Los Everglades, un espacio natural único.
Así son los Everglades. El calor y la humedad me hacen sudar como sólo se puede sudar en un caluroso mediodía de Florida. El bochorno levanta espejismos de reverberación en el estrecho camino de tierra que discurre entre cipreses de agua, pantanos sin fin, canales y lagunas.
Apenas puedo ver unos metros más allá de la infranqueable barrera vegetal de cañizos, troncos y raíces que parecen elevarse flotando sobre el agua. Ocultos entre esta maraña de vegetación, o semi sumergidos en el agua, esperan, casi invisibles, caimanes de todos los tamaños.
Los mosquitos zumban a mi alrededor y en unos segundos soy asaeteado por sus picaduras de forma inmisericorde. Entonces, apenas a un par de metros y semioculto entre las plantas ribereñas, distingo la forma estilizada y oscura de un caimán. Uno de los animales más sigilosos, peligrosos y fascinantes que pueblan la Tierra desde hace millones de años. Os aseguro que impresiona verlos apenas a unos metros, mirándote fijamente mientras emiten una especie de silbido amenazante con la boca entreabierta. Pronto veré muchos más.
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Me encuentro en un solitario camino de tierra que se adentra entre los límites de los Everglades y del Big Cypress National Preserve. Hace poco más de una hora arrancaba el motor de mi auto de alquiler en el Downtown de Miami rodeado de modernos rascacielos. Ahora sólo alcanzo a ver el paisaje que delimita la arboleda que rodea el camino. Un estrecho túnel entre el denso follaje de la vegetación y el agua que me rodea por todas partes.
El tiempo adquiere otra medida en el tránsito que me lleva de Miami, una de las ciudades más bulliciosas de los USA, al que quizás es todavía el espacio más salvaje del país: el Parque Nacional de los Everglades. Estoy hablando de la inmensa extensión de pantanos que cubre gran parte del sur de la península de Florida y cuyo incalculable valor ecológico apenas se empieza a entender a día de hoy. Es ese lugar de leyenda donde de vez en cuando cae un avión y los supervivientes son devorados por los omnipresentes caimanes. O eso cuentan por aquí.
El lugar donde se refugiaron las tribus indias que hicieron casi imposible la colonización del sur de Florida durante los 300 años de presencia española en Norteamérica. Es ese espacio de hierba y pantanos donde sólo es posible moverse en canoa o un ruidoso aerodeslizador. Donde los indios pueden montar casinos y pescar tranquilamente rodeados de caimanes. Es este un mundo de paisajes sin fin que se pierden en el infinito, de tormentas con lluvias torrenciales, de cenagales resecados por un sol abrasador. Y de unos mosquitos casi más temibles que cualquier caimán.
Por eso los Everglades conforman un espacio natural único. Así ha sido reconocido internacionalmente ya que además de Parque Nacional fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y Reserva de la Biosfera de Interés Internacional.
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Cómo llegar a los Everglades desde Miami
En mi caso las 3 veces que he visitado los Everglades ha sido en auto de alquiler desde Miami. Esta es la forma más sencilla de moverse por Florida y la que me ofrece más libertad de movimientos. Tanto para ir hacia los Cayos de Florida, como hacia el norte a Cabo Cañaveral y Orlando Sí, hay agencias que organizan la excursión para llevarte desde Miami hasta alguna de las compañías que organizan viajes en aerodeslizador. O a alguna granja de caimanes. Pero casi por el mismo precio puedes alquilar un coche que además permite adentrarte por alguno de los caminos menos trillados de los Everglades.
Si no quieres complicarte mucho la vida puedes acceder a los Everglades desde el mismo Downtown. Lo más fácil es tomar la SW 7th St, paralela a la famosa Calle 8, y seguir todo recto hasta enlazar con la ruta 41 (Tamiami Trail) que en realidad es la continuación de la Calle 8. Desde aquí sólo quedan 40 minutos de recta hasta que empiezan a verse los primeros anuncios de tours en airboats -aerodeslizadores– por los Everglades.
Por el camino quedan atrás grandes extensiones de zonas desecadas y de esqueletos de árboles. Son las huellas que ha dejado el ser humano en su intento por dominar una Naturaleza salvaje que desde la década de 1950 construyó más de 2.000 Km. de diques y canalizaciones. El objetivo era desecar tierras para la expansión de zonas urbanas, controlar las inundaciones periódicas del lago Okeechobee y suministrar agua a la ciudad de Miami. Afortunadamente, desde finales del S.XX, se están intentando revertir los efectos de todas estas construcciones para devolver los Everglades a su estado original.
Hay que tener en cuenta que la superficie caliza del sur de Florida es casi plana. Y que la profundidad media de los Everglades es de apenas un metro. La acción del hombre ha alterado un ecosistema tan frágil afectando al continuo ciclo de lluvias, inundaciones y sequías periódicas. Hoy se sigue trabajando en revertir esta situación.
