Jordania: un país muy fácil para viajar.
Jordania ofrece una combinación única de historia, naturaleza y cultura. Un país donde se entremezcla el exotismo del Próximo Oriente con las huellas de un rico pasado, además de un buen número de maravillas naturales. Desde las majestuosas ruinas de Petra al desierto del Wadi Rum, pasando por el mar Muerto y las playas del Mar Rojo. Un país perfecto para viajar por libre.
Si eres un amante de la historia y la arqueología Jordania es un destino muy a tener en cuenta. La antigua ciudad de Petra es uno de los lugares más impresionantes del mundo, con sus imponentes fachadas talladas en roca y sus pasajes y cuevas escondidos en las montañas. También puedes recorrer las ruinas romanas de Jerash, donde podrás transportarte en el tiempo y descubrir la grandeza de la que fue la ciudad romana más importante de esta parte de Oriente.
Jordania también es un destino de naturaleza de primera categoría. Los rojizos paisajes del desierto de Wadi Rum están entre los más bellos del mundo. Allí puedes hacer senderismo, conocerlo en excursiones en 4×4, o dormir bajo las estrellas en el desierto en alguno de los campamentos gestionados por familias beduinas.
Si te gusta el buceo y el snorkel, no te puedes perder la oportunidad de explorar las aguas del mar Rojo. Descubre los coloridos arrecifes de coral y la vida marina que habita en ellos, incluyendo tortugas, tiburones y delfines. Y si quieres relajarte en un lugar muy especial, pocos lugares hay en el mundo como las orillas del mar Muerto.
Pero lo que hace que Jordania sea realmente especial es la hospitalidad y amabilidad de su gente. En Jordania te recibirán con los brazos abiertos y te sentirás como en casa en cualquier lugar que vayas. La sociedad jordana es abierta y atesora una cultura rica y diversa que te sorprenderá con su música, gastronomía y tradiciones.
Aquí te dejo una ruta de entre 7 y 10 días con los lugares más interesantes de Jordania, aunque desde luego hay más. Como ya he comentado en mis artículos sobre la ciudad nabatea de Petra y el desierto del Wadi Rum, te recomiendo que antes de venir adquieras el JORDAN PASS. Con él podrás acceder a la mayoría de monumentos, museos y lugares históricos y naturales de Jordania con un importante ahorro de tiempo y dinero.
Y por si fueran pocos sus atractivos, Jordania es un país muy habituado al turismo. Posee una amplia infraestructura hotelera y una buena red de comunicaciones por carretera. Perfecta si, como yo, decides alquilar un auto y viajar a tu aire. Uno de esos países donde te sientes bien acogido y que resulta muy fácil de visitar por libre. Aquí te dejo este vídeo para que te vayas haciendo una idea de lo que te vas a encontrar viajando a Jordania:
Como no es un país muy grande os propongo una ruta circular que, partiendo de Amman pasa por Jerash, Petra, el Wadi Rum, Aqaba, Kerak, el mar Muerto y Madaba. Una ruta que se puede adaptar o completar si dispones de más tiempo con otros lugares como As-Salt, el cañón de Wadi Mujib, las termas de Ma´in Hot Springs, o con algunos castillos de la época de las Cruzadas.
Para tu tranquilidad, no lo dudes y viaja a Jordania con el respaldo del mejor seguro de viajes. Con el seguro de HEYMONDO tendrás las más amplias coberturas y la más completa asistencia para todo tipo de viajes, aventuras y contingencias viajeras. Además, contratando tu seguro desde aquí, obtendrás un 5% de descuento.
AMMAN, la capital de Jordania
de 1 a 2 días
A no ser que accedas por alguna de sus fronteras terrestres, lo más seguro es que llegues a Jordania por el aeropuerto de Amman. Lo primero que tengo que decir, pese al entusiasmo mostrado en algunos blogs, es que Amman no se encuentra entre las ciudades más bonitas del mundo. Sin embargo, la capital de Jordania atesora un rico pasado, una interesante vida cultural y una animada vida moderna. Por eso te recomiendo pasar aquí al menos un día o incluso dos. Porque Amman es de esos lugares que ofrecen más de lo que parece a primera vista.
