Hanói, o la amas o la odias.
Hanói es una de esas ciudades caóticas, bulliciosas y desbordantes de vida y actividad que provoca sensaciones encontradas. Sin embargo, tras unos días en Hanói, le acabas cogiendo cariño a su vibrante energía y a sus calles llenas de vida. Porque esta es una de las ciudades más intensas del sudeste de Asia, y la que más en Vietnam.
Esta intensidad a mucha gente le provoca cierta decepción ya que esperan encontrarse con un lugar más “espiritual”, menos caótico. Por eso es difícil mostrarse objetivo con Hanói, una ciudad donde los estímulos sensoriales son constantes. Hanói parece estar casi siempre activa, tanto e día como de noche. Aquí la vida se vive en las calles, donde se comercia, se come, se bebe y se juega en las aceras, rodeados de motos, miles de motos. Y de un intenso tráfico de gente que viene y va, de vendedores ambulantes y de turistas más o menos despistados.
Este caos diario, que apabulla al principio, termina por convertirse en algo habitual. Incluso el hecho de cruzar las calles con su alocado tráfico, una «actividad de riesgo» que al principio pone en alerta todos los sentidos, termina convirtiéndose en un acto rutinario. Sí, es cierto. El tráfico en Hanói es una locura con miles de vehículos que avanzan en todas direcciones entrecruzándose en calles, aceras, cruces y rotondas. Aunque todavía por debajo del nivel de locura de ciudades como Nueva Delhi o Benarés en la India o Kampala en Uganda. La diferencia es que en Hanói son las motos las que lo invaden todo durante todo el día.
Se calcula que hay casi 50 millones de motos matriculadas en Vietnam, así que ya te puedes imaginar que en Hanói cruzar la calle se convierte en todo un reto. Pero una vez que coges el truco, caminando sin detenerte mientras avanzas con paso decidido, cruzar las calles es cosa de niños. Verás como ricksaws, bicicletas, motos y coches se van apartando a tu paso mientras avanzas rodeado de todo tipo de vehículos.
Sí, Hanoi puede resultar agotadora. Pero es una ciudad realmente interesante con una potente carga histórica y mucho que ver y hacer. Esto le añade un plus de interés convirtiendo unos días en Hanoi en algo inolvidable. Pero hay que tener los ojos bien abiertos para evitar ciertos timos al turista, como los taxistas que circulan con taxímetros trucados, las cuentas “erróneas” en algunos locales callejeros, la presencia de carteristas, la clonación de tarjetas de crédito y otras pequeñas estafas que están a la orden del día. Algo que ha provocado el disgusto de muchos viajeros.
Para evitarte problemas, no llames mucho la atención con tu super equipo fotográfico y tu look de turista adinerado, no te hagas el listillo con los regateos (porque aquí se las saben todas), negocia precios cerrados con los taxistas, e intenta pagar con moneda local en vez de con tarjeta de crédito.
Por cosas como estas, en tu viaje a Vietnam no te olvides llevar un Seguro de Viajes que incluya las coberturas más completas. Te ahorrarás preocupaciones y muchos problemas. Por eso te recomiendo HEYMONDO. Además, si lo contratas directamente desde aquí, tendrás un 5% de descuento.
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La historia de Vietnam es fascinante. La influencia de China sobrevuela todo lo que se cuece en este país desde hace siglos. Esto, junto a los desastres de la Guerra de Vietnam (puedes hacerte una idea visitando el Museo de Historia Militar de Vietnam), casi ha borrado la huella de la Indochina francesa. Además, el hecho de ser un país con un régimen político comunista donde se vive intensamente el capitalismo, añade un plus de interés a este cóctel de sensaciones que provoca Hanoi.
Si tu visita, como fue mi caso, coincide con el aniversario del nacimiento de Ho Chi Min, el líder comunista más importante de la historia de Vietnam, podrás disfrutar de festivales de música y espectáculos de baile y teatro en las calles y plazas del centro de Hanoi. Es en esos momentos festivos podrás sentir el orgullo con el que se preserva la cultura tradicional vietnamita.
Y hablando de Ho Chi Min, se puede visitar su mausoleo para ver su cuerpo embalsamado. Pero sinceramente, te puedes ahorrar la visita y las colas que se forman para entrar a verlo, además de los estrictos controles de seguridad. Durante el día el sol cae inmisericorde sobre la explanada en la se encuentra el Mausoleo de Ho Chi Min. Así que te aconsejo visitar este lugar al atardecer.
