Descubriendo Bushwick y el arte urbano de sus calles.
Si te gusta el Street Art y estás en Nueva York no puedes dejar de venir hasta Bunswick en Brooklyn. Y si no te gusta también, porque este antiguo barrio de inmigrantes y obrero te va a sorprender. Hay quien dice que el alma de una ciudad puede encontrarse en sus paredes. Y en Bushwick este dicho se convierte en realidad.
No importa a qué ciudad vayas. Encontrarás que en muchas de ellas sus muros se han convertido en el vehículo de expresión artístico. Los murales, el Street Art, se han convertido en la voz de la calle. Y un foro abierto a volcar sentimientos, críticas, opiniones y formas de vida. En muchos barrios los grafitis se han convertido en la voz de la gente, en la voz de las calles.
Nueva York es un mundo entero concentrado en sus diferentes burroughs. Y el arte urbano es una muestra de toda la diversidad cultural de sus habitantes. Entre todo el arte urbano que puedes encontrar en la Gran Manzana, te voy a mostrar aquí uno de sus más potentes ejemplos: el del Bushwick Colletive con sede en este barrio de Brooklyn.
Aquí comprobarás como un barrio industrial y degradado puede convertirse en un referente cultural gracias a un arte urbano realmente sobresaliente. Un lugar donde cada vez son más frecuentes las rutas con visitas turísticas para poder apreciar la gran cantidad de grafitis que decoran sus calles.
Cómo llegar a Bushwick
Llegar a Bushwick desde Manhattan es tan fácil como subirse al metro y bajarse en la parada Jefferson St. de la línea L. Cuando salgáis a la calle os encontraréis con un paisaje un tanto desolador de almacenes, talleres y fábricas. Pero no os desaniméis. Sólo tendréis que caminar un par de cuadras entre la Wyckoff Ave. y la Troutman St. para ir descubriendo que casi cada pared, cada muro y cada puerta está decorada con unos grafitis que llegan a deslumbrar con su colorido y originalidad.
Te puedes montar tu propio recorrido callejeando por el barrio. Calcula una hora y media para hacerte una idea bastante buena de lo que se está haciendo en Bushwick. Además encontrarás cafés, pizzerías, restaurantes y cervecerías con terrazas que te despertarán las ganas de pasar un buen rato por aquí. Lo de las cervecerías te lo explicaré más adelante. Si vas por la mañana encontrarás que es una zona muy tranquila con poco movimiento aparte de las visitas organizadas. Y que la mayoría de restaurantes y cervecerías estarán cerrados. Por la tarde encontrarás más gente y también un ambiente mucho más divertido. No podrás evitar pararte a tomar algo en alguna cervecería.
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Verás que en Bushwick el arte urbano abarca diversas facetas. No sólo son los grafitis, porque encontrarás mensajes sociales y políticos, anuncios pintados, carteles con decoraciones en farolas y mobiliario urbano… Y también con galerías de arte urbano como la del The Bushwick Collective ubicada entre St. Nicholas, Scott y Troutman St. Por todo esto te aconsejo caminar con tranquilidad e ir fijándote en todos los detalles que vayas encontrando.
Puede ser que cuando vayas a Bushwick no encuentres todas las obras que he fotografiado para este artículo. Es una de las características propias de este tipo de arte. Pero no te preocupes porque esta “galería de arte urbano” abierta todos los días 24 horas se renueva constantemente con nuevas propuestas.
¿Por qué Bushwick?
Como gran parte de Brooklyn, Bushwick creció como un barrio industrial poblado por inmigrantes. Los holandeses, los fundadores de la actual Nueva York, llamaron a esta zona Boswijk o “Tierra de bosques”. Ya a principios del S.XX se establecieron aquí italianos y, sobre todo, alemanes. De ahí la existencia de numerosas fábricas de cerveza y cervecerías. A mediados de los años 60 comenzaron a llegar los puertoriqueños y ciudadanos del área del Caribe. Sucesivas crisis, el cierre de las cerveceras y otras industrias convirtieron a Bushwick en una de las zonas más degradadas y peligrosas de Nueva York. La década de los 80 fue terrible con incendios, saqueos, pobreza y el crack arrasando entre los jóvenes del barrio.
En los 90 comenzaron a llegar inmigrantes hispanos y Bushwick comenzó un proceso de regeneración y diversificación cultural. Esto se hizo definitivo en el 2005 con la llegada de numerosos artistas procedentes del vecino barrio de Williamsburg. Se renovaron locales, se abrieron nuevos negocios y Bushwick se fue convirtiendo en un lugar donde se celebraban fiestas, exposiciones, conciertos y todo tipo de eventos. Un proceso similar es el que vivió también el barrio de Wynwood en Miami.
