El Goroka Festival: alucinando en Papúa Nueva Guinea
La pequeña ciudad de Goroka, ubicada en las Highlands Orientales, se convierte por unos días en uno de los lugares más asombrosos del mundo. La ciudad se llena de visitantes, colores y música cuando tribus de Papúa Nueva Guinea llegadas de todo el país, celebran el festival el festival Sing Sing. La reunión tribal más grande del mundo.
El Goroka Festival se lleva a cabo todos los años alrededor del día de la independencia nacional, el 16 de septiembre. Es el festival más antiguo de Papúa y, sin duda, el más espectacular. Por eso se ha convertido en el evento más destacado del calendario cultural de PNG. De las más de 800 tribus del país, unas 100 viajan cada año a esta ciudad de las Highlands. En un país con pocas carreteras o ríos navegables esto puede significar un viaje de muchos días e incluso semanas.
El festival fue creado en la década de 1950 por los kiaps australianos con el objetivo de reducir los enfrentamientos tribales en un momento en el que muchas tribus estaban siendo “descubiertas” por los occidentales. Estos festivales llamados Sing Sing, son eventos sociales y culturales de gran importancia para las diferentes tribus, que muestran con orgullo sus atuendos y sus bailes tradicionales.
A partir de su Independencia de Australia en 1975, el gobierno de Papúa Nueva Guinea instauró oficialmente este festival de forma anual. De esta forma se alimentaba la conciencia de un nuevo país, facilitando que las distintas tribus pudieran encontrarse, conocerse y reconocerse como pertenecientes a una nueva nación.
Pero Goroka no es sólo un festival donde se crea conciencia de país, o se refleja la variedad étnica de PNG. Supone también la reivindicación de la forma de vida de cada grupo tribal, de sus costumbres, lenguas y culturas amenazadas por el avance imparable de la globalización.
Durante esos días, alrededor del 16 de septiembre, hombres, mujeres y niños, ataviados con sus mejores galas, lucen sus magníficas decoraciones corporales ancestrales. Los colores negro, rojo, amarillo y blanco se combinan con todo tipo de plumas de aves del paraíso, collares de conchas, colmillos de cerdos, picos de aves y máscaras, cada una más espectacular que la anterior. Por no olvidarme de esas calabazas para el pene con las que se “visten” los miembros de algunas tribus. Y como podrás suponer, a nivel de fotografía tribal, este festival supera todo lo que puedas imaginar.
Aquí te dejo este vídeo para que te hagas una idea de lo que es vivir el Sing Sing de Goroka.
Goroka, un festival como no hay otro en el mundo
Por todo esto el festival de Goroka está en el punto de mira de turistas intrépidos y fotógrafos de todo el mundo. Además de ser un motivo de celebración en la ciudad. Y, sobre todo, un lugar de encuentro para los diferentes grupos tribales que se muestran entre curiosos y asombrados al resto de tribus. Aunque esta comprensión e interés por el resto de pueblos vecinos no ha borrado por completo los conflictos tribales que de vez en cuando resurgen en el país.
Los turistas deambulan por el gran recinto cubierto de hierba donde se celebra el festival disfrutando del embriagador espectáculo. Fotografiando sin parar abrumados por la avalancha de colores, sonrisas, escenas y rostros que se suceden sin descanso a lo largo de dos días. Y olvidando qué grupos o personas ha fotografiado ya varias veces y cuales todavía no. El disparador de la cámara echa humo y las tarjetas de memoria no dan abasto para almacenar tal aluvión de imágenes, rostros, colores y detalles.
Mientras tanto, los ministros y dignatarios extranjeros invitados (sobre todo chinos) pronuncian largos discursos en la tribuna. Mientras tanto los lugareños, vistiendo con orgullo camisetas o gorras con banderas de PNG prendidas en el pelo, esperan pacientemente a las 12 de la mañana. Hora en la que se les permite acceder al recinto hasta entonces reservado a los grupos tribales y a los turistas con invitación VIP. Es el momento en el que la cacofonía de sonidos, voces, gritos y música alcanza su máximo nivel invadiendo todo el campo y sus alrededores. Hoy es el Día de la Independencia de Papúa Nueva Guinea.
