La Reunión y sus imprescindibles.
Hay tantas cosas que ver y hacer en La Reunión que resulta difícil hacer un resumen. Siempre se va a quedar algún lugar maravilloso por conocer. Sin ninguna duda, la geografía de la isla va a marcar tu viaje. Así que, para empezar, te recomiendo que repartas tu estancia entre diferentes zonas para evitar minimizar los desplazamientos y perder tiempo. Además, conocerás más a fondo los lugares que vas a visitar.
En el primer artículo dedicado a la isla de La Reunión te conté un poco de su historia y del origen diverso de sus habitantes. También te di consejos sobre cómo viajar hasta aquí, o la mejor época para disfrutar de sus paisajes y de su Naturaleza. También sobre cómo moverte por la geografía tan particular de esta isla, o si merece la pena o no hacer un vuelo en helicóptero (ya te digo que sí).
En este segundo artículo te voy a detallar algunos de los lugares que no te puedes perder en una viaje a La Reunión. Aunque ya te digo que hay muchos más. He decidido repartirlos según su distribución geográfica para que los ubiques más fácilmente.
El norte de La reunión y Saint-Denis
Esta es la parte menos turística de la isla y por eso la he dejado para el final. Está ocupada en gran parte por su capital, Saint-Denis, que conserva algunas viejas mansiones criollas de la época dorada del cultivo de la caña de azúcar concentradas sobre todo en el centro. La misma maison Carrère donde se enclava la Oficina de Turismo en la Rue de Paris es una de ellas.
Los lugares más señalados de Saint-Denis como el Jardín del Estado, la Catedral o sus antiguas calles salpicadas de coloridas casas criollas, no contribuyen a mejorar la imagen de una ciudad un tanto impersonal. Hacia el oeste, siguiendo la autopista elevada de la nueva ruta delLitoral, se encuentra el Puerto y la zona industrial de La Possession, lugares que no vas a querer visitar.
Pero no te desanimes porque a partir de aquí empieza lo bueno.
El oeste de La Reunión
Las playas y la laguna coralina
Este es el lado más turístico y playero de La Reunión. Si buscas relajarte en playas de aguas trasparentes, hacer kayak, snorkel o submarinismo, hacer avistamiento de ballenas (de mayo a octubre) o disfrutar del ambiente nocturno con fiestas y música a la orilla del mar, este es tu sitio.
La sucesión de playas de aguas cálidas de azul celeste del océano Índico bordean la gran laguna coralina que va desde la turística Saint-Guilles hasta Saint-Leu (no te pierdas su mercadillo de los sábados). Bañarse en esta laguna es como hacerlo en una gigantesca piscina donde nadan los peces tropicales entre corales en recuperación. Porque durante décadas las rocas de coral de estructura caliza fueron extraídas y trituradas para mezclarlas con madera en los hornos de las factorías azucareras.
Las mejores playas son las del Ermitage, La Saline y Saint-Leu. Puedes pasarte horas haciendo snorkel rodeado de peces de colores en unas aguas que no llegan a los dos metros de profundidad. No pases más allá de las boyas amarillas y, por supuesto, no toques los corales, ni incordies a los peces o te lleves conchas marinas. Si lo prefieres, también hay lugares donde puedes alquilar kayaks con el fondo transparente.
Si te gusta el submarinismo, encontrarás diferentes centros de buceo que te llevarán a sumergirte del otro lado de la barrera de coral. Y no importa si eres un principiante o si eres un buceador experimentado. Hay actividades para todos los gustos.
Otra actividad muy popular es el avistamiento de ballenas jorobadas de mayo a noviembre. Desde el puerto deportivo de Saint-Guilles salen excursiones diarias para ver a estos cetáceos conocidos por sus saltos fuera del agua. Durante mi viaje en noviembre, y aunque ya apenas quedaban, las pude ver en la lejanía desde la costa.
TIP.- Muy cerca de Saint-Guilles pregunta a la gente local como llegar al Bassin des Cormorans. Es una sucesión de 3 lagunas formadas por varias cascadas donde podrás darte un refrescante baño rodeado de un paisaje idílico. El acceso no es fácil, pero vale la pena.
TIP.- No te pierdas los atardeceres desde la Pointe au Sel, rodeado de rocas volcánicas y charcas naturales donde antes podrás darte un chapuzón.