Para empezar, te recomiendo visitar la Ciudadela de Amman, donde se encuentran algunos de los restos más importantes de su pasado. Además, desde lo alto de la Ciudadela podrás disfrutar de una vista panorámica de la ciudad con las colinas que la rodean cubiertas de construcciones. Este es uno de los lugares favoritos de los jordanos para venir a pasear, o para tomar las fotografías de sus momentos más especiales. Las imágenes no hacen justicia a este lugar, así que lo mejor es verlo en persona. La mejor hora es la del atardecer, cuando la luz tenue aporta sus tonos cálidos al desbarajuste urbano de la ciudad.
La Ciudadela es el sitio arqueológico más importante de Amman. Aquí se encuentran ruinas de la época romana, bizantina e islámica, incluyendo lo que queda del templo de Hércules y el palacio omeya. Desde aquí también podrás ver al pie de las colinas, el gran Teatro Romano que te aconsejo visitar pasado el mediodía, ya que por la mañana la mayor parte del teatro permanece en la sombra.
Si deseas conocer más sobre la historia de Jordania, puedes visitar el Museo Arqueológico de Jordania. Allí se conserva una importante colección de objetos que datan de la prehistoria hasta la época islámica. Porque has de saber que la Ciudadela de Amman es el aperitivo del que es el mayor yacimiento arqueológico e histórico de Jordania: la antigua ciudad romana de Jerash. Se encuentra a unos 50 kilómetros al norte de Amman y es una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo.
Amman no solo es historia, también es una ciudad moderna y vibrante, llena de tiendas, restaurantes y cafés. Por la noche la Rainbow Street es una de las calles más animadas de la ciudad. En sus alrededores se encuentran algunos de los mejores restaurantes de Amman como el VU´S Café. O el elegante restaurante Mijana en la colorida Ahmad Ben Tolon St., con una carta extensa de comida tradicional con toques modernos exquisita.
También encontrarás bares con música donde se fuma la tradicional chicha, además de tiendas de ropa y artesanía. Si te gusta sumergirte en un ambiente más tradicional, durante el día puedes darte una vuelta por las calles del zoco de Amman. Ahí encontrarás todo tipo de productos locales, desde especias y frutas hasta joyas y productos textiles.
La ciudad romana de JERASH
Medio día
Las ruinas de la ciudad romana de Jerash son el testimonio de la grandeza del Imperio Romano en Oriente Medio. Su importancia radica en su estado de conservación, su belleza arquitectónica y su valor histórico, que demuestra la riqueza cultural y arquitectónica que tuvo durante muchos siglos. A pesar de los terremotos y el paso del tiempo, Jerash está considerada como una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo. Y se encuentra a poco más de una hora de carretera de Amman.
Aunque Jerash fue fundada en el siglo IV a.C., alcanzó su máxima esplendor con la expansión del imperio Romano hacia Oriente. Durante varios siglos fue la ciudad romana más importante de la provincia de Arabia, gracias a su ubicación estratégica en la ruta comercial que conectaba Damasco con Petra. Jerash se benefició de la construcción de carreteras, acueductos, templos y teatros, que hicieron de Jerash una de las ciudades más avanzadas y prósperas de la región.
Todavía hoy es inevitable emocionarse con la grandiosidad del impresionante conjunto de monumentos y edificios de Jerash. Entre ellos los más destacados son el Arco de Adriano, los dos grandes teatros en perfecto estado de conservación, el Templo de Artemisa y el Foro y la Plaza Oval rodeada de columnas. De ella parte el Cardo Maximus, la gran calzada empedrada que vertebraba la ciudad.
La caída del imperio romano, el cambio de rutas comerciales y los terremotos, provocaron el declive gradual de Jerash durante la Edad Media. Pero a diferencia de otras ciudades de la región, nunca fue destruida ni abandonada totalmente. Con el paso del tiempo Jerash se convirtió en una ciudad agrícola y sus monumentos fueron utilizados como canteras de piedra para construcciones posteriores. Y esta es la ciudad que os vais a encontrar hoy. La antigua ciudad romana rodeada por la nueva Jerash, que, gracias a sus ruinas, vive también del turismo. Afortunadamente, muchos de estos monumentos sobrevivieron y están siendo restaurados para que todos podamos descubrir el brillo de su pasado esplendor.
