Historias de La Habana.
España, Marruecos, Cuba, España, Cuba.
Pongamos que se llamaba Pedro Fuentes. Se acercó hasta mí en una calle de la Habana Vieja mientras esperaba el autobús frente al Castillo de la Real Fuerza. Más flaco que delgado, encorvado por el peso de los años, doblado por la vejez y con cara de tristeza se me aproximó.