Montaña Machu Picchu, una escalera al cielo.

Desde los 3.061 m. de su cima la montaña Machu Picchu ofrece unos paisajes que cortan la respiración. Y sus más de 1.600 escalones también. Si estás en forma y no encuentras boletos para subir al Huayna Picchu, esta es la alternativa para disfrutar de Machu Picchu desde las alturas.

Machu Picchu: una experiencia personal inolvidable.

Machu Picchu me dejó impactado. Superó todo lo que esperaba. Simplemente porque de verlo tanto en imágenes, reportajes, en TV, en todas partes… pensé que ya no quedaba lugar para la sorpresa. Pero una vez más comprobé que no hay nada como la experiencia personal. Afortunadamente.

Machu Picchu y sus misterios no tan misteriosos.

Machu Picchu es el destino soñado por millones de personas. Y en este caso os confirmo que la realidad supera cualquier expectativa, fotografía, vídeo o reportaje que hayas podido ver. Pero es un viaje que se puede hacer de muchas formas y que resulta algo complicado de organizar.

cuzco-plaza-armas

Del Cuzco inca al Cuzco colonial: la Plaza de Armas.

La Plaza de Armas es el epicentro cultural, religioso, histórico y turístico de Cuzco. Con su arquitectura colonial es una de las plazas más hermosas y armoniosas de América. Por aquí pasarás una y cien veces durante tu estancia, y en cada momento del día te ofrecerá una visión diferente. Es sólo el principio de lo que te espera en esta fascinante ciudad. 

cuzco-`plaza-de-armas

En Cuzco el cielo parece estar más cerca.

Cuzco y el soroche van casi de la mano. Es lo que tiene encontrarse en las estribaciones andinas a casi 3.400 m. sobre el nivel del mar. La antigua capital del imperio Inca, el Tahuantinsuyo, recibe así a los que llegamos desde altitudes más cercanas al nivel del mar. Por eso a Cuzco hay que conocerla despacio.

El esplendor del otoño te espera en el Faedo de Ciñera.

Si hay algo que me ha dejado enamorado del Faedo de Ciñera durante el otoño han sido sus colores. La explosión de tonos rojizos de las hayas y de los verdes intensos de los musgos que cubren las rocas entra por los ojos. Este pequeño bosque de hayas centenarias escondido en las estribaciones leonesas de la Cordillera Cantábrica es una auténtica joya. 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies