Antelope Canyon, paisajes de ensueño en el desierto de Arizona.
Antelope Canyon es un sueño para muchos fotógrafos. Los colores, formas y texturas que la erosión del agua y el implacable paso del tiempo han creado a lo largo de milenios en estos cañones subterráneos, son fantásticos. Pero fotografiar este lugar es todo un reto. Las visitas para los cañones más conocidos están limitadas y las reservas para las mejores horas vuelan con meses de antelación. Por eso aquí te voy a dar otra opción: el Antelope X.
Pocas formaciones geológicas son tan pintorescas e impresionantes como las que se encuentran en Antelope Canyon. Estos cañones de altas paredes y formas sinuosas forman una gigantesca escultura natural de colores ocres, anaranjados y rojizos. Las lluvias torrenciales han ido erosionando durante millones de años la frágil piedra arenisca de este entorno desértico de Arizona. En realidad, el nombre navajo del Antelope Canyon es «Tse ‘bighanilini«, que significa «el lugar donde el agua corre a través de las rocas«.
La erosión a lo largo de millones de años ha creado en la roca texturas y ondulaciones que son todo un espectáculo visual. El sueño de fotógrafos de todo el mundo que llegan hasta aquí buscando los juegos de luz entre las aberturas de las altas paredes de piedra.
Sí, todo esto es muy bonito. Pero la realidad a veces dista mucho de las maravillosas imágenes que podemos encontrar en Internet. No por lo que vas a ver, que es como adentrarse en un increíble paisaje extraterrestre. Si no por las condiciones impuestas para verlos, las limitaciones de visita y la cantidad de gente que te vas a encontrar. Todo ello me impidió disfrutar a gusto de uno de los lugares más alucinantes que he visitado en este viaje por los parques nacionales del Oeste de los Estados Unidos.
Antelope Canyon ¡qué difícil es fotografiarte!
Desde que comencé a planificar mi viaje a los parques nacionales del Oeste americano, tenía muy claro que Antelope Canyon era una parada obligatoria. Sabía que era difícil conseguir reservas para visitarlo al mediodía, hora en la que el sol incide verticalmente sobre los cañones del Upper Antelope. Este es el más conocido, solicitado, deseado y fotografiado de los que había visto recopilando información en diferentes webs y blogs.
Y efectivamente, así fue. Un mes antes de viajar (a finales de noviembre) todo estaba ya reservado. Siempre quedaba la opción de ir al Lower Antelope Canyon, la opción B que maneja todo el que no consigue una entrada para el Upper Antelope. Un cañón de acceso un poco más complicado, y que al parecer no es tan fotogénico como el Upper Canyon. Pero para las fechas de mi viaje todo estaba reservado.
Siempre queda la opción de apuntarse a la lista de espera en alguna de las empresas que organizan las visitas. O una vez allí, la de presentarte durante varios días a sus puertas implorando por alguna plaza libre de última hora. O esperando la cancelación de una reserva en el último momento.
Por otra parte, el otoño no es la mejor época para fotografiar estos cañones. Los famosos haces de luz que descienden por las paredes a mediodía sólo se dan durante el verano, de abril a septiembre. Precisamente cuando el sol se sitúa en la vertical del cielo, algo que no sucede a finales del otoño. Aun así, estaba decidido a conocerlos fuera como fuera.
En Page, a las puertas de la Nación Navajo
Pero antes de nada, has de saber que Antelope Canyon no forma parte de la red de parques nacionales de los Estados Unidos. Por lo tanto, si has adquirido tu Annual Pass para los parques nacionales, has de saber que aquí no te valdrá. Estos cañones se encuentran dentro de la reserva de la Nación Navajo que rodea la pequeña ciudad de Page. Y son ellos, a través de unas pocas empresas de actividades turísticas, las que gestionan el acceso, reserva, cobro y visita a estos cañones.
Desde el Bryce Canyon National Park me llevó apenas 3 horas llegar hasta la pequeña ciudad de Page, ya en el estado de Arizona. En realidad, Page es una población levantada hace sólo unas décadas junto a la presa del lago Powell en el río Colorado. Con los años se ha convertido en el centro de operaciones para visitar las diferentes secciones del Antelope Canyon, además del Horseshoe Bend, el lago Powell y parte de las reservas naturales de Staircase-Escalante y Glen Canyon.
En definitiva: vas a tener que pasar en Page unos días si quieres visitar todo lo que hay por aquí. Sobre todo si ya tienes reserva para ver los cañones de Antelope, ya sea el Upper o el Lower. La verdad es que, una vez conseguida la reserva, todo lo demás es muy fácil. Sólo es necesario acercarse hasta las casetas de acceso y control que no están a más de 15 minutos en coche de Page. Aunque hay alguna agencia en el centro de Page, la mayoría se encuentran en la carretera 98, dentro ya de lo que es la Reserva de la Nación Navajo.
Las diferentes secciones del Antelope Canyon se ha convertido en la gallina de los huevos de oro para los indios navajos que gestionan directamente sus visitas. Y os aseguro que a la gallina la exprimen sin miramientos. Para haceros una idea, la visita de menos de una hora a Upper Antelope a mediodía la cobran a más de 90 dólares. Como aquí los navajos le han puesto precio a la luz solar, la tarifa es más baja a medida que te alejas del horario más solicitado. El caso es sacar el máximo beneficio. Por eso las mejores tarifas se encuentran en enero, cuando la luz es peor y los días son más cortos.
Te dejo aquí la lista de las empresas con las que puedes contactar y conseguir una entrada para visitar alguna de las secciones de Antelope:
Upper Antelope Canyon
- Antelope Canyon Tours, Inc.
- Adventurous Antelope Canyon Tours
- Antelope Slot Canyon Tours
- Antelope Canyon Navajo Tours
Lower Antelope Canyon
Otra cosa que has de tener en cuenta es que te pueden cancelar la visita que llevas meses planificando si hay avisos de lluvia. Y en este caso es por seguridad. Hace unos años murieron 11 turistas cuando les pilló una riada de agua repentina en el Lower Antelope Canyon. Por eso ahora, a la mínima probabilidad de lluvia o tormenta que suelen ser frecuentes aquí entre junio y septiembre, se cancelan las visitas.
En cualquier caso, no olvides que para viajar a los Estados Unidos es imprescindible contar con el respaldo del mejor seguro de viajes. Yo siempre viajo con MONDO que tiene las más amplias coberturas para todo tipo de aventuras y contingencias viajeras. Además, contratando tu seguro desde aquí, obtendrás un 5% de descuento.
Antelope Canyon X, la opción más desconocida
Y ahora, la gran pregunta ¿Qué sucede si no encuentro una plaza para el Upper o el Lower Antelope Canyon? ¿Qué hacer cuando todo está ya reservado, aparte de implorar por una plaza libre de última hora o una reserva cancelada?
Has de saber que cerca de Page hay más cañones como los de Antelope. Pero, o no se pueden visitar porque no están acondicionados, porque su acceso es complicado, o porque sencillamente no atesoran la belleza que sí tienen los de Antelope. Pero hay un par de excepciónes, de cañones poco conocidos y a los que se puede recurrir cuando ya no hay otras opciones: Antelope X, el cañón para los desesperados sin billete, ni plaza, ni reserva. Que además cuesta poco más de 30 dólares.
Y para los más aventureros, Cardiac Canyon. Otro impresionante cañón muy poco visitado porque hay que estar en buena forma para soportar las 6 horas de caminatas, subidas y bajadas por las rocas en pleno desierto de Arizona. Aparte, el costo, es de unos 190 dólares por persona.
No hay mucha información respecto a Antelope X y sólo encontré una empresa, Taadidiin Tours, que gestionara las visitas a este todavía poco conocido cañón. Y como no tenía otra opción, decidí visitarlo sí o sí. Un recorrido de 45 minutos entre las 10 y las 11 de la mañana. Lo que, siendo finales de otoño, equivaldría a las condiciones de luz del mediodía más o menos. Al menos de ésto es de lo que me intentaba convencer intentando superar mi frustración al no poder visitar el Upper Canyon tras haber viajado desde Europa.
¿Merece la pena la visita a Antelope X?
Si has viajado por medio mundo para llegar hasta este rincón perdido de Arizona y no encuentras otra cosa, indudablemente SÍ que vale la pena. Ese fue mi caso. Y cuando no hay más opciones, las decisiones son sencillas. Pero te lo voy a poner más fácil: Antelope X me gustó mucho, mucho. Así que no quiero ni imaginar cómo pueden ser el Upper o el Lower.