Papúa Nueva Guinea, viajando al fin del mundo
Papúa Nueva Guinea sólo recibe unos miles de visitantes al año, la mayoría de ellos trabajadores extranjeros o misioneros. El país muy rico en petróleo y recursos minerales y su extracción está a cargo de empresas extranjeras. Para atender a los trabajadores de estas empresas se han construido algunos hoteles de estilo occidental. Sin embargo, sus precios son exorbitantes. Una habitación sencilla en un hotel de 2 o 3 estrellas puede costar entre 200 y 300 euros la noche. Las guest-house -casas de huéspedes-, y moteles baratos pueden costar la mitad, pero ofrecen una relación calidad-precio penosa. Los restaurantes apenas existen ya que los lugareños comen en casa, y los huéspedes de los hoteles comen en su hotel.
A esto hay que sumar la falta de infraestructuras de transporte eficaces (esas cancelaciones constantes de vuelos echan para atrás a cualquiera) Esto hace que PNG sea un país por descubrir, ya que abundan los espectaculares paisajes con bosques tropicales cruzados por ríos, posee una rica flora y fauna, sobre todo aves, y a lo largo del país se mantienen tradiciones rurales. Además de volcanes y lugares de buceo en la costa. Lo difícil es llegar a estos lugares ya que apenas hay carreteras o transporte público fiable.
Si a todo esto añadimos que es uno de los países menos conocidos, tanto en términos geográficos como antropológicos, es fácil ver por qué despierta esa fascinación especial entre tantos viajeros y fotógrafos.
Si quieres saber más sobre lo que te vas a encontrar en un viaje a PNG, aquí te dejo este artículo específico: Papúa Nueva Guinea: consejos para viajar a un destino único en el mundo. En él encontrarás información práctica y consejos imprescindibles para que tu viaje soñado no se convierta en una pesadilla.
Por todo esto es evidente que no puedes viajar a Papúa Nueva Guinea sin el respaldo del mejor seguro de viajes. Con el seguro de HEYMONDO tendrás las más amplias coberturas y la más completa asistencia para todo tipo de viajes, aventuras y contingencias viajeras. Además, contratando tu seguro desde aquí, obtendrás un 5% de descuento.
Goroka, la meca de los fotógrafos de retratos étnicos
Consejos para fotografiar dentro del recinto
El festival Sing Sing de Goroka se lleva a cabo en una gran explanada de hierba donde los grupos participantes entran en grupos organizados. Desde ese momento desfilan, bailan y cantan mostrando sus vestimentas y pinturas corporales increíblemente coloridas. Las valiosas plumas y los collares de conchas se usan de generación en generación, lo que significa que, afortunadamente, no tienen que matar a las aves emblemáticas del país año tras año.
Pero lo mejor de todo para los fotógrafos es que a la gente del país le encanta ser fotografiada. Incluso te lo piden por favor, algo impensable en muchos otros lugares del mundo. Por eso es imposible no sonreír constantemente mientras fotografías a diestro y siniestro pensando en que no te vas a ver jamás en una situación semejante.
Las tribus acceden al recinto desfilando por la puerta principal. Es divertido ver cómo entran las tribus, pero puedes pasarte horas plantado allí esperando a que entren una detrás de otra. Además, tendrás el sol de frente, los anuncios publicitarios detrás, etc. Así que no te quedes todo el día en la puerta. Es mucho mejor ir dando vueltas por el recinto para fotografiar tranquilamente a los diferentes grupos tribales.
No te olvides de detenerte en tu frenesí fotográfico y observa lo que te rodea. Es fácil quedar atrapado en la toma de fotografías, pero si pasas todo el tiempo obsesionado con esa toma perfecta, te pierdes el verdadero regalo que es vivir en persona este festival. Tómate las cosas con calma y para a escuchar la letra de las canciones, a observar los bailes, y a ver a las tribus interactuar entre sí. Hay una infinidad de pequeños momentos maravillosos que te alegrarán el día.