Aquí te dejo este vídeo para que te hagas una idea de lo que te puedes encontrar en un entorno natural y todavía salvaje como este:
Una experiencia única: en aerodeslizador por los Everglades
Viendo el gran número de empresas ubicadas a los lados de la carretera es evidente que esta es una de las actividades más demandadas en los Everglades. Lo cierto es que deslizarse por el agua en una de estas lanchas impulsadas por una gigantesca hélice aérea ubicada en su parte posterior tiene su gracia. La mayoría de estas empresas se sitúan en las zonas exteriores del Parque Nacional, supongo que para preservar al máximo la biodiversidad en las zonas mejor conservadas del interior.
Los aerodeslizadores son todo un invento. Dada la escasa profundidad media en los Everglades es el medio más rápido y eficaz para moverse por aquí. Es una gozada sentir cómo el piloto acelera y el bote literalmente vuela sobre la superficie plana del agua entre lagunas e islotes cubiertos de hierba.
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Air Boat USA, Coopertown Airboat Ride, Gator Park, Everglades Safari Park, Buffalo Tigers Airboats… No os voy a aconsejar ninguna de las empresas que hacen esta actividad. Pero sí que busquéis aquellas que tengan aerodeslizadores modernos y pequeños para sentir mejor las sensaciones que ofrece moverse en una de estas lanchas. Los precios por el viaje en aerodeslizador, empezando por 30$/persona, son casi los mismos en todas las compañías. Y el ruido de los aerodeslizadores también.
La búsqueda de caimanes, tortugas, serpientes y aves ocultas entre la vegetación también es similar. Así que sólo os queda disfrutar sobrevolando esa lámina de agua casi infinita donde se refleja el cielo como en un espejo. Y además es muy divertido. Al tener fondo plano los aerodeslizadores derrapan, giran y resbalan sobre el agua como si se movieran sobre una superficie de hielo. Muuuy divertido si animáis a vuestro piloto a mostraros lo que de verdad sabe hacer con ese gigantesco ventilador rugiendo a su espalda.
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Como ir a toda velocidad volando en un aerodeslizador y ver caimanes es casi incompatible, la mayoría de estas empresas incluyen una granja de caimanes en sus instalaciones. En ellas podrás observar caimanes de diferentes tamaños y posar para una foto con una cría en tus manos. O ver como los cuidadores meten la mano entre las fauces de ejemplares adulto. Todo un espectáculo entre educativo y show circense que aquí a la gente le encanta.
Por aquí también han proliferado las granjas de caimanes. Más al sur, de camino a los Cayos, se encuentra la Everglades Alligator Farm ubicada cerca de la ciudad de Homestead. Esta granja posee ella solita más de 2.000 caimanes. Entre ellos uno que mide más de 4 metros. En esta zona se encuentra otra de las entradas al Parque Nacional en el centro de visitantes Ernest Coe Visitor Center (State Highway 9336). Es uno de los 3 accesos al Parque y el que cuenta con más actividades, zonas de paseo y acampada. El acceso al interior del P.N. cuesta 30$ por vehículo y el pase es válido durante 7 días.
Buscando caimanes a mi aire por los Everglades
Pero no hace falta viajar durante más de 2 horas hasta Homestead para adentrarse en los Everglades y encontrar caimanes en estado salvaje. Tras disfrutar de la experiencia en aerodeslizador basta con seguir por la ruta 41 (Tamiami Trail) dejando atrás otra de las entradas al P.N, la que se encuentra en el Shark Valley Visitor Center. Si quieres puedes parar aquí a tomar algo, alquilar una bicicleta y obtener información de los paseos más cercanos.
Pero te aconsejo seguir adelante por la ruta 41. Se calcula que en las 600.000 hectáreas de los Everglades habitan centenares de miles de caimanes, así que pensé que no debería ser difícil encontrar algunos por mi cuenta. Unos 5 km. más adelante del Shark Valley Visitors Center la 41 gira hacia la derecha. Es aquí donde has de seguir de frente tomando una estrecha carretera llamada Loop Rd. Big Cypress National Preserve. Esta carretera que más adelante se convierte en una pista de tierra, recorre los límites entre el P.N de los Everglades y el Big Cypress National Preserve.
Los primeros Km. trascurren entre casas aisladas de nueva construcción enclavadas entre la carretera y la tupida vegetación que rodea los pantanos. Viendo estas casas es inevitable pensar hasta donde llega a colonizar el ser humano. Y lo terriblemente incómodo que tiene que ser vivir aquí casi aislado, rodeado de insectos y con un calor asfixiante en medio de una zona infestada de caimanes. Pero pronto me encuentro recorriendo una carretera sin ninguna presencia humana. Mirando a izquierda y derecha y conduciendo muy despacio me propongo encontrar caimanes. ¡Y vaya si los encontré!