La entrada a Jerash está incluida en el Jordan Pass y puedes pasar entre 2 y 3 horas para recorrerla. Eso sí, intenta evitar las horas centrales del día para no morirte de calor. Y bebe muchos jugos de granada que aquí están riquísimos.
PETRA, la joya de Jordania
De 2 a 3 días
Petra es la joya de la corona del turismo de Jordania. Además de ser considerada uno de los tesoros arqueológicos más fascinantes del mundo, Petra tiene una belleza natural impresionante. La garganta en la que se encuentra es todo un espectáculo geológico, con paredes de piedra de colores rojizos y texturas variadas.
Hace más de 2000 años los nabateos procedentes de la península de Arabia, decidieron establecer aquí la capital de su próspero reino. Y esculpieron los principales edificios y monumentos de la ciudad en la misma roca, en una garganta estrecha y profunda semi oculta del sur de Jordania. Petra se convirtió entonces en un importante centro de comercio en la antigüedad, al jugar un papel muy importante en la ruta de las especias entre Arabia, Egipto y Siria.
Todavía hoy, a pesar del paso del tiempo, de la erosión y del abandono, Petra resulta impresionante. Cualquiera que llegue hasta Petra, se quedará «de piedra» al ir descubriendo esos grandes edificios tallados en roca, incluyendo el famoso Tesoro, el Templo del Monasterio y las Tumba de los Reyes.
Petra es un lugar muy especial. Por eso el precio del Jordan Pass está basado en los días de tu estancia aquí. Y también por eso le he dedicado un extenso artículo con muchas fotografías y toda la información que necesitas para visitarla:
Petra: «la gallina de los huevos de oro» del turismo de Jordania
El desierto más fascinante de Jordania: el WADI RUM
Dos días
El desierto de Wadi Rum es el mayor desierto de Oriente Medio. Una impresionante maravilla natural que cuenta con una rica historia y cultura, al ser la extensión hacia el norte del gran desierto de Arabia. Es un desierto único en el mundo que todavía hoy es el hogar de algunas tribus de beduinos que lo han habitado durante generaciones.
En la antigüedad, el Wadi Rum era conocido como Aram y fue el lugar de paso obligado de las rutas comerciales nabateas que conectaban Arabia con Siria y el Mediterráneo. Tras los nabateos y la caída del Imperio Romano, la región fue conquistada por los árabes en el S.VII pasando a formar parte del mundo islámico y posteriormente del Imperio Otomano.
Durante la I Guerra Mundial a principios del S. XX, el Wadi Rum fue el lugar elegido por los ingleses para atacar la retaguardia del imperio otomano. Y el lugar elegido por el agente británico Lawrence de Arabia para unificar a las tribus beduinas y cortar las vías de suministro de los turcos desde el mar Rojo. Antes de venir os aconsejo ver la icónica película de David Lean, «Lawrence de Arabia«, contribuyó a popularizar este desierto y hacerlo famoso en todo el mundo.
Hoy, el desierto de Wadi Rum es un destino turístico muy popular (quizás demasiado) y un lugar ideal para explorar sus paisajes y asomarte a la cultura beduina. Los visitantes pueden disfrutar de un recorrido en 4×4, paseos en camello, senderismo, escalada en roca o pasar la noche en alguno de los campamentos beduinos levantados en la zona visitable del desierto.
Os dejo toda la información necesaria y consejos prácticos, además de muchas fotografías, para viajar a este desierto en este artículo:
Wadi Rum, atrapado por la belleza del desierto rojo de Jordania
La fortaleza cruzada de KERAK
Medio día
La fortaleza de Kerak se hizo popular tras la película «El Reino de los Cielos» («Kingdom of Heaven»), dirigida por Ridley Scott y estrenada en el año 2005. La película está ambientada en la época de las cruzadas y aunque no es una representación históricamente precisa de los acontecimientos históricos de la época, proporciona una visión interesante de la importancia que tuvo la fortaleza de Kerak en la lucha por el control religioso y político del Medio Oriente durante la Edad Media.
Te aconsejo ver la película antes de venir. Aunque verás que la fortaleza de Kerak, representada como una imponente fortificación situada en un acantilado, no tiene mucho que ver con la realidad. Pero no por ello es menos impresionante. Al contrario, cuando veas su gran tamaño, sus enormes murallas y fortificaciones, así como los numerosos túneles y grandes estancias de su interior, te darás cuenta de que estás en un lugar muy especial.
