Exprime tus habilidades técnicas para obtener mejores retratos.
Cualquier tipo de fotografía conlleva el conocimiento de ciertas técnicas fotográficas y del uso de las cámaras que utilizamos. Si quieres hacer buena fotografía debes tener en cuanta ciertos conceptos teóricos y reglas que harán que tus imágenes sean más agradables visualmente. No me voy a extender sobre ello, pero hay normas de composición, enfoque o exposición, entre otras, que es necesario conocer.
Sin embargo, tengo buenas noticias. En los retratos de viaje la técnica queda supeditada a la emoción. Y a la necesidad de capturar ese momento fugaz que puede contar o hacer imaginar una historia extraordinaria. Aunque esto no quiere decir que no hayas de tener en cuenta la importancia de la luz, el encuadre o los parámetros de tu cámara.
En la primera parte de esta guía sobre cómo tomar retratos en tus viajes he tratado los aspectos más humanos y características de este tipo de fotografía. También de la obtención y práctica de las habilidades de comunicación necesarias para poder interactuar con las personas. Al fin y al cabo, la fotografía de retrato es la más humana que hay.
En esta segunda parte voy a tratar sobre algunas técnicas de fotografía básicas. También de ciertos aspectos técnicos que hay que tener en cuenta a la hora de viajar y fotografiar. Hay que entender que estos dos conceptos -los viajes y la fotografía- están intrínsecamente unidos. No puedes conseguir buenas fotos si no eres un buen viajero. Pero ser un buen fotógrafo de viajes te ayudará a disfrutar mucho más de tus viajes.
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¿Qué tengo que tener en cuenta?
Prepárate y selecciona tu equipo
Ser fotógrafo de viajes implica moverse con una significativa cantidad de material. Y cuanto mayor sea tu vocación profesional, más peso cargarás a tus espaldas. Por eso debemos encontrar el equilibrio entre lo que queremos fotografiar y el equipo necesario. Ten en cuenta que para la fotografía de retratos hay material que no vas a usar y objetivos que no te servirán de mucho.
Antes de salir a hacer retratos por la calle, a un mercado o a una celebración festiva, piensa en cargar sólo con el equipo imprescindible. Así tendrás tu cámara siempre lista, llamarás menos la atención y no perderás el tiempo intercambiando objetivos o quitando y poniendo filtros. Además, si te muestras seguro de lo que haces, la persona retratada se mostrará más relajada y natural.
Por supuesto, todo lo anterior implica que sabes manejar tu equipo fotográfico. Que conoces su potencial y también sus limitaciones. Todo esto puede parecer obvio, pero es algo fundamental.
Recuerda que no estás fotografiando paisajes o arquitectura, modalidades que permiten una preparación previa de los ajustes y configuración de la cámara. En la fotografía de retratos hay que tener el ojo bien abierto. Te encontrarás fotografiando de forma totalmente improvisada la mayor parte de las veces. Por eso hay que estar siempre preparado para captar ese instante diferente, irrepetible.
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Primero piensa, luego fotografía. Las reglas básicas
- Pensar antes de actuar suele ser un buen hábito. Por eso piensa en los ajustes previos de tu cámara y en la lente que vas a usar. Quita la tapa del objetivo y enciende la cámara cuando veas que hay posibilidades de fotografiar. Ten cuidado con los parámetros de la cámara, sobre todo si has estado haciendo otro tipo de fotografía. Una buena idea es usar un Modo personalizado configurado para la fotografía de retrato. La mayoría de las cámaras réflex, con o sin espejo, permiten establecer y guardar configuraciones específicas.
- Observa el entorno, piensa en el fondo, la composición y el encuadre antes de acercarte a alguien.
- Dispares en horizontal o vertical no olvides la composición de la imagen. Aplica la regla de los tercios para que la persona retratada no quede exactamente en el centro sino sobre una de las intersecciones. Una vez que sepas cómo funciona esta regla, sáltatela y experimenta con composiciones más extremas.
- En la composición no te olvides de la llamada “ley de la mirada” por la que el retratado debe tener más espacio en la imagen en la dirección hacia la que está mirando. Esto nos obliga a seguir la mirada de la persona. La imagen gana en expresividad y potencia la comunicación.
