dedicar 2 o 3 días al Valle Sagrado pasando al menos una noche en Ollantaytambo.
Alquilar un auto es otra opción muy interesante si vas a pasar 2 o 3 días recorriendo el Valle Sagrado. Sobre todo si sois varios. En las carreteras hay buena señalización y tendréis la libertad de parar donde y durante el tiempo que os apetezca. En Cuzco encontraréis oficinas para alquilar autos sin problemas.
Un detalle importante a tener en cuenta. Cuando organices tu recorrido por el Valle Sagrado infórmate de cuáles son los días de mercado y dónde se celebran. O si hay alguna festividad o celebración local. Te aseguro que vas a alucinar. Aunque en algunos de los pueblos del valle la gente sigue vistiendo sus ropajes tradicionales, es en los días de fiesta cuando sacan a relucir sus mejores galas. El colorido, imaginación y brillo de muchos de los trajes tradicionales es de lo que no verás en ningún otro lugar. Las fotos que verás más adelante de Chinchero las hice precisamente durante la festividad de la Virgen de la Natividad en el mes de septiembre.
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Pisac y sus terrazas
Aunque Pisac forma parte del Valle Sagrado aconsejo dedicarle un día para visitarlo por separado. Pisac se encuentra sólo a 30 km. de Cuzco y puedes viajar hasta allí en trasporte público. Las combis o furgonetas de trasporte salen de la calle Puputi en Cuzco y te dejarán en la parte moderna de Pisac.
La parte más interesante del pueblo es la zona colonial que rodea la Plaza de Armas. Sobre todo los domingos cuando se organiza aquí uno de los mercados más famosos del Valle. Aunque cualquier otro día también encontrarás puestos de artesanía abiertos con las artesanías típicas de la zona, sobre todo textil.
Para acceder a las ruinas arqueológicas que se encuentran en lo alto de una montaña hay que tomar uno de los taxis que ofrecen este servicio. A no ser que quieras darte la paliza y quieras subir y bajar a pie. Encontrarás los taxis junto al puente metálico que hay en la entrada del pueblo.
Una recomendación: si queréis buena luz para vuestras fotografías id a Pisac a primera hora de la mañana (abre a las 7:00). Yo llegué casi a mediodía con el sol muy alto y la luz era ya muy dura. Por la tarde no da el sol de forma directa y el recinto arqueológico queda en sombras.
Decidle al taxista que os lleve directamente al acceso ubicado en la parte más alta. Desde allí y tras visitar ruinas, podéis ir descendiendo por las laderas hasta alcanzar el acceso inferior. Desde ahí se puede volver caminado al pueblo en una hora o tomar otro taxi de regreso al pueblo. El acceso al recinto arqueológico de Pisac es de pago y está incluido en el famoso Boleto Turístico. Si no lo tienes puedes comprar el boleto de entrada ahí mismo.
Lo primero que salta a la vista y te deja impresionado son sus terrazas de cultivo. Toda la ladera de una montaña ha sido excavada y aterrazada en bancales semicirculares. El complejo está dominado desde lo más alto por las ruinas de una serie de construcciones conformadas por una serie de estructuras residenciales y torres defensivas llamadas pucaras.
Una vez en lo más alto del complejo tendrás otra de esas panorámicas inolvidables. Pero esto no es todo, porque aquí has de mirar con atención. En la parte posterior opuesta a los bancales se abre el cañón de Kitamayo. Y en la ladera que queda a la vista, escondidas entre la vegetación, encontrarás decenas de agujeros excavados en la roca. Son viejas tumbas incas que han sido expoliadas a lo largo de los siglos. Dicen que en algunas todavía es posible ver los restos de esqueletos momificados, pero desde la distancia me fue imposible confirmarlo. Su acceso está prohibido y los vigilantes y guías del recinto están bien atentos para que nadie se acerque.