Kerak se encuentra a unas 2 horas de Amman, a dos horas y media de Petra, a unas 3 horas de Aqaba y a una hora y cuarto de la zona hotelera del mar Muerto.
Construida a principios del siglo XII por los cruzados, la fortaleza de Kerak fue un importante puesto defensivo para el Reino de Jerusalén. Su ubicación estratégica en el camino de las rutas del Medio Oriente entre Egipto con Siria, y su cercanía al mar Muerto (visible en un día claro desde las atalayas de la fortaleza) convirtió su dominio en fundamental para cristianos y musulmanes.
Por eso durante el siglo XII fue objeto de numerosos asedios por parte de las fuerzas musulmanas. Como el del año 1183 comandado por Saladino que asedió Kerak con un gran ejército. A pesar de que los cruzados estaban en minoría, resistieron durante varios meses. Finalmente la fortaleza de Kerak cayó en manos del ejército de Saladino en 1190 que terminó conquistando toda Palestina y expulsando a los cruzados de Tierra Santa. Es fácil imaginarse estos acontecimientos históricos recorriendo las torres, murallas y pasadizos de la fortaleza. Aunque visto con la óptica del S. XXI cuesta entender que la defensa de una religión condujera hasta aquí a miles y miles de cristianos para morir en estas lejanas tierras.
La entrada a Kerak está incluida en el Jordan Pass, y te cuento que las mejores panorámicas de la fortaleza las tendrás desde un mirador situado en la carretera que sube a la colina situada justo enfrente.
AQABA y el mar Rojo
De 1 a 2 días
Aqaba, en las orillas jordanas del mar Rojo, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más populares del país. Todo gracias a sus playas, sus cálidas aguas y, sobre todo, a sus arrecifes de coral. Todo un paraíso para los amantes del buceo y el snorkel. Aunque durante este viaje no bucee en sus aguas, lo hice hace algunos años en las cercanas aguas de Eilat, en Israel. Y os puedo decir que los fondos marinos del mar Rojo son como un lujuriante jardín multicolor de corales y vida submarina.
Aquí puedes encontrar cientos de especies de peces y unos 200 tipos de coral que convierten a este mar en uno de los de mayor biodiversidad del mundo. Estar en el agua y ver el contraste entre la reseca y amarillenta superficie terrestre, y la rica vida multicolor submarina es algo que resulta inolvidable.
Pero si queréis que os diga la verdad, Aqaba, aparte de sus playas (normalitas, sin más) y sus cálidas aguas, no es una ciudad que tenga grandes atractivos. Las playas son el lugar más animado de la ciudad, sobre todo al atardecer, cuando familias y grupos de amigos se reúnen para ver el atardecer y fumar chicha. Si te da pereza meterte en el agua, puedes contratar los servicios de alguna de las lanchas varadas en la playa. Casi todas tienen el fondo trasparente (más o menos) para que puedas ver los fondos de las aguas cercanas.
Aqaba cuenta con un rico pasado histórico pues ha sido un importante puerto comercial desde la época de los nabateos. Y lo sigue siendo a día de hoy, ya que es la única salida al mar que tiene Jordania con poco más de 20 km. de extensión de costa encajada entre Israel y Arabia Saudí. Y esta es la razón de que parte de la costa jordana esté ocupada por muelles, contenedores y barcos cargueros.
El lugar histórico más interesante de Aqaba es su fortaleza, construida por los mamelucos en el siglo XIV. En el S.XVI la ciudad pasó a formar parte del Imperio Otomano, que dominó gran parte de la región durante más de cuatro siglos y convirtió a Aqaba en su puerto comercial más importante en el Mar Rojo.
Sin embargo, Aqaba no resistió el embate de las fuerzas árabes y británicas lideradas por Lawrence de Arabia en 1916. La pérdida de Aqaba cortó la línea de suministro de los turcos y les impidió enviar refuerzos a la región. Si te interesa la Historia, puedes visitar la pequeña fortaleza otomana, el vestigio más importante de la presencia turca en la región.