Cosas que hacer en Hanói
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El lago Hoan Kiem
Con más de mil años de historia, Hanói es una ciudad para descubrir poco a poco. Y no hay mejor forma de comenzar que darse una vuelta por las orillas del lago Hoan Kiem. Este lago natural está enclavado en el centro de la ciudad, colindante con el casco antiguo y el antiguo Barrio Francés. En medio del bullicio de la ciudad, este el lugar preferido por mucha gente para venir a pasear, comer o tomarse un helado tras ver una actuación en el teatro de marionetas acuáticas de Thang Long. Al atardecer y los fines de semana los paseos alrededor del lago siempre están lleno de familias y parejitas.
En el centro del lago y construido sobre un islote se levanta el pequeño templo Den Ngoc Son. Tras pagar una pequeña entrada, has de cruzar un pequeño puente de color bermellón para llegar hasta él. En su interior se preservan disecadas un par de grandes tortugas que antaño vivían en el lago.
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El Barrio Antiguo
El Old Quartier o Barrio Antiguo de Hanói es el epicentro comercial, festivo y turístico de la ciudad. Con su animación a todas horas, es, sin duda, el barrio más interesante de la ciudad. Aquí encontrarás todo tipo de tiendas, restaurantes a pie de calle con sus diminutas banquetas y mesitas, hoteles, vendedores ambulantes y un tráfico permanente de miles de motos y ricksaws, uno de los medios más económicos para moverse por la ciudad. En realidad, son como tuk-tuks en los que el conductor pedalea sobre una bicicleta acoplada a una especie de silla de ruedas.
En el Barrio Antiguo podrás vivir el frenesí y la actividad diaria de Hanói en su máximo esplendor. En sus calles y callejones encontrarás puestos de comida típica, tiendas de cualquier cosa que imagines, edificios decorados con farolillos, mercadillos y estrechas aceras por donde caminar es casi imposible.
Además, al ser la zona más turística, aquí encontrarás casas de cambio y una multitud de pequeñas agencias de viaje que organizarán cualquier viaje o actividad imaginable por Vietnam. Sea lo que sea: excursiones en barco la bahía de Halong, caminar por los arrozales de Sapa, comprar billetes de autobús o avión a cualquier lugar de Vietnam, contratar un transporte privado…Todo lo que busques y más, lo encontrarás aquí. Por eso, cuando busques alojamiento, hazlo en El Barrio Antiguo.
Pero ¡cuidado! La vida nocturna en algunas zonas del Barrio Antiguo es frenética. Las calles se cortan al tráfico y se llenan de mesitas y taburetes donde multitud de pequeños locales sirven cerveza y comida barata. Aquí la protagonista es la comida callejera a precios económicos, como el “nem chua” (rollo de cerdo fermentado), el pan vietnamita, los fideos con pollo al vapor y sopa dulce, los rollitos de cerdo fermentados fritos, los calamares asados…
Pero volvamos a la animada vida nocturna del centro histórico. La música de las discotecas y los clubs nocturnos con música en vivo inunda las atestadas calles de gente por donde casi es imposible moverse. Si buscas fiesta y diversión, este es tu sitio. Toda la zona que rodea la conocida como “Beer Street”, o Ta Hien Beer Street” y sus calles adyacentes son un frenesí de gente y animación hasta altas horas de la madrugada.
Y no pienses que sólo es un lugar para turistas, porque este es el lugar de diversión para los jóvenes de Hanói. ¡Y vaya si se divierten! El colapso de mesitas y taburetes, motos y gente llega a tal extremo que a veces la policía local se asoma por aquí para despejar las calles y abrir paso. Es curioso ver como en cuanto llega la policía, las mesitas y taburetes de colores desaparecen como por encanto dejando vía libre en las calles.
Pero ¿Por qué la “Beer Street” es el destino nocturno favorito de locales y turistas? Para empezar, toda esta zona está llena de restaurantes y locales donde se sirve comida típica vietnamita a buenos precios. El alcohol es barato, y hay multitud de pubs y clubs con música en directo, Y con DJ´s que no pinchan nada mal.
Así que cuando busques alojamiento en el Barrio Antiguo, evita esta calle y las adyacentes. Hay multitud de buenos hoteles en calles cercanas mucho más tranquilas y a 2 pasos de la fiesta de la Beer Street. Te lo digo porque el primer hotel en el que me alojé estaba muy cerca, y era casi imposible dormir, incluso en las habitaciones más altas.
Por cierto, aprovecha que estás por aquí para visitar algunos de los rooftop más interesantes de Hanói para tomar algo con vistas a la ciudad. Qu a decir verdad, tampoco es que sean espectaculares. Pero se agradece estar ahí arriba mientras sopla la brisa y el ruido de la calle queda ahí abajo. Rooftop como el Lighthouse Sky Bar (Piso 10, No. 27, Calle Hang Be), que cuenta con un diseño único, y vistas panorámicas del lago Hoan Kiem, el Barrio Antiguo y el río Rojo.