Un viaje a La Reunión implica muchas actividades de aventura. Asi que te recomiendo viajar con un Seguro de Viajes que incluya las coberturas más completas para ahorrarte preocupaciones y muchos problemas. Por eso te recomiendo HEYMONDO. Es el que utilizo siempre. Además si lo contratas directamente desde aquí, tendrás un 5% de descuento.
El circo de Mafate
Situado en el osete de La Reunión, el circo de Mafate es sólo accesible a pie o en helicóptero. Precisamente por su aislamiento fue el lugar escogido durante la época colonial por los esclavos prófugos para huir al interior de la isla. En el interior del circo perduran algunas de esas poblaciones donde se mantienen viejas tradiciones y se practica la agricultura de supervivencia. Hay casi una treintena de rutas en el interior del circo de diferentes dificultades que lo convierten en el paraíso de los excursionistas. Así que lo más recomendable es pasar varios días caminado de aldea en aldea (conocidas como les îlets) pasando noche en alguna de sus posadas rurales.
El acceso más sencillo al circo de Mafate se hace en alguno de los 4×4 que se adentran durante unos 10 km. en el interior del valle. Estos vehículos parten de un aparcamiento en La Possession a orillas del Rivière-des-Galets donde podrás dejar tu vehículo. Desde aquí llevan a los excursionistas hasta el comienzo del sendero ubicado en Deux-Bras que conecta los ilets de Aurère, Cayenne, Grand-Place, y de Lataniers. Es la mejor forma de ahorrarse varios km. de caminata bajo el sol a lo largo del río.
TIP.- Debido a la alta demanda de excursionistas durante la temporada alta, es obligatorio reservar tanto el 4×4 para la ida y la vuelta, como los alojamientos en el interior de Mafate antes de lanzarte a realizar una larga caminata.
El mirador del Piton Maido
Pero si no te apetece o no puedes pasarte algunos días caminando por Mafate tengo buenas noticias. Desde las alturas (2205 metros) del mirador del Piton Maido podrás disfrutar de unas impresionantes vistas del circo de Mafate, de sus precipicios y de los pequeños núcleos de población dispersos por el valle.
La mejor forma de llegar al mirador del Piton Maido es partir desde Saint-Paul o desde Saint-Leu. Y ascender por la retorcida carretera entre pequeñas poblaciones dispersas y plantaciones de caña de azúcar hasta el aparcamiento que se encuentra junto al mirador. Todo el mundo me aconsejó subir a primera hora para poder disfrutar de las espléndidas vistas sin las nubes que suelen cubrir Mafate. Y así fue, no encontré nubes. Pero para fotografiar estos paisajes inmensos la mañana es un momento pésimo ya que el sol está enfrente y resulta casi imposible tomar fotografías decentes. Eso sí, las vistas panorámicas son una auténtica barbaridad.
El circo de Cilaos
Es accesible únicamente por una carretera conocida como “la carretera de las 400 curvas”. La verdad es que no las he contado porque los paisajes que se van abriendo tras cada curva son magníficos. Pero sí os confirmo que hay muchísimas, y que hay que conducir con mucho cuidado.
El circo de Cilaos es el más abierto de los tres circos de la Isla de la Reunión. Y es un auténtico paraíso para los amantes de las rutas de senderismo, de la bicicleta de montaña, del barranquismo, rafting, escalada, etc. La mejor forma de hacerse una idea de las grandiosas dimensiones de este circo es subiendo en coche hasta el mirador de la Roche Merveilleuse. Muy cerca del mirador se encuentra el “sendero forestal” por el que podrás caminar pasear entre una retorcida vegetación sub-tropical cubierta de musgos y rocas volcánicas.
Desde aquí podrás tener unas vistas panorámicas en 360º del pueblo de Cilaos. Y de las altas paredes de roca que lo rodean y que se elevan centenares de metros presididas por la cumbre del Piton des Neiges, la más alta del Océano Índico. Si estás en buena forma física, puedes aventurarte a pie hasta su cima en una dura caminata de unos 15 km. Pero si quieres rutas más fáciles, las hay. Una de ellas es la que lleva hasta la cascada del Bassin de Bras Rouge pasando cerca de algunas fuentes termales. Son casi 4 horas de ruta ida y vuelta. Pero hay muchas más, e incluso puedes acceder al vecino circo de Mafate desde Cilaos a través de las montañas .