Tuve que bajar del coche una y otra vez para buscar entre la vegetación, en las aguas limpias y oscuras de los pantanos o bajo las raíces aéreas de los cipreses de agua. Por fin veo uno, no muy grande, flotando sobre las aguas remansadas de una laguna. Pronto veré otro, y otro. Y hasta por parejas. En el agua, junto a las raíces, semiocultos entre la vegetación, en el arcén de la carretera… Caimanes por todas partes.
Me doy cuenta de que si estos son los que veo, tiene que haber muchos más. Hay algunos que son realmente grandes, de más de 2 metros, con una piel dura y oscura, casi bruñida y reluciente bajo los rayos de sol. Los tengo muy cerca. Todos se mantienen quietos, observándome. Y yo a ellos. A veces alguno salta repentinamente al agua, otro silba advirtiéndome del peligro. Pero también veo águilas pescadoras, ibis, garzas, ardillas, alguna culebra, abundantes peces y una vieja tortuga de tierra que mordisquea tranquilamente la hierba en uno de los arcenes de la carretera.
Desde aquí parten un par de recorridos (trails) por el interior de los pantanos. Diferentes paneles informativos informan a los que quieran adentrarse en estos lugares con toda una serie de recomendaciones sobre su seguridad personal. Y no es cosa de tomárselo a broma. Tras adentrarme en uno de ellos, el Gator Hook Trail, tuve que batirme en retirada entre un calor infernal y nubes de mosquitos asesinos.
Además el aviso de la presencia de pumas, la profusión de arañas de un tamaño considerable, la intrincada vegetación y algún que otro caimán oculto entre la hierba me convencieron que la prudencia debía imponerse. La verdad es que no esperaba encontrarme una naturaleza tan hostil a sólo unos metros de la carretera.
Tras un par de horas recorriendo esta carretera enlazo de nuevo con la Ruta 41 varios km. más adelante de donde la tome. Así que tras girar a la derecha, inicio el regreso a Miami. Cuando finalmente veo aparecer el skyline de Miami me resulta difícil creer que hace apenas una hora y media estaba siendo devorado por los mosquitos en medio de unos pantanales plagados de caimanes. Así son los Everglades, el tercer mayor Parque Nacional continental de los USA y todo un ecosistema salvaje a la puerta de casa.
Consejos prácticos:
– Si viajas a los USA recuerda que un buen Seguro de Viajes te puede ahorrar preocupaciones y resolver muchos problemas. Así que ni lo dudes. Desde aquí te recomiendo MONDO, el seguro de viaje inteligente para viajeros inteligentes.
Y recuerda que contratando tu seguro desde esta página tienes un 5% de descuento.
– Es obligatorio venir más que provisto, armado con una potente loción anti mosquitos. También crema de protección solar máxima y gorras o sombreros para el sol.
– En los aerodeslizadores o airboats os facilitarán un par de tapones para los oídos. El ruido que hace la hélice es infernal. Tampoco olvidéis quitaros lo que llevéis en la cabeza ya que saldrá volando.
– Ten en cuenta tus limitaciones físicas si vienes a hacer senderismo, ciclismo o remo. En Florida hay un clima subtropical húmedo que puede ser bochornoso y hasta asfixiante durante el verano. Lleva siempre mucho líquido encima y algo de comida para reponer energías.
– Antes de adentrarte por algún camino pregunta en los Centros de Información del parque o lee los paneles informativos. Trae el teléfono móvil siempre cargado, y dile a alguien la ruta que tienes pensado hacer.
– Trae la ropa adecuada para la actividad que vengas a hacer. Pantalón largo y camisa de mangas largas, además de una red antimosquitos nunca te vendrán mal.
– Cuidado con los niños pequeños. Este es en un parque natural salvaje donde los animales hacen su vida sin pensar que tu pequeño/a es una joya. Para los depredadores sólo es un apetitoso bocado. Y con tus mascotas pasa lo mismo. Está prohibido adentrarse con perros o cualquier otro animal doméstico en el parque. También son presas potenciales.
.– No alimentar a los animales salvajes que encuentres. A los caimanes por supuesto que no, pero tampoco a las ardillas o a un lindo pajarillo. Por cierto, las aves son otros de los tesoros naturales de los Everglades por sus variedad.
– En caso de viajar en coche, mantener el depósito de gasolina lleno y venir con provisiones de comida y bebida. Uno siempre puede parar a comerse una hamburguesa de carne de caimán en algún lugar, pero mejor estar preparado.
– Curiosamente en los Everglades además de caimanes también hay cocodrilos, aunque sólo en las zonas cercanas al mar donde el agua es más salobre. Una buena zona para verlos son los alrededores del Flamingo Visitors Center ubicado totalmente al sur de la península de Florida. Distinguirás a los caimanes por su cabeza más plana y alargada, mientras que los cocodrilos la tienen más triangular. Durante este viaje no vi ningún cocodrilo porque me moví sólo en áreas interiores.
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