En Pisac los recorridos están perfectamente señalizado. Pero has de caminar con calma, no sólo por los barrancos y piedras sueltas. También por que las ruinas de Pisac se encuentran a más de 3.300 m. de altura. Por eso te recomiendo empezar desde lo más alto para ir descendiendo hacia el pueblo. Por el camino te encontrarás más terrazas y más ruinas de viejas construcciones incas. Como la zona ceremonial de Intihuatana. En total la visita al recinto arqueológico y el camino de vuelta te puede llevar unas 4 horas. Si además añades la visita al centro de Pisac y los viajes de ida y vuelta a Cuzco comprenderás por qué necesitas casi de un día para conocer Pisac.
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Urubamba
Si viajas desde Pisac a Ollantaytambo pasarás por el pueblo de Lamay donde preparan el mejor cuy al palo de todo el Valle Sagrado. Aquí lo comerás mucho más rico y barato que en Cuzco donde lo preparan bien en muy pocos sitios. Verás que a lo largo de la carretera hay muchos restaurante y puestos de comida con los cuys insertados en un palo. O los venden ya limpios y cocinados para llevártelos.
Tanto si viajas desde Pisac como desde Cuzco, en medio del valle te encontrarás con la ciudad de Urubamba. Esta población es la capital del Valle Sagrado pero carece de cualquier atractivo turístico. Sin embargo su ubicación la ha convertido en un lugar estratégico por el que vas a tener que pasar sí o sí. Aquí hay restaurantes donde paran las agencias que hacen las excursiones de un día. Y hoteles que dan servicio a los turistas que pasan unos días conociendo el valle. Pero para pasar la noche te recomiendo un lugar mucho más interesante: Ollantaytambo.
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Ollantaytambo, una de las puertas al Valle Sagrado
Muchos turistas sólo conocen Ollantaytambo por ser parada obligada del tren que va a Aguas Calientes, la última población desde donde llegar al Machu Picchu. O por formar parte del recorrido de las excursiones que se organizan desde Cuzco para conocer el Valle Sagrado. Pero para mi gusto Ollantaytambo es uno de los pueblos más interesantes del valle Sagrado. Es un pueblo con un encanto muy especial y de los pocos que ha sabido conservar su esencia de antaño. Además de tener unas ruinas incas que están consideradas entre las mejor conservadas del país.
Ollantaytambo está enclavado en un valle rodeado de montañas cuyas laderas fueron excavadas para crear unas empinadas terrazas de cultivo. Además los incas levantaron aquí construcciones de carácter sagrado y militar. Pero todo esto, como llegar y mucho más te lo cuento en el artículo específico que he escrito sobre Ollantaytambo. Y también por qué es la mejor elección para pasar una noche en un recorrido de un par de días por el Valle Sagrado.
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Las salineras de Maras
Las salineras de Maras se encuentran a una media hora de Ollantaytambo, en una desviación de la carretera principal. Es un lugar sorprendente que se puede apreciar en toda su belleza desde las alturas de la carretera cuando estás a punto de llegar. Las salineras de Maras no están incluidas en el Boleto Turístico y tendrás que pagar unos pocos soles para poder entrar al recinto.
Un par de consejos para visitar las salinas. Sólo podrás verla en su esplendor salino, es decir, con su color blanquecino en temporada seca. Durante la época de lluvias el agua disuelve la capa de sal y las salinas se vuelven del color ocre de la tierra. Si es posible visítalas en un día con sol, o con una buena luz del atardecer. A mi me coincidió un día gris y nublado y no pude sacar las mejores tonalidades de este lugar tan escénico.
Las Salinas de Maras aparecen como por arte de magia en una de las laderas de una montaña llamada Qaqawiñay. Desde tiempos inmemoriales las poblaciones locales han aprovechado la existencia de un manantial salino para extraer la sal en una serie de balsas aterrazadas. Con el paso de los siglos este manantial se ha ido canalizando para suministrar agua salada al creciente número de balsas de donde se extrae por evaporación una de las mejores sales del Perú.
Hay que recordar que hace millones de años lo que hoy son los Andes se encontraba bajo el mar. Los movimientos orogénicos de la corteza terrestre y el choque de las placas Americana y la de Nazca provocó que los Andes fueran emergiendo creando grandes lagos de agua salada. Con el paso del tiempo el agua se evaporó y la sal quedó acumulada en depósitos que fueron quedando enterrados. El río que brota en Maras atraviesa uno de estos depósitos de sal arrastrándola disuelta al exterior donde es recolectada desde hace siglos.