Si lo que buscas es el bar más sofisticado de Hanói, entonces The Rooftop Hanoi (Piso 19, No. 83B, Calle Ly Thuong Kiet) es tu sitio. Aquí encontrarás un bar de primer nivel y un excelente restaurante, además de una buenas vistas sobre la ciudad
Terraco Sky Bar (No. 35, calle Hang Dau) Es otro de los rooftop más conocidos de Hanói por sus vistas al lago Hoan Kiem, al puente Huc y al templo Ngoc Son.
Starlight Skybar (No. 61, calle Hang Be) es el destino rooftop perfecto ya que cuenta con bar al aire libre y con el Restaurante Comet donde disfrutar la cocina vietnamita con vistas privilegiadas.
Diamond Sky Bar (No. 32, calle Lo Su) que destaca por su diseño con tres terrazas superpuestas diseñadas en forma de piano. Este exclusivo bar es un oasis de tranquilidad en medio del bullicio de la ciudad. Es el lugar perfecto para tomarse algo y relajarse mientras ves anochecer. Es uno de los que más me gustó.
Además, encontrarás multitud de cafeterías donde probar el típico «egg coffe», sí, café con huevo, así como terrazas al aire libre.
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La gastronomía local
Este tema merece un capítulo aparte porque vista la cantidad de restaurantes y locales a pie de calle, está claro que la gastronomía ocupa un lugar muy especial en la vida de los vietnamitas. Estamos en el norte del país y aquí encontraremos una comida más especiada que en el sur. Encontrarás los nem, rollitos vietnamitas, en todas sus versiones, así como el pho, la tradicional sopa de fideos con carne o tofu. Y, como no, los omnipresentes bánh mì, el típico bocadillo crujiente relleno de encurtidos, hierbas, verduras y carne de cerdo o pollo mezcla de la gastronomía local y la colonial francesa.
Sin embargo, te aconsejo tomar algunas precauciones si no quieres que tus vacaciones se conviertan en una sucesión interminable de viajes al baño. Vale que probar la comida local está bien, que comer en mercadillos “cosas desconocidas” añade algo de aventurilla y autenticidad al viaje, pero cuidado. Cuando veas las condiciones higiénicas de muchos locales, o dónde “lavan” los platos y demás utensilios, te lo vas a pensar dos veces antes de sentarte en uno de esos pequeños taburetes. Y ya no te cuento cuando ves esos trozos de carne achicharrándose bajo el sol tropical esperando para ser servida a algún turista incauto.
Así que busca lugares con ciertas garantías donde te preparen la comida al momento, y mejor, que la cocinen a la vista. Tampoco se te ocurra beber agua del grifo a no ser que desees saber qué se siente al tener una colonia de amebas en tu aparato digestivo. Esto es extensivo para todo el país y, en general, para todo el Sudeste Asiático. Lo mejor es hidratarse con agua mineral, y mucho mejor, la cerveza.
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Visita el Templo de la Literatura
El Templo de la Literatura es uno de los monumentos históricos y culturales más importantes de Hanói. Fundado en el año 1070, aquí se creó la primera universidad de Vietnam, que cerraron los franceses durante la época colonial. Está muy cerca del Mausoleo de Ho Chi Minh, de la Pagoda del Pilar Único, y a poco más de media hora a pie del lago Hoan Kiem. Aunque no es mucha distancia, te aconsejo venir en taxi o ricksaw si no quieres desfallecer del calor por el camino.
Adentrarse en sus jardines salpicados de estanques y en el mismo templo que ocupa el recinto principal, es todo un respiro del bullicio que invade Hanói. Si no quieres achicharrarte de calor y visitarlo sin mucha gente, te recomiendo ir a primeras horas de la mañana.
Buena parte del interior original con sus cinco pabellones se ha perdido. Incluso el gran pórtico de la entrada es una reconstrucción del siglo pasado. Aún así en los diferentes patios veremos numerosas estatuas y elementos simbólicos propios de la cultura china y vietnamita. Como los que encontramos en la gran puerta de acceso al primer patio con sus pilares de madera y puertas de color bermellón con techo de tejas rojas coronado por esculturas de carpas.
En el segundo patio hay una puerta parecida rodeada de jardines. Luego atravesarás el gran estanque de agua del tercer patio rodeado de estelas de piedra montadas sobre tortugas. Aquí están inscritos los nombres de los 1304 estudiantes que consiguieron graduarse mientras funcionaba la universidad, algo que era todo un honor.