TIP.- El pueblo de Cilaos, presidido por su blanca iglesia, es el epicentro turístico del circo. Aquí encontrarás numerosas posadas, hoteles y restaurantes donde podrás recargar las pilas tras las largas horas de caminata.
El este de La Reunión
Bienvenidos al paraíso más húmedo, verde y vegetal de La Reunión. Personalmente tengo que deciros que esta es la parte de la isla cuya naturaleza exuberante me dejó más impresionado. Su belleza primigenia me hizo sentir a veces como en una película de Parque Jurásico.
Aquí se encuentran los bosques de bambúes más grandes de la isla, y campos de cultivo del chouchou (chayote en español) cítricos y plátanos. Dominada por el bosque de Bélouve, Salazie también ofrece magníficas cascadas en medio de una exuberante vegetación con mil y un tonos de verde.
Para empezar, te puedo recomendar un baño en la piscina natural formada por la Cascada Niágara, muy cerca de Sainte-Suzanne. No es de las más espectaculares de la isla, pero para darte un chapuzón refrescante no está nada mal siempre que evites los fines de semana. A los habitantes de La Reunión les encanta hacer picnic en plena naturaleza. Verás que por toda la isla hay numerosas zonas verdes donde la gente se reúne en familia o entre amigos para comer y pasar el día en contacto con la Naturaleza. Y es precisamente durante los fines de semana y las vacaciones que todas estas zonas al lado de ríos y cascadas, a la sombra de la vegetación, se llenan de lugareños.
El circo de Salazie y Hellbourg
La única carretera que se adentra en el circo de Salazie está bordeada por una naturaleza majestuosa desbordante de verdes. Entre otras muchas, aquí se encuentran la cascada del Velo de la Novia (Voile de la Mariée). Te recomiendo hacer la caminata que lleva hasta su base. Y también la magnífica cascada Blanca que con sus más de 600 m. de caída está inmersa en un paisaje absolutamente subyugante.
La carretera termina en el pueblo de Hellbourg al pie del Piton d’Anchaing donde se encuentran las casas y los jardines criollos mas bellos de toda la isla. En su momento fue declarado uno de los pueblos más bonitos de Francia. Y con razón, ya que tiene un encanto de otra época (fue un renombrado balneario termal) rodeado de un entorno excepcional.
Hoy las fuentes termales ya no existen, pero si algunas casas de estilo criollo como la Casa del Folio, declarada monumento histórico, que con su decoración te retrotrae a tiempos pasados. O su cementerio, cuyas tumbas siempre están decoradas con plantas y flores de verdad convirtiéndolo en un lugar muy especial.
TIP.- La cocina creole de La Reunión ha recogido las tradiciones gastronómicas de las diferentes comunidades que habitan en la isla. El resultado es una mezcla de influencias francesas, africanas, indias y chinas que sazonadas con especias locales. Las especialidades son la salchicha rougail con arroz blanco, cúrcuma y azafrán. El cary poulet, que es pollo al curry, aunque también se prepara con cerdo, pescado o verduras sazonadas con curry y base de arroz. También las samousas, aquí llamadas bouchons, rellenas de pollo, carne o camarones, los bonbons piment… Si quieres degustar esta auténtica comida criolla en Hellbourg te recomiendo el restaurante Villa Marthe, que además cuenta con una terraza muy agradable.
El valle de Takamaka y sus cascadas
Este lujurioso valle está situado en la parte central de Saint Benoit. De nuevo nos encontramos con unos paisajes verdes y exuberantes salpicados de cascadas que son sencillamente impresionante. Pero llegar hasta aquí no es fácil ya que la carretera termina en la cascada de Takamaka, junto al mirador del mismo nombre.
Al resto del valle sólo se puede acceder a pie a través de un complicado sendero rodeado de una exuberante selva que suele estar embarrado por las constantes lluvias. Es de esos lugares a los que hay que venir bien pertrechados con chubasquero y, sobre todo, unas buenas botas de senderismo.
Anse des Cascades
Sin duda el este de la isla merece la pena dedicarle unos días. Por eso es recomendable quedarse a dormir en alguna casa rural de Sainte-Anne o de Sainte-Rose. Precisamente aquí se encuentra la iglesia de Notre Dame des Laves, rodeada de las coladas volcánicas de la erupción de 1977 que “milagrosamente” apenas la afectaron.