Baja tu cámara de vez en cuando e interactúa con los miembros de las tribus. Saluda, hazles preguntas y hazte fotos con ellos. La mayoría habla algo de inglés y estarán encantados de que les prestes atención. Y de que te fotografíes con ellos.
A diferencia de otros lugares como los poblados de las tribus del Valle del Omo en Etiopía, no es necesario pagar dinero a ningún participante para fotografiarle. ¡Lo más importante es ser amable! Así que no te olvides de pedir permiso con una señal a la cámara y con una sonrisa. Y no te olvides de dar las gracias y enseñar las fotos que has hecho.
He visto a algunos fotógrafos entrometiéndose en los bailes de los grupos (“vestidos” con camisetas de National Geographic), empujándose o increpándose entre ellos. Hay que aceptar que estás en un lugar lleno de gente y que perderás alguna buena oportunidad fotográfica. Tendrás muchas más, así que nunca hay que olvidarse de tratar a la gente con respeto. Sobre todo a los participantes. Porque aunque no lo creas, para algunos esta es la primera vez que salen de su aldea perdida en las montañas y ven occidentales.
Estarán encantados de que te acerques y les fotografíes. A no ser que ellos te lo propongan, no te entrometas en sus bailes ni intentes vestirte con sus plumajes y adornos para hacerte un selfie (sí, lo he visto hacer). Piensa que muchos de estos objetos provienen de sus ancestros, y para ellos son tesoros familiares que hay que preservar.
Lleva el material fotográfico imprescindible. Ten en cuenta que vas a estar muchas horas de pie bajo el sol, caminando casi sin descanso. Por eso te aconsejo viajar ligero y llevar el material fotográfico imprescindible. Vas a hacer fotografía de retratos, de día y muy de cerca. Así que no es necesario llevar un gran angular, teleobjetivo, flash o trípode. Aunque he visto a gente llevando pantallas, reflectores, focos, trípodes y todo tipo de parafernalia de estudio.
Yo llevaba mi cámara Sony A7 III y un objetivo Sony 24-105 G con las que hice la mayor parte de fotografías. Además de mi teléfono móvil para tomar algunas fotos (más fáciles de enseñar que en la cámara) y grabar vídeos. Hay festivales en los que lo mejor es llevar dos cuerpos con objetivos diferentes. En mi caso, llevé solo uno. Y, por si acaso, el primer día cargué con mi objetivo Sony 70-300 G ya que había leído que era absolutamente necesario tener un tele a mano. Sinceramente, apenas lo utilicé. En Goroka es tan fácil fotografiar de cerca que no lo necesitas salvo para tomas muy específicas. Así que el segundo día se quedó en el hotel. Pero cada uno tiene su forma de fotografiar.
Sobre la configuración de la cámara, os aconsejo hacer las cosas lo más fáciles posibles. Usar el ISO automático, utilizar el modo de disparo en ráfaga y modo de enfoque continuo para los momentos de los bailes. Para los retratos individuales, usa una distancia focal entre 60 y 90 mm, y la mayor apertura posible del diafragma para obtener un buen desenfoque. Para los retratos de grupo, cierra el diafragma (f/8-f/11) para que todas las personas queden enfocadas. Y cuidado con los fondos porque el recinto está rodeado de carpas, vallas y carteles publicitarios que te pueden estropear las fotografías.
Carga con suficientes tarjetas de memoria porque vas a hacer centenares (o miles) de tomas. Y baterías de repuesto para la cámara, que nunca se sabe. La mochila de fotógrafo, déjala a buen recaudo en el hotel. Es muy incómodo ir cargando, tropezando y golpeando a todo el mundo con tu super-mega mochila de profesional cargada con 15 kg. de objetivos, filtros, flashes, baterías y demás parafernalia. Llévate sólo lo imprescindible en una mochila lo más pequeña posible.
Goroka no es el lugar para ir vestido como si fueras a fotografiar en la alfombra roja de los Oscar en Hollywood. Si, como a mí, te gusta interactuar con la gente, hacerte fotos con los miembros de las tribus, abrazar y saludar a unos y a otros, vas a acabar lleno de pinturas de colores, pigmentos, barros y demás.