Desde la caseta de acceso y control te guiarán hasta un estacionamiento donde has de dejar tu vehículo. Aquí se forman 4 o 5 grupos de unas 10-12 personas cada uno. Y a cada uno de estos grupos se le asigna un/a guía local. Tras la bienvenida y las instrucciones de visita, entre las que se encuentra no grabar en vídeo, hay que descender por una escalinata unos 100m. hasta la entrada del cañón. Aunque tendría que decir cañones, porque las dos secciones visitables están separadas por una especie de valle de unos 200 m. de largo rodeado de rocas erosionadas.
Desde el primer momento que te adentras entre las sombras del primer cañón de ranura, lo haces en un mundo de ensueño. Aquí las rocas adquieren formas carnales, redondeadas, acogedoras, cálidas. Una sensación que se acrecienta por las tonalidades rosáceas, rojizas y anaranjadas de las murallas de piedra entre las que caminamos encajonados. Sí, y en fila de a uno, porque los pasos son realmente estrechos. Mires donde mires, todo son ondulaciones de roca arenisca que cambian de forma y de tonalidad a cada paso que das. Desde el suelo de fina arena, hasta los más de 40 metros de altura de algunas secciones tan altas que la luz del sol apenas consigue entrar.
Pero cuando saco la cámara para ponerme a fotografiar como un poseso, me doy cuenta de las limitaciones existentes para fotografiar un lugar como este.
.- No puedo utilizar trípode, porque en este tipo de excursiones no está permitido. Luego te contaré que hay tours específicamente fotográficos donde sí puedes usarlo.
.- Los intensos contrastes de luz entre las oscuras zonas de sombra y las zonas altas intensamente iluminadas son todo un desafío. Sobre todo cuando no puedes usar un trípode para hacer bracketing con diferentes exposiciones en condiciones. O tomas con más tiempo de exposición en zonas de sombra.
.- Las paredes son tan altas y los espacios tan estrechos que ni con un gran angular se consigue captar las dimensiones de lo que estoy viendo.
.- La estrechez de los lugares de paso, y el hecho de que el recorrido de ida sea el mismo que el de regreso, provoca atascos con el resto de visitantes. Eso hace casi imposible conseguir fotografías sin que aparezca gente haciéndose selfies, niños saltando, o el/la guía por medio.
A pesar de todo esto, estos estrechos cañones son de tal belleza estética que algunas fotos no han quedado mal. O al menos eso me parece. Los que han estado en el Upper o en el Lower podrían decirme que piensan al respecto.
Los tours fotográficos en Antelope
Como comenté antes, la presencia constante de gente y la prohibición de poder usar un trípode son los principales obstáculos para exprimir a gusto tus ansias fotográficas. Por eso te cuento que, por 105 dólares de nada, puedes pasarte 3 horas fotografiando a tu gusto en Antelope X. Con trípode y en una visita exclusiva para amantes de la fotografía de paisaje, que ya sabemos que lleva su tiempo. Y más en lugares como este. Eso sí, se prohíbe tomar fotografías o videos para su uso comercial. Para eso deberás pedir un permiso especial Departamento de Parques y Recreación de la Nación Navajo.
Horseshoe Bend, la herradura de caballo más grandiosa que puedas imaginar
Estar en Page y no ir a conocer el Horseshoe Bend es un delito penado con prisión en Arizona. Y si no lo está, debería estarlo. ¡Vaya enormidad de lugar! Sin duda habrás visto fotografías de este gigantesco meandro del río Colorado en los límites del Glen Canyon National Recreation Area. Pues por muchas imágenes que veas, no puedes hacerte a la idea de la grandeza de este lugar.
El Horseshoe Bend se encuentra a unos 8 km. de Page y es muy fácil de visitar. Hasta hace muy poco, se podía acceder gratuitamente. Pero recientemente han habilitado un estacionamiento para vehículos, y entrar cuesta 10 dólares. Desde aquí apenas hay un km. hasta el borde mismo del gran meandro. Y cuando digo el borde, es así. Sin vallas, ni medidas de seguridad, ni nada que te indique que estás a punto de asomarte a un precipicio de más de 300 m. en caída libre.
Algo que al parecer no le importa absolutamente nada a mucha gente. Están los irresponsables que se sientan en el mismo borde jugándose la vida para hacerse un selfie. Y también esos padres que dejan a sus hijos pequeños correteando al borde del abismo, tropezando y cayéndose a centímetros del abismo. Escenas que me encogían el estómago solo de imaginar las consecuencias.