Muy cerca de esta población costera se encuentra Anse des Cascades. Aquí encontraréis una sucesión de cascadas que brotan del interior de los acantilados volcánicos cubiertos de vegetación y que van a dar a un pequeño arroyo que desemboca en el mar. Es un lugar idílico y exuberante con praderas de hierba y bosques de palmeras, con sus barquitas de pescadores junto al muelle que se abre al océano. Sí, este es otro de esos lugares a los que aman venir los habitantes de La Reunión para pasar el día haciendo picnic disfrutando de la belleza que les rodea.
Hacia el sur de La Reunión
La ruta de lavas
Así se conoce a la carretera que bordea la costa en dirección Suroeste. Esta es una de las zonas más sobrecogedoras de la isla con sus acantilados de basalto negro adentrándose en el mar, su vegetación tropical, sus cultivos de plátanos y canela. Y con la sucesión de coladas volcánicas que, descendiendo desde el Piton de la Fournaise, han alcanzado el mar.
Precisamente una de las cosas que más me impresionaron de esta ruta fue comprobar la capacidad que tiene la naturaleza para regenerarse. Tras la gran erupción de 1977 que arrasó parte del sur de la isla, siguió la del 2007 que también llegó hasta el océano Índico. Y luego otras 20 menores, hasta la última acaecida en diciembre de 2021. Pues las coladas más antiguas están ya casi totalmente cubiertas de vegetación tropical. Y en la más reciente las rocas ya están cubiertas de líquenes mientras empiezan a brotar pequeñas plantas entre las grietas de áspera piedra volcánica.
Cap Mechant
Siguiendo la carretera os aconsejo tomar la desviación hacia este lugar que me encantó. Aquí una gran colada de rocas basálticas se adentra en el mar como un dedo que señala hacia el sur. Con el paso del tiempo, sobre la superficie de la colada, se ha formado una especie de tapiz de hierba. Caminar por aquí es como hacerlo sobre una espesa alfombra con vistas al mar y rodeados de extrañas palmeras. Es uno más de esos lugares con un encanto casi mágico donde se enfrentan las poderosas fuerzas del mar y de una isla todavía en formación.
Las cascadas de Langevin
Es el momento de dejar la costa y adentrarse en el interior por la estrecha carretera que corre paralela al río Langevin. Todo el camino es una sucesión de espacios verdes donde se juntan las familias mientras preparan sus comidas para el picnic.
En medio de un paisaje de intensos verdes, llegarás la cascada de Langevin o Grand Galet. Lo sabrás cuando veas el aparcamiento lleno de coches. Te aconsejo dejar el coche bien aparcado y seguir a pie porque a la policía local le encanta venir a recaudar impuestos a base de poner multas.
Siguiendo a pie por la carretera, llegarás a una caída de agua que corre por paredes basálticas cubiertas de vegetación. Un lugar casi escondido entre la vegetación donde te podrás bañar si no te asusta el agua fría. Te aconsejo venir en un día de diario porque los fines de semana se llena de gente.
TIP.- La sucesión de cascadas, pozas y caídas de agua del río Langevin han propiciado el desarrollo de actividades turísticas como el barranquismo. Este es uno de los mejores lugares para practicar este deporte de aventura. Encontrarás las empresas que realizan esta actividad justo al lado de la carretera.
El gran volcán del Piton de la Fournaise
Ha llegado la hora de asomarse al que dicen aquí que es el segundo volcán más grande del mundo, y uno de los más activos. Por algo este es el enclave turístico más visitado de la isla de La Reunión. Es tal la enormidad de la superficie que ocupa en el sur de la isla que la mejor forma de apreciarla es desde el aire en un vuelo en helicóptero.
Por carretera tendrás que llegar al centro de la isla por la N-3, la carretera que cruza la isla de este a oeste. Pero lo mejor es dormir en alguno de los establecimientos que se reparten por las pequeñas poblaciones de La Plaine des Cafres al oeste, o en La Plaine des Palmistes al este. Y despertarse temprano para aprovechar las horas de la mañana para acercarse al volcán y culminar el sendero que lleva al cráter.