Por lo demás, Aqaba cuenta con una abundante oferta hotelera y de restauración para satisfacer las demandas del turismo. Tiene aeropuerto internacional, así también puede ser el punto de partida para explorar la ciudad nabatea de Petra (125 km.) y el desierto de Wadi Rum (75 km.).
MAR MUERTO
Un día
El sol se desliza lentamente hacia el horizonte mientras el cielo se viste de tonos cálidos y las olas suaves acarician la costa de sal petrificada. El Mar Muerto, casi inmóvil, refleja los colores del cielo en su superficie, creando un paisaje de ensueño. Estoy caminando sobre las rocas de sal que cubren las orillas del mar Muerto. Y ante mí se extiende la superficie plana, calma y casi aceitosa. Justo enfrente, distingo perfectamente la costa perfilada del desierto de Israel.
La zona hotelera del mar Muerto (ubicada en la parte norte) se encuentra a una hora de Amman y a 50 minutos de Madaba. El resto de la costa es casi inaccesible debido al descenso del nivel de agua del mar Muerto. Precisamente por esto las zonas de baño de la zona hotelera no me gustan. Así que te voy a recomendar una zona muy especial: Salt Beach. Las fotografías que ves están hechas en esta zona ubicada a unos 30 minutos al sur de la zona hotelera. Y muy cerca de la entrada al cañón del Wadi Mujib. Salt Beach es perfecta para darse un baño en el mar Muerto y disfrutar de unos atardeceres inolvidables.
El mar Muerto es uno de los lugares más extraños de nuestro planeta. Este gran lago salado ubicado en la depresión del Rift del valle del Jordán, se extiende desde la región de Galilea en Israel hasta el Golfo de Aqaba en el Mar Rojo. Y es una de las zonas más bajas del mundo, con lugares que se encuentran a unos 400 metros por debajo del nivel del mar.
El mar Muerto también es uno de los lugares más hostiles. Durante el largo verano, las temperaturas en sus orillas pueden superar los 40 grados centígrados durante el día. Además, la altísima concentración de sal (un 25% más que la de los océanos), y también de magnesio, impide el desarrollo de casi cualquier forma de vida. Incluso la bacteriana. Sólo se han encontrado algunos microorganismos halófilos capaces de sobrevivir en este inhóspito entorno.
Lo más raro es que el agua es como un caldo salino en el que flotarás de una manera casi irreal. La alta densidad salina del agua impide que nos hundamos cuando nos adentramos en sus aguas. Pero cuidado al entrar en sus aguas. No te zambullas, no sumerjas la cabeza y evita que te entre agua salada en los ojos, en la boca o en alguna herida (o te acordarás de esta advertencia).
Tras unos minutos flotando querrás salir y quitarte la aceitosa capa de sal adherida a la piel de la forma que sea. Así que, cuando encuentres un lugar para bañarte, fíjate que tenga bien cerca una ducha de agua dulce. Verás los ingeniosos sistemas desarrollados por la gente local para acercar el agua dulce hasta las orillas y montar improvisadas duchas.
La belleza natural y las propiedades terapéuticas que se le atribuyen a las aguas del Mar Muerto, lo han convertido en uno de los principales destinos turísticos de Jordania. Y también de Israel. En ambas orillas encontrarás hoteles y balnearios donde podrás tomar el sol, rebozarte en barros salinos y bañarte en las aguas de este lugar tan especial. Por cierto, si viajas hasta aquí acércate a recorrer el cañón del Wadi Mujib, o a pasar un día en las termas de Ma´in Hot Springs (son de pago). Y si estás del lado israelí, no pierdas la oportunidad de visitar las ruinas de la fortaleza de Masada y conocer su curiosa historia.
Pero el mar Muerto se muere. Pero como ya está «muerto» mejor decir que desaparece. Cada año su nivel baja varios metros de forma alarmante. El río Jordan, su principal aporte de agua, cada vez llega con menos caudal. Y con el aumento de las temperaturas la evaporación de agua es más elevada. Todo esto provoca que descienda su volumen de agua y que su nivel de salinidad se incremente todavía más.
Por eso recuerda que esta agua es sumamente tóxica y bañarse aquí exige hacerlo con sumo cuidado.