Por supuesto, me he preguntado cuántas personas habían muerto aquí “accidentalmente”. Según he leído se cree que unas 10, que se sepa. No han sido muchas teniendo en cuenta que cada año 2 millones de personas se asoman a los precipicios del Horseshoe Bend.
Es muy importante saber que no merece la pena madrugar para ver el amanecer en Horseshoe Bend. Te encontrarás el meandro totalmente en sombra ya que tendrás el sol a tu espalda. Y si vienes al atardecer, el sol lo tendrás de frente haciendo complicada la toma de fotografías. A no ser que esperes a que se ponga el sol y esperes que el cielo se tiña de colores. Algo que no sucedió durante mi visita. Por eso si quieres ver el Horseshoe Bend totalmente iluminado, has de venir a partir de las 10 de la mañana. El meandro es de tales dimensiones que no podrás fotografiarlo de una vez si no cuentas con un gran angular.
A pesar de la afluencia de gente, y dadas sus dimensiones, siempre encontrarás un lugar al que asomarte sin que nadie te moleste. Date una vuelta rodeando el borde para tener otros puntos de vista. Y, sobre todo, disfruta de uno de las mayores espectáculos de la Naturaleza que hayas imaginado en tu vida. Un lugar que se ha convertido en símbolo del estado de Arizona.
¿Y qué más hacer en Page?
Page se levanta muy cerca de las orillas del lago Powell, un lago artificial creado al construirse la presa en el río Colorado. El lago en sí mismo es un espectáculo, siempre que haya agua. Durante mi visita y tras varios años de sequía, el nivel del agua estaba tan bajo que la mayoría de los embarcaderos del lago estaban fuera de servicio. Y es una pena, porque cuando hay suficiente agua puedes alquilar una lancha para darte un paseo por el lago a tu aire. O apuntarte a la excursión en barco que te lleva hasta el lugar más cercano al Rainbow Bridge National Monument, un fantástico arco de piedra de roca arenisca que por supuesto, no pude ver.
Otra opción es subirse a un helicóptero para ver el entorno del lago Powell desde el aire. Un paseo que en su opción más básica (164 dólares por persona) te da una vuelta de un cuarto de hora por el lago y llega hasta Horseshoe Bend. Si quieres algo más, tendrás que pagar 250 dólares para un vuelo de 45 minutos y además de lo anterior, llegar hasta Tower Butte (aterrizando en la cima) para disfrutar de las vistas en 360º. Una opción que decidí dejar para una futura visita.
El lago divide las tierras bajo jurisdicción de la Nación Navajo al sur, y las del Grand Staircase Escalante National Monumment y el Glen Canyon National Recreation Area, al norte. Toda esta sección del río Colorado es de una aridez sobrecogedora. Las mesetas y elevaciones de piedra muestran la erosión de millones de años y grandes extensiones de tereno son pura roca, piedra y arena blanquecina. Una arena tan fina que el polvo que se levanta es capaz de introducirse en cualquier resquicio de tu cámara fotográfica, de tu móvil y de tu cuerpo. Son paisajes desolados que aun así, tienen la belleza de lo simple.
Si tienes pensado adentrarte por los caminos del Staircase-Escalante ten en cuenta que vas a necesitar un vehículo 4×4. Y estoy hablando de un verdadero 4×4. Yo alquilé un Ford Explorer y hubo lugares en los que tuve que dar media vuelta. Sea como sea, disfrutar de un atardecer recorriendo estos caminos áridos y desérticos dejando nubes de polvo a tu espalda tiene un encanto muy especial.
La recompensa a unos días tan intensos te espera en Page. Te voy a recomendar dos lugares para cenar. El State 48 Tavern, el típico bar-restaurante americano donde sirven algunas de las hamburguesas más sabrosas que he comido últimamente. Y el mejor y más colorido restaurante mexicano de Page, el Fiesta Mexicana, donde pidas lo que te pidas va a estar “padrísimo”.
Es hora de dejar Page y seguir ruta hacia un lugar de película. Uno de esos sitios que has visto infinidad de veces en el cine o en la TV, y que es todo un símbolo del Oeste americano. Un lugar mítico llamado Monument Valley, y que señala el punto más lejano que voy a alcanzar en este roadtrip por tierras norteamericanas.
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