Pues sí…esquiar en Francia es más barato.
Llega el invierno, la nieve y las actividades asociadas al esquí y demás deportes invernales. Y como cada año me pregunto cómo es posible que muchas veces sea más barato esquiar en Francia que en España. A ver, que me lo expliquen. Allí el salario mínimo es casi el doble que el español, los impuestos son superiores…
Y sin embargo año tras año me encuentro con que algunas estaciones muy apetecibles de los Alpes franceses son más baratas que otras equivalentes en España. Es cierto que las diferencias se pueden ver compensadas por el trasporte o el coste de las comidas. Pero apenas si llegan a compensar la diferencia de los precios de los forfait, tanto por un día como por abono de temporada.
Y para demostrarlo me voy a dar una vuelta por los Alpes franceses recorriendo 3 estaciones de esquí muy apetecibles. Cada una con su público, sus precios, sus atractivos y sus desventajas. La temporada acaba de empezar, hay nieve primavera en todas ellas, las pistas están impecables y los paisajes, como siempre por aquí, son de cortar la respiración.
Comienzo este recorrido de una semana que me llevará desde la estación de Lans en Vercors muy cerca de Grenoble, a la de La Feclaz y La Clusaz en la Alta Saboya. Y terminaré en Chamonix a los pies del Mont Blanc tras dejar atrás las ciudades de Grenoble, Chambery y Annecy.
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Lans en Vercors: qué fácil es esquiar en Francia
Pues ya estoy en Grenoble, conocida como la capital de los Alpes por su estratégica ubicación a orillas del río Isère. Grenoble está rodeada de las cadenas de la Chartreuse, Vercors y Belledonne. Son montañas que imprimen carácter al paisaje urbano ya que desde casi todas sus calles se pueden ver las estribaciones alpinas como decorado. Por eso no es de extrañar que aquí se celebraran los Juegos Olímpicos de invierno de 1968. Las mejores vistas del valle de Grenoble y los Alpes cercanos se tienen desde el mirador de la Bastilla. Hay un teleférico que sube hasta aquí, a 250 m. sobre la ciudad. Y es el lugar perfecto para hacerse una idea de lo que nos espera en las estaciones de esquí cercanas.
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Entre las diferentes posibilidades elijo la de Lans en Vercors porque está situada a sólo 32 km. del centro de Grenoble. Y además me han dicho que tiene un mirador que se asoma el vacío realmente impactante. El tiempo me acompaña con un día soleado que promete una maravillosa jornada de esquí. En apenas media hora estoy dejando el coche en el amplio estacionamiento y en 10 minutos ya he comprado mi forfait para todo el día por 20€. Ahí mismo, junto a la taquilla, está la tienda de alquiler de material, el bar-restaurante y los diferentes remontes que me llevarán a sus 24 pistas: 7 verdes, 11 azules, 5 rojas y una negra. La verdad, no necesito más. Todo es fácil, accesible y la estación, a pesar de que el estacionamiento está casi lleno no parece masificada. Apenas hay colas para acceder a los diferentes telesillas que ascienden por las laderas arboladas hacia los puntos más altos de la estación.
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Evidentemente mi primer destino es el telesilla de La Combe des Virets a 1715 m. Aquí se encuentra el «Belvedere«, el mirador que se asoma a los Alpes sobre el vacío. El paisaje es idílico con una nieve impoluta, pistas amplias en laderas bordeadas por bosques de coníferas. Y ya en lo alto me encuentro con la visión de los picos alpinos emergiendo de entre un mar de nubes. Apenas hay gente, dejo los esquís a un lado y avanzo por el enrejado del suelo metálico del balcón suspendido en el vacío. Desde aquí el vértigo de las alturas queda anulado bajo la sensación de que puedo volar sobre las nubes ¡Qué maravilla! Ahí enfrente tengo desde la Chartreuse hasta el Mont Blanc a lo lejos, pasando por el macizo de Belledonne y los picos de Dévoluy. Sólo por disfrutar de este lugar colgado al borde del precipicio merece la pena venir a esquiar aquí. El descenso posterior es impecable salvando algún cruce de pistas a los que hay que prestar atención.
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Vuelvo a subir, esta vez al sector Roche Rousse. Y sigo disfrutando de esta estación de esquí muy cuidada, fácil para un esquiador medio, pero salpimentada con sus tramos complicados que exigen cuidado y atención. Ya avanzada la tarde me doy por satisfecho y me bajo de los esquís. Una gozada de lugar. Me tomo un café y en media hora estoy de nuevo entrando en Grenoble mientras anochece. Lans en Vercors me ha parecido una de las estaciones más asequibles, accesibles y perfectas para una escapada de un día en la montaña. Y apenas a media hora de Grenoble. Por 20€ no se puede pedir más.