Desde la población de Bourg Murat en la Plaine des Cafres, parte la carretera de 25 km. que en ascenso lleva al principal mirador del volcán, el de Bellecombe. Desde aquí, en un día despejado, es posible ver la gran llanura de Fouqué que se extiende hasta el cono volcánico del Piton de la Fournaise. Por el camino tendrás que parar en el mirador de Nez de Boeuf con sus vistas panorámicas sobre Roche Plate y los bosques de la Rivière des Remparts. También en el cráter Commerson, uno de los más grandes de la isla. Y, como no, en el mirador de la Plaine des Sables, la gran planicie cubierta de escorias volcánicas y arenas rojizas que anuncia ya la proximidad del volcán.
Muchos sueñan con llegar al borde mismo del volcán para asomarse al cráter, el Dolomieu, a 2631 m. de altitud. Pero no todos lo consiguen. Ese fue mi caso. La corona de nubes que cubrió el volcán durante los días que intenté visitarlo a pie creaba una espesa niebla. Peligroso, e inútil, adentrarse en la niebla para realizar una de las caminatas más populares de La Reunión. La que partiendo del aparcamiento de Pas de Bellecombe, desciende hacia la llanura del recinto de Fouqué, para terminar con el ascenso al cráter.
Este gigantesco recinto con forma de “U” gigante abierta al Océano Índico que rodea el cráter tiene unos 13 kilómetros de largo y 9 kilómetros de ancho. Esta es la última caldera formada por el volcán, que así queda casi totalmente rodeado por murallas de roca volcánica con alturas que oscilan entre los 100 y los 400 metros.
Fue una pena no haber podido realizar esta caminata, pero la Naturaleza es así. Y lo mejor es tomárselo de forma positiva convirtiendo la adversidad en una excusa más para regresar a La Reunión. Aquí os dejo con esta imagen del cráter del Piton de la Fournaise que pude tomar desde mi viaje en helicóptero.
Bois Court y el Grand Bassin
Si quieres conocer mejor esta zona del centro-sur de la isla te aconsejo acercarte desde La Plaine des Cafres hasta el mirador de Bois Court. De aquí parte el teleférico de carga que suministra las provisiones a las casas del valle, ya que hasta allí abajo no llegan caminos ni carreteras.
De un lado del mirador parte el tortuoso sendero que desciende hacia el Grand Bassin, una gran piscina natural formada por la caída de agua de los riachuelos cercanos. Si tienes tiempo y te encuentras con energías, puedes lanzarte a una caminata de unas 5-6 horas de vertiginoso descenso y un duro ascenso infernal por paisajes de impresión propios del interior de esta isla.
Una vez abajo, la recompensa es un baño en el Grand Bassin. Pero piensa que tienes que volver a subir por donde has bajado. Por eso te recomiendo que si tienes tiempo te quedes a dormir en alguna de las posadas criollas que se encuentran aquí, en el fondo del valle del Bras de La Pleine, y regresar tranquilamente al día siguiente.
Definitivamente sí, la Reunión es “la isla intensa”
No esperaba que La Reunión ofreciera tal variedad natural y riqueza humana en un espacio tan pequeño. Sus circos, valles, volcanes, montañas, bosques y cascadas son todo un regalo que entra por los ojos y por los sentidos. El olor dulzón de la caña de azúcar, de las flores y las especias, el canto de los pájaros y el batir de las olas contra los acantilados basálticos se entremezclan formando un cóctel único de sensaciones.
A esto súmale el color de las frutas tropicales, sus cálidos atardeceres junto al mar, los intensos verdes de su vegetación tropical, las extrañas plantas del Plaine des Palmistes apareciendo entre la niebla… Todo esto y mucho más está ahí para que lo disfrutes, lo admires y lo cuides.
Pero otras veces descubrir los tesoros de esta isla supone una buena dosis de esfuerzo, tesón y sudor. Gran parte de La Reunión sólo se puede recorrer tras largas caminatas. Así que, si no estás en buena forma física o no te gusta caminar, te vas a perder parte de sus rincones más hermosos.
Aun así, La Reunión se adapta a casi todos sus visitantes. Ya quieran relax en la playa, actividades y aventuras en la Naturaleza. O un ambiente único mezcla de culturas, de alegría tropical y del arte de saber disfrutar con tiempo de las cosas sencillas de la vida.
Así que ahora sí, entiendo las intensas razones por las que nadie se quiere ir de aquí.
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