Te preguntarás si es posible realizar un tipo de fotografías más preparadas. Y ya te digo que SÍ, que lo es si aprovechas algunas de las cabañas vacías que se encuentran en el exterior del recinto VIP. Allí es posible extender algunas telas de fondo para tamizar la luz y tener un fondo homogéneo preparando una especie de estudio fotográfico básico. Sólo has de buscar a las personas que más te llamen la atención y pedirles que te acompañen un momento para hacerles unas fotografías. Aquí te dejo con unas cuantas imágenes realizadas así.
Y tened en cuenta que la calidad de estas imágenes, como las del resto de las que publico en este post y en el blog, está reducida unas 20 veces respecto a su calidad original.
A propósito de la luz. Las mejores horas para fotografiar son las de la mañana, antes del mediodía. Evidentemente la luz es más suave, y no tienes el sol cayendo a plomo sobre las caras y cuerpos pintados creando brillos no deseados. Además, los participantes todavía no están cansados y se muestran relajados. Y aprovecharás esas horas en las que al recinto no puede acceder el público general. Después del mediodía el recinto se vuelve un caos de miles de visitantes arremolinándose alrededor de los grupos tribales, y es imposible conseguir buenas fotografías.
Consejos antes de viajar a Goroka
¡Reservar alojamiento con anticipación! Goroka es una ciudad en crecimiento y el festival se vuelve más popular cada año. Por eso las opciones de alojamiento de calidad son muy limitadas. Por eso reserva en el mejor hotel que puedas, y confirma varias veces antes de tu llegada que la reserva está vigente. Hay hoteles que venden sus habitaciones al mejor postor. Imagínate lo que es llegar a Goroka y encontrarte sin habitación de hotel en esos días de ocupación máxima. Pues no te lo imagines, que ya te lo cuento yo.
¡Reserva tu billete de avión con antelación! Hay vuelos diarios desde Port Moresby. PNG Air, Air Niugini son las aerolíneas que vuelan a Goroka, pero los aviones se llenan rápido. Te aconsejo viajar unos días antes a Goroka para evitar sufrir las constantes cancelaciones y retrasos de vuelos por causas técnicas, operacionales o mal tiempo. He conocido gente que viajó a PNG y finalmente se perdió el festival por este motivo. Por tierra no hay carretera entre ambas ciudades, y los caminos de tierra están casi siempre intransitables. Por lo que sé, nadie opta por esta posibilidad.
Se puede comprar una tarjeta SIM y datos en el aeropuerto. Pero te aconsejo viajar a Papúa Nueva Guinea con una e-Sim de HolaFly pre-instalada en tu smartphone y lista para activar una vez que aterrices en Port Moresby. Con la conexión a la red 3G y 4G de la e-Sim tuve conexión a Internet durante casi todo mi viaje. Y adquiriéndola desde aquí tendrás un 5% descuento usando el código «VIAJESYFOTOGRAFIA«.
Hazte con un pase VIP. Podrás acceder de forma preferente desde la apertura del recinto a las 7 de la mañana. Los pases VIP para los días del festival cuesta unos 100 euros. Hay agencias que se encargan de esta gestión, o puedes adquirirlas en la recepción del hotel Birds of Paradise, el mejor de Goroka. El recinto ferial está dividido en secciones: un área VIP, dos áreas públicas y un área de vendedores. Dentro del área VIP no se venden ni comida ni bebida. Pero con tu pase podrás entrar y salir las veces que quieras a las zonas públicas donde están instalados numerosos puestos de “avituallamiento” y de venta de artesanía.
De todas formas, aconsejo llevar siempre agua en la mochila porque acabas sudando la gota gorda. Tampoco te olvides de una gorra (o sombrero) y protector sol porque te vas a achicharrar.
El de Goroka no sólo es el mayor festival tribal de PNG, sino que ES LA MAYOR REUNIÓN TRIBAL DEL MUNDO. Por eso, lo que vais a ver, escuchar, sentir y vivir en Goroka, no lo vais a poder experimentar en ningún otro lugar.
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