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La Feclaz, una pequeña estación muy familiar
Al día siguiente salgo hacia Chambéry, la capital histórica de la Saboya. Es una tranquila ciudad de provincias que cuenta con un interesante centro histórico medieval plagado de estrechas callejuelas y escondidos patios interiores. Aquí se encuentra el que fuera Castillo y residencia de los Duques de Saboya. Precisamente debido a su importancia histórica la ciudad cuenta con iglesias como la Santa Capilla, palacetes y campanarios con su carga de siglos a cuestas. Por aquí le gustaba pasear a Jean-Jacques Rousseau, que cuenta con numerosas referencias en la ciudad como la Biblioteca que lleva su nombre. La Plaza Saint-Léger es el epicentro de la actividad urbana con sus mercados, sus terrazas… Y no puedes dejar Chambéry sin haber degustado algunos de sus afamados quesos como la Tomme de Savoie, Le Bleu de Termignon, Le Vacherin o Le Beaufort.
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Alrededor de Chambéry se encuentran algunas de las pistas de esquí más conocidas de Francia. Y entre ellas he optado por elegir la de La Feclaz situada a sólo 25 km. Nada más salir de la ciudad la carretera en ascenso se adentra entre bosques y vistas de las montañas nevadas cercanas. El día es soleado y parece que toda la ciudad ha decidido subir a esquiar. A medida que me acerco a la estación las laderas se pueblan de chalets alpinos de madera al puro estilo saboyano. Los carámbanos de hielo cuelgan de casi todos los aleros. Y de vez en cuando avalanchas de nieve acumulada se desprenden de los tejados. Sí, hay mucha nieve y los aparcamientos están casi llenos. La Feclaz forma parte de las estaciones de Savoie Grand Revard junto a las de Le Revard y Saint-François-de-Sales. La Feclaz está ubicada en un gran altiplano cubierto de una nieve rodeada de bosques. La estación es perfecta para las actividades que se ofertan: esquí alpino, rutas en raquetas de nieve, excursión en trineos tirados por perros y hasta esquí tirado por caballos, lo que aquí se llama ski-joëring. El forfait para todo el día cuesta sólo 19€ para los adultos y 14,60 para los niños.
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El único problema que le encuentro a esta estación es que está muy masificada y llena de familias con niños. Así que toca esperar en los remontes y tener cuidado con esos pequeños misiles sobre esquís en forma de niños que se te cruzan por todas partes. El remonte más interesante es el del telesilla D´Orionde que sube hasta los 1.500 m. y desde donde se accede a casi todas las pistas. La Feclaz es una estación con todos los servicios, fácilmente accesible desde Chambery y Aix-les-Bains tanto en coche como en autobús y económica. Pero al ser pequeña tiende a estar masificada.
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Hacia la estación de La Clusaz en la Alta Saboya
Dejo Chambery para dirigirme hacia el norte, hacia Annecy, la capital de la Alta Saboya. Esta ciudad ubicada en uno de los extremos del lago del mismo nombre es una pequeña maravilla. Es ver ese lago y caer instantáneamente rendido a sus encantos paisajísticos. Annecy, también llamada la Venecia de Saboya, es una ciudad con un encanto arquitectónico muy especial. Recorrer a pie el viejo Annecy bordeando sus canales, atravesando sus puentes y fotografiando sus casas de colores pastel es algo fascinante. Sin duda el lugar más fotografiado de Annecy es el Palacio de la Isla del S.XII, antigua prisión y palacio de Justicia de la ciudad. Verás que todo el mundo se para en el puente para tomar esa imagen hermosa e icónica. A partir de aquí toca perderse por sus callejuelas peatonales siguiendo el Quai de L´Ile y pasear bajo las arcadas de la rue Sainte Claire.
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La ciudad está dominada desde lo alto por el renovado Castillo residencia de los condes de Ginebra. Hoy su interior alberga un museo dedicado a la arqueología e historia de los Alpes. Pero Annecy no se puede entender sin su lago. Os recomiendo un paseo por las orillas que rodean los Jardins de l´Europe. El paisaje es idílico: las barcas reflejadas en el agua, los cisnes y patos que nadan tranquilamente, las montañas alpinas justo delante…Parece un decorado de cuento, pero vaya si es real. Annecy me pareció un lugar para volver en verano, para navegar por el lago en una lancha motora y comer una buena raclette savoyarde en una terraza al borde del río Le Thiou. Y luego dedicarme a pedalear alrededor del lago por la pista ciclable que lo rodea disfrutando del aire puro y del paisaje de las montañas reflejadas en la superficie del lago.