- Aunque existe la regla del “objeto no centrado”, muchas veces resulta interesante realizar retratos totalmente centrados. Sobre todo, si la persona retratada tiene un rostro especial. Cuando sea así intenta acercarte al máximo para captar cada detalle enfocando siempre a los ojos.
La guía completa
Lo que estás viendo es sólo un anticipo de mi guía de fotografía para hacer retratos en tus viajes. Podrás leer un poco más y ver si te interesa adquirir la guía completa a la venta en Amazon. Son 72 páginas y más de 180 fotografías
Puedes descargarte y ver la guía en cualquier ordenador o dispositivo portátil, incluidos smartphones y tablets, que tengan instalada la app gratuita Kindle. Si quieres ver sus primeras páginas, haz click en la sección «Echa un vistazo» o en la casilla «Enviar una muestra gratuita».
En la primera parte encontrarás la información necesaria para desarrollar tus habilidades personales e ir más allá de fotografiar desde la distancia. La segunda parte está dedicada a desarrollar tus habilidades técnicas, a configurar tu cámara y a trabajar de acuerdo a las normas fotográficas más habituales.
Ahora podrás ver un poco más.
- Fíjate en los detalles. Si la ropa dice algo de esa persona, fotografía medio cuerpo o a cuerpo completo evitando las poses forzadas. A veces las manos de alguien trabajando, un objeto decorativo o un peinado puede servirnos para comunicar lo que queremos captar de esa persona. Acércate para captar esos detalles. En otros casos resultará más interesante encuadrar a la persona dentro de su contexto más próximo. Esto implica tener que usar un gran angular para captar toda la escena.
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Elegir la distancia focal correcta
Para saber que distancia focal usar lo primero es preguntarnos qué tipo de retratos nos gusta hacer. Y sobre todo desde qué distancia nos gusta fotografiar. Esto es fundamental para saber con qué tipo de lente debemos trabajar. Porque según la distancia focal elegida conseguiremos un tipo de retrato u otro.
¿Nos gustan los primeros planos muy cercanos para resaltar todos los detalles? ¿O nos gustan tomas más amplias que incorporen el entorno del retratado? ¿Nos gusta trabajar con poca luz y grandes aperturas? ¿O nos gusta jugar con la profundidad de campo?
Se suele decir que el rango focal ideal para retratos oscila entre los 80 mm y los 100 mm. Y las focales que más he usado están en este rango. Los rangos inferiores, entre 18 y 35 mm, se usan cuando se quiere captar el entorno de la persona retratada sin necesidad de alejarse mucho.
En algunas ocasiones resulta interesante ocupar casi toda la imagen con el rostro usando una distancia focal amplia. Esto provoca una cierta deformación del rostro al hacer más grande la nariz o la barbilla. Pero los retratos captados así son muy expresivos.
Tener una lente multifocal de calidad, polivalente y luminosa me parece algo imprescindible. Unida a una buena cámara que aporte un sensor de calidad, estabilización y un ISO alto nos dará la posibilidad de hacer la mayoría de retratos de viaje con una sola lente.
Aquí podría entrar en el debate sobre la calidad las lentes de focal fija versus objetivos de focal variable o zoom. Hay fotógrafos que se arreglan con una lente fija de 50 mm. y con ella recorren el mundo. Pero como fotógrafo de viajes me gusta trabajar con diferentes distancias focales. Por eso necesito la flexibilidad e inmediatez de una lente multifocal.
También hay que preguntarse cuánto dinero estamos dispuestos a gastar. O con cuánto peso queremos cargar en nuestros viajes. Porque si quieres un objetivo multifocal de calidad que te de nitidez y aporte una buena luminosidad, vas a tener que pagarlo.
Y por último algo que he comprobado numerosas veces: cuanto menos equipo se lleva encima, más atento se está a la persona que se está fotografiando.
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A partir de aquí la información sobre los siguientes puntos la encontrarás en la guía de fotografía:
- Experimentar con la profundidad de campo
- Elije la velocidad correcta
- Usa el punto de enfoque
- Trabaja con la luz a tu favor
- No permanezcas estático. Muévete
- Olvídate del flash, si puedes
- Usar los modos automáticos
- Protege tu equipo
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