Lo que podemos ver hoy es una infinidad de estas balsas o pozas que cubren toda la ladera de la montaña. Su propiedad se reparte entre los habitantes de la localidad que trabajan, extraen y cargan la sal a mano sin maquinaria. Siguen las técnicas ancestrales de sus antepasados para ir recolectando tres diferentes capas. La primera, la flor de sal, es la más fina. La más basta es la que se encuentra más abajo y se suele utilizar para aportar algo de sal a la alimentación del ganado. Podrás comprar las diferentes variedades en los puestos de venta de sal que encontrarás en el recinto.
Se calcula que en Maras hay unas 3.000 pozas para la extracción de sal. Las más antiguas, las más cercanas al manantial, ya existían en la época inca. Hasta hace poco tiempo se podía caminar por las terrazas entre las balsas de sal. Desgraciadamente muchos turistas irrespetuosos tiraban colillas de cigarrillos, botellas, plástico y basura directamente en las balsas. Finalmente, por cuestiones sanitarias y de limpieza, la sociedad cooperativa comunal que explota las salinas decidió cerrar el acceso de los turistas a las balsas. Así que hoy sólo podrás disfrutarlas en la distancia desde los miradores y desde lo alto de la carretera.
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El sitio arqueológico de Moray
La visita a las salinas de Maras y a Moray siempre se hace de forma conjunta dada su cercanía, unos 7 km. La entrada al sitio arqueológico de Moray está incluida en el Boleto Turístico y puedo deciros que resulta un lugar por lo menos curioso.
Moray se encuentra a 3.500 m. de altitud, y aquí encontrarás una serie de terrazas de cultivo circulares levantadas sobre muretes de contención. Lo curioso es se han trabajado en hondonadas creando el efecto de estar ante un anfiteatro con curiosos añadidos semicirculares. Personalmente me parecieron diseños parecidos a los que se ven en alguna película de ciencia-ficción.
Parece ser que estas terrazas a diferentes alturas fueron una especie de laboratorio agrícola. Los incas plantaban especies cultivables, sobre todo maíz y patata, a diferentes alturas y orientaciones para ver si se desarrollaban mejor a una determinada altura e irradiación solar. Y según los resultados obtenidos, trasladaban su experiencia a las zonas de cultivo del Tahuantinsuyu.
A efectos fotográficos os aconsejo visitar Moray por la mañana porque por la tarde las sombras de las laderas cercanas caen sobre las terrazas. Fue lo que me pasó a mí. En época seca las andenerías están recubiertas del color ocre de la una hierba seca, pero en época de lluvias toda la zona se vuelve verde. Es un lugar que se ve en unos 45 minutos, pero que sinceramente, tampoco es lo mejor del Valle Sagrado.
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Chinchero en fiestas
Este es el último pueblo que se suele visitar en las excursiones organizadas por el Valle Sagrado. Desde la carretera no parece gran cosa, pero Chinchero fue uno de los lugares que más me sorprendió de mi viaje por esta zona. En realidad, creo que merece una visita aparte. Sobre todo si piensas venir en domingo que es cuando se celebra su mercado. O si vienes durante alguna de sus festividades.
Mi visita coincidió con las fiestas de la Natividad a comienzos de septiembre. Sólo puedo decir que fue toda una experiencia que recomiendo a cualquiera que viaje a Perú. Por eso he escrito un artículo específico para enseñarte cómo es Chinchero en fiestas. Y también para hablarte de la controversia sobre el nuevo aeropuerto internacional que el gobierno de Perú quiere construir aquí mismo.
Si al final se construye, el Valle Sagrado dejaría de ser para siempre un lugar mágico cargado de historias y de Historia. Un espacio único que ha mantenido su esencia durante siglos y que puede desaparecer para siempre devorado por el afán de lucro del gobierno peruano.
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