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Cerca de Annecy decido acercarme a la estación de esquí de La Clusaz ubicada en la cadena de montañas de Aravis. Desde Annecy hay tan sólo 32 km hasta el pueblo alpino de La Clusaz que da nombre a la estación. Sí, a diferencia de Lans en Vercors y La Feclaz, esta estación se encuentra situada casi en el mismo pueblo. Y esto es un aliciente porque puedes pasar la noche casi a pie de pista en su amplia oferta hostelera. Y sobre todo hay más vida y animación tras una jornada de esquí en las montañas. La Clusaz se encuentra encajada en un pequeño valle y está plagada de tiendas relacionadas con los deportes de nieve, pastelerías, restaurantes y todo lo que necesitas para pasar aquí unos días muy agradables.
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La estación de La Clusaz, junto a la cercana de Manigod, cuenta con 125 km. de dominio esquiable con 86 pistas y 50 remontes que te pueden subir hasta los 2.600 m. de altura del Col de Balme. El desnivel respecto al pueblo es de 1.500 m, así que ya te puedes imaginar que los amantes de la nieve pueden disfrutar aquí como niños. Sí, es una estación un poco más cara que las anteriores donde el forfait de un día cuesta 29€ para los niños hasta los 15 años y 37€ para los adultos. Pero os aseguro que merece la pena. Tienes 7 pistas negras, 29 rojas, 30 azules y 18 verdes a tu disposición, así que a esquiar. Y a disfrutar del paisaje, de los paseos en trineo tirados a caballo, de sus granjas de cabras donde se elabora un queso artesanal único, de sus embutidos… La Clusaz lo tiene todo. La estación de esquí perfecta para pasar unos días y olvidarte del mundo.
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El broche de oro se llama Chamonix
Este viaje por los Alpes franceses termina en Chamonix, la joya de la corona de las estaciones alpinas francesas. Por desgracia para el común de los mortales es cara, muy cara. Desde el hospedaje hasta la vida diaria pasando por las infinitas excursiones que se organizan desde aquí. Para mi gusto es demasiado grande pues Chamonix se ha convertido casi en una ciudad. Y en plena temporada demasiado masificada. Pero hay que reconocerle el encanto de su centro peatonal y sobre todo esas vistas a los Alpes con Les Aiguilles y el Mont Blanc dominándolo todo. El precio del forfait diario de adulto se puede comprar a partir de 50,50€. Por eso, después de los días que he pasado esquiando prefiero gastar mi dinero en subir al incomparable mirador del Aiguille de Midi. Y en tomar el tren de Montenvers que sube hasta la Mer de Glace en el glaciar del Mont Blanc. Os lo cuento todo, todo, sobre estas excursiones imprescindibles en Chamonix en sus respetivos artículos. Una vez que veáis las fotos os van a entrar las ganas de ir seguro.
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Las comparaciones, a veces, son odiosas
Para terminar he elegido 4 estaciones de esquí españolas. Y las comparo con las 4 francesas que he recorrido para comparar precios. Desgraciadamente se confirma lo que ya suponía. Qué teniendo en cuenta las diferencias en el salario y el nivel de vida, esquiar en España sigue siendo muy caro. Vuelvo a recordaros que los sueldos en Francia son superiores (bastante) a los de España. Qué sí, que los restaurantes son más caros en Francia y tienes que sumar el viaje, pero por otro lado los precios de hoteles y apartamentos son parecidos.
Por otra parte no te olvides de esto antes de irte a esquiar: un buen Seguro de Viajes te puede ahorrar preocupaciones y resolver muchos problemas. Así que ni lo dudes. Desde aquí te recomiendo MONDO, el seguro de viaje inteligente para viajeros inteligentes.
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Para resumir aquí van unos ejemplos ciñéndome a los precios del forfait de un día para adulto. Además el forfait anual en Francia también sale más económico que en España. Un ejemplo: el forfait anual de Lans en Vercors para adulto cuesta 874€. El de Sierra Nevada por su parte cuesta ¡nada más y nada menos que 1.275€!
Sé que cada estación tiene sus encantos y su público. No está en mi ánimo destacar a unas sobre otras ya que el nivel servicios y profesionalidad en Francia y España es comparable. Precisamente por eso, como me gustan las estaciones españolas me gustaría resolver este enigma. Un misterio que resulta ser un tema recurrente en muchas conversaciones de esquiadores. Ahora os pregunto ¿cuál ha sido vuestra experiencia al respecto? Y ya de paso, alguno de vosotros ¿me lo puede explicar? ¿Por qué las estaciones de esquí francesas son más asequibles a nivel económico que las españolas?
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