El lago Tonle Sap, el agua de la vida.
La superficie del lago Tonle Sap apenas se distingue del cielo. La línea difusa del horizonte, casi imperceptible, sólo es apreciable gracias a la casa que veo flotando a lo lejos en mitad de la nada. A mi alrededor una luz apagada unifica las tonalidades en un color ocre que domina toda la escena.