Ta Prohm o como sentirte un explorador de otros tiempos.
Ta Prohm es el templo con una atmósfera más especial de Angkor. El abrazo de la selva ha convertido a este lugar en uno de los más icónicos de Camboya. Sus torres desmoronadas y sus muros aprisionados por las gigantescas raíces de los árboles crean un ambiente único que te hará sentir como un explorador de otra época.
Ta Prohm es una visita obligada para todo aquel que se acerque a conocer los templos de Angkor. Caminar entre sus estrechos y sombríos corredores es toda una experiencia de descubrimiento. Y la sorpresa en forma de esculturas de apsaras, guerreros y seres mitológicos aparece cada vez que te asomas a una ventana, al arco de piedra de una puerta o te pierdes en sus patios interiores.
Aunque actualmente se encuentra casi liberado del abrazo selvático, Ta Prohm es lo más cercano que veremos a lo que se encontraron los primeros exploradores europeos. La combinación de construcciones grisáceas derruidas y de raíces casi carnosas envolviendo las piedras cubiertas de musgos provocan todo un cúmulo de sensaciones.
Estas raíces estranguladoras han terminado por convertirse en el propio soporte de muchas estructuras. Algunas de las más impresionantes se encuentran en el interior mismo de los pabellones y patios. Son tan grandes que resulta muy difícil fotografiarlas enteras, y en muchos casos sirven de fondo para fotografiarse entre ellas.
Visitando lugares como este me pregunto qué sintieron aquellos aventureros al adentrarse en este lugar. O el asombro de esos hombres al descubrir las gigantescas estructuras del templo de Angkor Wat e imaginar el poder del imperio Khmer que levantó el que quizás sea el conjunto de templos más grande del mundo.
Es un lugar tan escénico que ha servido de decorado para algunas películas. Por eso a Ta Prohm se le conoce también como el “Templo de Tomb Raider”. Pero más allá de esto, Ta Prohm nos habla como tantos otros lugares, como las ruinas mayas de Tikal, Cobá o Palenque, de la fuerza de la Naturaleza recuperando lo que los hombres ocuparon alguna vez.
La Naturaleza es coprotagonista y parte fundamental de toda visita a Ta Prohm. Es cierto que tras los trabajos de conservación y restauración sólo se han dejado los árboles más grandes que crecen directamente sobre las viejas edificaciones. Los de mayor porte son las ceibas, seguidos de los ficus que son sus raíces parecen estrangular las estructuras levantadas hace casi 900 años.
Después de ser abandonado en el S.XV, la selva se adentró entre sus piedras. Hoy muchos de sus muros aparecen derruidos, sus pasillos bloqueados por los derrumbes y sus esculturas y bajorrelieves cubiertos de líquenes y musgos. Aquí y allá aparecen gigantescas raíces y plantas trepadoras.
Y todo el conjunto se mantiene bajo la sombra de los enormes árboles cuyos troncos se elevan rectos hacia el cielo como ciclópeas columnas. Los juegos de luces y sombras, la humedad, el calor y la belleza de las numerosas esculturas y bajorelieves que parecen recién esculpidos, otorgan un aire único y misterioso a Ta Prohm.
Las inscripciones conmemorativas de su fundación halladas en Ta Prohm nos hablan del esplendor y la riqueza de este templo budista construido a finales del S.XII. Un templo inicialmente conocido como Rajavihara (Monasterio del Rey). Su mantenimiento requirió el trabajo de 80.000 personas de las cuales 12.000 vivían dentro del recinto del templo, además de 2.700 funcionarios. La idea inicial del monarca Khmer Jayavarman VII fue levantar uno de los mayores templos de Angkor dedicado a la memoria de su madre. Aquí se rindió culto a casi 300 deidades budistas, aunque más tarde el Rajavihara se convirtió en un templo hinduista.
El mejor momento para visitar Ta Prohm es por la mañana temprano cuando hay menos gente. El silencio, sólo roto por el canto de los pájaros, y el frescor de la mañana recrean mejor el ambiente único de este lugar. Aunque la zona visitable no es muy grande en comparación con otros templos de Angkor, la visita de Ta Prohm te llevará entre 2 y 3 horas. Sobre todo si quieres disfrutar de sus rincones especiales y de tantos lugares escénicos. A veces te sentirás un poco perdido en sus pasillos que se abren a patios que se abren a otros pasillos y así sucesivamente. Os aseguro que esa sensación de caminar por un olvidado laberinto forma parte de su encanto.
Información práctica:
– Ta Trohm abre a las 7: 30 de la mañana y cierra a las 5: 30 de la tarde.
– Ta Prohm se encuentra ubicado a unos dos kilómetros al noreste de Angkor Wat y a un kilómetro al este de Angkor Thom, en la zona sur de East Baray. Y está incluido en lo que se llama la Ruta Corta (de color rojo en los mapas) de las visitas a Angkor.
– Su visita está incluida en la entrada general a Angkor. Si vas a visitar Angkor, te aconsejo que antes leas mi artículo 10 cosas que has de saber antes de viajar a Angkor. Te ayudará a planificar tu visita.
– Si no te quieres complicar la vida aquí te indico algunas de las excursiones organizadas para visitar Angkor desde Siem Reap:
– Te aconsejo comenzar la visita por la entrada oriental y finalizarla por la puerta occidental. En la entrada verás una gopura semiderruida con los 4 rostros de Lokesvara. Es una puerta ceremonial por la que se accede a muchos de los templos de Angkor como el de Bayon. Una vez dentro del recinto cruzarás por la “Sala de las Bailarinas” para adentrarte en la estructura principal del templo. Aunque a veces te sentirás perdido, es fácil volver a retomar la ruta que lleva hasta la salida.
– Camboya es un país con una estructura sanitaria que dista de ser maravillosa. Por eso no has de dudar a la hora de contratar un buen Seguro de Viajes con las mejores coberturas. Un buen Seguro de Viajes te puede ahorrar preocupaciones y resolver muchos problemas. Personalmente te recomiendo MONDO. Es que utilizo siempre en mis viajes. Además si lo contratas directamente desde aquí tendrás un 5% de descuento.
– Debido a la fragilidad y el equilibrio inestable de muchas de sus construcciones, te aconsejo no salir de las rutas marcadas. Antes se podía caminar libremente por muchas de las galerías, pero su estado ha aconsejado cerrarlas al público por seguridad. Y por el propio mantenimiento del lugar.
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