En ambos lugares la presencia de artistas ha renovado la vida de estos barrios anteriormente degradados convirtiéndolos en focos de atracción turística. Y en los dos casos el arte urbano ha sido fundamental para provocar esta trasformación. Arte plasmado en todo tipo de superficies en forma de grafitis, anuncios, decoración de negocios y murales.
Arte efímero. Bushwick siempre diferente
Como ya he comentado el epicentro y sede del colectivo de artistas urbanos de Buschwick se encuentra en The Buswick Collective fundado en 2012 por Joseph Ficalora. Desde aquí diferentes equipos o “crews” se organizan y coordinan para pintar las paredes del barrio. Aunque también hay artistas independientes que pintan por su cuenta.
El arte urbano es efímero por definición. Así que en Bushwick la decoración cambia de año en año. Cada mes de junio el Buswick Collective Block Party atrae a todo tipo de artistas urbanos para renovar antiguas pinturas o redecorar el barrio con nuevas propuestas. Esta actividad constante ha convertido a Bushwick en una de las capitales del mundo de arte urbano atrayendo a reconocidos artistas internacionales como Banksy, Kobra, Blek, Olek y muchos otros.
Es un modelo similar al implantado en otra de las capitales mundiales del Street Art: la ciudad noruega de Stavanger. Allí desde el 2001 se celebra el Nuart Festival. Cada septiembre la ciudad recibe a artista de todo el mundo que redecoran durante un mes diferentes espacios urbanos.
Los propietarios de negocios en Bushwick han sabido entender el beneficio que conlleva mantener estas obras de arte y financian a los artistas. Esta inversión se recupera en forma de visitantes, tranquilidad, nuevos residentes y la apertura de nuevos negocios que alimentan esta rueda de actividad con beneficios para todos. Sin embargo, algunos de sus residentes están viendo como los precios de la vivienda está subiendo. Y artistas locales denuncian que algunas zonas se están dedicando más a trabajos de tipo comercial que a street art puro y duro.
Es lo que tiene Bushwick, que está en plena trasformación. A pesar de las posibles controversias, las calles de Bushwick están repletas de obras que resultan sobresalientes por su creatividad, originalidad y colorido. Y también por la variedad de sus mensajes sociales, políticos o que resultan simplemente curiosos.
Es un lugar que te sorprenderá y donde podrás pasar un buen rato descubriendo y fotografiando un Nueva York diferente. Y además, gratis.
¿Qué más hacer por esta zona de Brooklyn?
Desde Bushwick puedes volver a tomar la línea L del metro (o ir andando) dirección Manhattan para bajarte en la parada de Grand Street. Desde aquí puedes recorrer a pie parte del barrio de Williamsburg en dirección al East River. Williamsburg se ha hecho famoso últimamente por algunas series de TV (Unorthodox, One of Us…) ya que es el lugar donde vive la comunidad Satmar de judíos ultraortodoxos. Los reconocerás inmediatamente por sus largos abrigos negros que visten incluso en pleno verano neoyorkino. Además de por sus barbas y tirabuzones (payot), y sus característicos sombreros. Las mujeres van cubiertas de ropa casi desde la cabeza a los pies, y las casadas llevan la cabeza rasurada que cubren con pelucas.
En su mayoría proceden del centro de Europa y llegaron a Williamsburg tras la II Guerra Mundial. Son una comunidad muy cerrada y son muy estrictos en el cumplimiento de sus costumbres religiosas. Tienen el yiddish como idioma propio, además de mantener sus instituciones, tiendas, colegios y sinagogas para ofrecer servicios a la comunidad sin injerencias externas. Los encontrarás sobre todo en las calles aledañas a la Lee Avenue, en el sur de Williamsburg y muy cerca del puente del mismo nombre.
Durante sus festividades y, sobre todo los sábados, los verás vestidos con sus mejores galas por las calles del barrio y también en parques como el Domino Park que linda con el East River. Si te das un paseo por sus orillas descubrirás que toda esta zona, antiguamente llena de fábricas, está siendo totalmente renovada con centros comerciales y edificios de viviendas.
Después de visitar Williamsburg, puedes optar por cruzar a pie (o en bicicleta) el puente de Williamsburg para regresar a Manhattan. Este puente no tiene las vistas ni el encanto que tienen DUMBO y el Puente de Brooklyn, pero te llevará casi directamente al Lower Manhattan, y en concreto a la zona de Chinatown y Little Italy. No deja de ser un paseo muy curioso que te recomiendo hacer.
Además te permitirá descubrir un Nueva York diferente muy alejado de los lugares más turísticos de la ciudad.
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