La tradicional AS-SALT
Medio día. Y mejor por la mañana
Si todavía te queda algo de tiempo en Jordania, puedes visitar un par de lugares interesantes. Uno de ellos es As-Salt, una de esas pequeñas ciudades de Jordania que suele pasar desapercibida. Situada a poco más de una hora de carretera de Amman, fue un importante centro administrativo durante el periodo del dominio otomano. Y estuvo a punto de convertirse en la capital de una incipiente Jordania, hasta que Amman se convirtió en la capital definitiva.
No os voy a engañar. As-Salt es fea y desangelada. Pero tiene el atractivo de la vida tal cual es en Jordania. Os recomiendo daros una vuelta por la Hamman St., una calle repleta de tiendas donde se instala el mercado callejero con puestos de comida, frutas y verduras. Donde se preparan los panes y los dulces a la vista de todos. También os aconsejo curiosear por el interior de algunos edificios que son como un museo ya que conservan parte de la decoración del periodo otomano. Por ejemplo, el Aktham’s 1881 Café que ocupa la histórica Daoud House. Con sus salones y sus terrazas a diferentes niveles es el lugar perfecto para tomar un té o fumarse una chicha.
MADABA, la ciudad de los mosaicos
Un día
Situada a unos 35 km. al suroeste de Amman, Madaba es conocida como la ciudad de los mosaicos. Aquí, entre talleres de mosaicos, tiendas de recuerdos y mezquitas, encontrarás también un buen número de iglesias católicas y ortodoxas (hay un 30-35% de cristianos en la ciudad), además de restos de la época romana. Y el cercano monte Nebo, un lugar muy simbólico para la Cristiandad, pues al parecer fue desde aquí desde donde Moisés vio por primera vez la Tierra Prometida. Aparte de su simbolismo, desde sus alturas sólo verás extenderse el horizonte desértico de Jordania en el horizonte.
En Madaba se encuentra el famoso mapa-mosaico de Tierra Santa, la representación más antigua conocida de este extremo de la costa mediterránea incluyendo Palestina y el delta del Nilo. El mosaico, datado en el S. VI d.C., se encontró cuando se construyó la iglesia ortodoxa de San Jorge a finales del XIX sobre una iglesia bizantina más antigua. Aunque en las fotografías se aprecia mejor, in situ es difícil distinguir con detalle la ubicación de ciertos lugares ya que apenas queda un tercio del mosaico original. Aunque Jerusalén sí que aparece muy detallada rodeada de sus murallas.
En Madaba hay otras iglesias con mosaicos bizantinos, como la de San Teodoro, la de los Apóstoles o la de los Mártires. Esta última se encuentra en el interior del Parque Arqueológico de Madaba, construida sobre un antiguo templo romano, junto a parte de la calzada romana que atravesaba la ciudad. En sus mosaicos veréis que casi todos los rostros aparecen destruidos por los furibundos ataques de los iconoclastas cristianos que en el S. VIII decidieron eliminar toda representación humana de los lugares de oración. Afortunadamente, algunos de los mosaicos se han preservado intactos mostrando en algunas de sus escenas la fuerza y la belleza de un mundo que ya no está.
Por otra parte, Madaba es el lugar perfecto para hospedarse si acabas saturado de Amman, ya que es una pequeña ciudad más tranquila y más económica que la capital. También es la base de operaciones perfecta si buscas un lugar cercano al aeropuerto, tanto para la llegada como para la salida del país. Sobre todo, si has alquilado un auto y quieres ahorrarte los famosos atascos de Amman en sus horas punta. Atascos que te pueden costar llegar a tiempo al aeropuerto y perder tu vuelo de regreso a casa.
Como habéis visto esta es una ruta flexible que se puede ajustar a tus gustos. Que te apetece bucear en el mar Rojo, pues dedícale un par de días a Aqaba. Que no te gustan las grandes ciudades, pues con un día en Amman, es suficiente. Que te gusta la naturaleza, pues dedícale al menos un par de días al Wadi Rum. Y uno al cañón del Wadi Mujib (abierto sólo del 1 de abril a finales de octubre). Eso sí, lo que es irrenunciable es pasar al menos un par de días en Petra. Además de una noche y un día entero en el desierto del Wadi Rum.
Al final comprobarás que en Jordania es muy fácil viajar por libre para disfrutar a tu aire de lo que te ofrece este país.
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