En el cuarto patio veremos una gran vasija de bronce para quemar inciensos, y el altar dónde se adora a Confucio, así como a sus cuatro estudiantes más sobresalientes. Es la antesala del patio final donde encontramos altares con las figuras de tres emperadores que contribuyeron a la creación y desarrollo del templo.
Tengo que decir que los templos en Vietnam, y en concreto en Hanoi, no son espectaculares. Recordad que el país quedó arrasado tras la guerras de Indochina con los franceses, y luego con la guerra de Vietnam con los USA. Muchos templos, edificios y lugares históricos fueron destruidos por los bombardeos y lo que podemos ver hoy son, en su mayor parte, reconstrucciones parciales.
Por cierto, cuando visites templos y lugares sagrados, conviene vestirse apropiadamente. Esto es extensible para casi todos los países de Asia, y Vietnam en concreto, donde la gente es bastante conservadora en sus costumbres.
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La Pagoda del Pilar Único
Desde el Templo de la Literatura no hay mucha distancia hasta la Pagoda del Pilar Único, uno de los símbolos de Hanoi a pesar de su pequeño tamaño. Construida en el S.XI, fue destruida por los franceses cuando se retiraron de Indochina y reconstruida en 1954.
No se puede decir que la pagoda sea especialmente grande. Su valor reside en su simbolismo histórico y en la singularidad de que su estructura de madera se asienta sobre un único pilar. Sobre el pilar se eleva la pagoda con un pequeño altar dedicado a Buda, al que se accede por una pequeña escalinata.
Y esa es la gracia, que es la única en el Mundo sostenida por un solo pilar asentado en el centro de un estanque. El conjunto está rodeado de un pequeño parque y un par de pequeños templos adyacentes con una decoración desbordante de esculturas, estatuas y todo tipo de objetos que no os podéis perder.
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La Pagoda de Tran Quoc
En Hanói no abundan los grandes templo o recintos sagrados. Sin embargo, este pequeño recinto budista situado al este del lago Ho Tay tiene un encanto especial, sobre todo al atardecer. Su rasgo más distintivo es su alta pagoda que se eleva sobre el lago con el encanto de verla reflejada en las aguas del lago. Más allá del puro disfrute visual, poco más hay que decir.
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La turistada de la “Train Street”
Train Street se ha convertido en uno de los lugares más populares de Hanoi para los turistas. Originalmente era una alargada y estrecha calle por la que de vez en cuando pasaban trenes que entraban o salían de Hanói, trenes que siguen en funcionamiento.
Debido a su éxito entre los turistas, los vecinos empezaron a instalar pequeños locales de comida y bares pegados a la vía donde tomar algo esperando la llegada del tren. Pero tras varios incidentes, se ha limitado al tramo más conocido de esta calle y, en teoría, sólo puedes acceder si vas a tomar algo en alguno de los locales de la calle.
Te aconsejo consultar los horarios de los trenes (hay carteles en la misma calle) para evitarte largas esperas ya que los trenes no pasan con mucha frecuencia Y vale, pasa el tren y casi no ves nada de lo cerca que lo ves… Por eso, si he de ser sincero, es una turistada con la que los vecinos están ganando mucho dinero. Si no quieres complicarte la vida, puedes tener la misma sensación en cualquier andén de cualquier estación del mundo mientras pasa un tren a tu lado.
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El mercado nocturno de Hanói
Si estás en Hanoi durante un fin de semana y te gustan los mercadillos, no puedes perderte el animado mercado nocturno del Casco Antiguo. A partir de las 6 de la tarde del viernes y hasta el domingo las calles Hang Dao, Hang Ngang y Hang Luoc se llenan de cientos de tenderetes en pleno casco antiguo de Hanoi. Las calles se llenan de una bulliciosa mezcla de luces, olores, colorido, vendedores y turistas que buscan todo tipo de productos, incluyendo souvenirs, comida, ropa, frutas, verduras, pescados, especias, artesanías y todo lo que puedas imaginar.
No faltan los puestos de comida con brochetas a la barbacoa, pescados, tofu aderezados con todo tipo de salsas, ni los habituales bánh mì. El lugar perfecto para darse una vuelta y hacer algunas compras antes de ir a cenar y disfrutar de la fiesta nocturna de Hanói.
Sí, Hanói es una ciudad sorprendente que agobia y engancha por igual. A pesar del tráfico y del caos urbano, me encantó caminar por sus calles disfrutando de momentos que te hacen sentir ese encanto asiático tan especial. Una ciudad en la que te sientes extranjero y local al mismo tiempo y que, finalmente, deja una huella indeleble.
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