París, una de las ciudades más escénicas del mundo.
París ha sido fotografiada en todos sus centímetros cuadrados. No creo que quede rincón, callejuela, esquina, plaza, terraza o paseo que no se haya visto o publicado una y mil veces en todo tipo de formatos. Sí, aquí os voy a enseñar desde dónde fotografiar algunos de los lugares más conocidos. Pero también otros que os sorprenderán y que os darán juego para que podáis desarrollar vuestra creatividad.
He visitado París en numerosas ocasiones. Aun así, no deja de sorprenderme su monumentalidad, su belleza formal y la armonía de su urbanismo. Pero, sobre todo, me gusta la forma en la que se han ido integrando elementos más modernos y actuales en su archiconocida fisionomía urbana.
De París y de sus monumentos ya está todo dicho. Hay miles de publicaciones impresas y miles de blogs que cuentan hasta el más mínimo detalle de lo que te vas a encontrar en la capital francesa. Aún así, hay mucha gente que todavía no la conoce, o que no ha tenido el tiempo de recorrerla para hacerse una composición de lugar más amplia. Espero que estas fotografías y los lugares que he fotografiado te ayuden a disfrutar todavía más de una ciudad que, por otra parte, sabe venderse muy bien a sí misma.
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1.- El Arco de Triunfo
Construido por orden de Napoleón entre 1806 y 1836 para que nadie olvidara su victoria militar en Austerlitz, este arco es todo un símbolo de París. Sobre la rotonda donde se levanta parten, como rayos de una estrella, (por eso se la llama Place de l´´´Etoile) 12 de las principales avenidas de París. Entre ellas los famosos Campos Elíseos.
Con sus 50 metros de altura es visible desde muchos puntos de la ciudad. Pero lo que mucha gente no sabe es que se puede visitar. Y subir por una estupenda escalera de caracol a la terraza exterior ubicada en lo más alto de este imponente arco conmemorativo.
Desde este lugar privilegiado podrás fotografiar gran parte del centro de París incluyendo la Torre Eiffel, Montmartre o la zona de negocios y oficinas de La Défense. Y el mejor momento para hacerlo es al atardecer. Después, ya de noche, podrás fotografiar el Arco de Triunfo desde la plaza. Cuando tomé estas imágenes estaban preparando el Arco para “empaquetarlo” en la última performance del artista búlgaro Christo y su esposa Jeanne-Claude (septiembre 2021).
El acceso al Arco de Triunfo se hace a través de un pasadizo subterráneo con acceso desde la estación de Metro. Y te aconsejo comprar la entrada con antelación vía internet.
2.- La Sainte Chapelle
Esta capilla ubicada en la Île de la Cité, en pleno centro de París, es una auténtica joya del gótico. Sus 1113 escenas bíblicas representadas en 15 grandes vidrieras de colores de 15 m. de alto dan mucho juego a la hora de tomar fotografías. La luz que se filtra a través de los cristales de colores de los grandes vanos y la ligereza de sus muros, te harán pasar un buen rato con tu cámara.
La Sainte Chapelle fue ideada para albergar la colección de reliquias del rey San Luis de Francia en 1241. Su construcción se terminó en 1248 y en realidad, formaba parte del complejo del antiguo Palacio Real, el Palais de la Cité. Hoy aquí se encuentra el Palacio de Justicia que conserva en sus sótanos la Conciergerie, la prisión usada durante la Revolución Francesa. La Sainte Chapelle cuenta con dos capillas, la inferior donde se aprecia el conjunto de columnas que sostienen el edificio. Y la superior donde se encuentran las vidrieras y que es la más fotogénica.
Te aconsejo reservar tu entrada por Internet. Y, sobre todo, venir por la mañana en un día soleado. Encontrarás una luz mucho más uniforme que hace lucir las vidrieras en todo su esplendor. Si te interesa la Historia y en este caso la Revolución Francesa, puedes visitar los sótanos de la Conciergerie. En sus calabozos estuvieron presos muchos personajes importantes de Francia antes de ser ejecutados en la guillotina, como la mismísima María Antonieta y el revolucionario Robespierre.
3.-Notre Dame de Paris
¿Quién no recuerda las imágenes de la Catedral de Notre Dame ardiendo como una tea mientras se derrumbaba su famoso pináculo de madera? En cualquier viaje a París no podía faltar las imágenes de Notre Dame tomadas desde todos los ángulos. Por fuera y por dentro, desde abajo y desde arriba.
Desgraciadamente durante unos años no va a ser posible tomar otra vez esas mágicas imágenes desde sus torres, con las gárgolas en primer plano y la ciudad de fondo. Hoy Notre Dame está vallada y la única torre que sobresale de entre los andamios que la recubren es la de una grúa de estropea cualquier fotografía. Eso sí, su fachada principal y sus dos torres-campanario están bien visibles porque no fueron afectadas directamente por las llamas.
De todas formas, es inevitable venir a París y querer hacer unas fotos por aquí. Que nadie te quite la ilusión, así que puedes plantarte en la esquina del Petit Pont con el Quai Saint-Michel para empezar. Y luego seguir bordeando el Sena por el Quai de la Tournelle hasta llegar a la Île de Saint-Louis.
Muy cerca se encuentra un moderno edificio sede del Instituto del Mundo Árabe. Desde su terraza, de acceso gratuito, tendrás unas vistas estupendas de Notre Dame y de esta zona del Sena usando tu tele-objetivo. Eso sí, tendrás que esperar a que la catedral esté totalmente reconstruida para que las imágenes que tomes valgan la pena.
4.- 59 Rivoli
Ubicado en el 59 de la rue Rivoli te encontrarás con este curioso lugar. Es un edificio que se ha convertido en un referente del arte de vanguardia en parís. Está totalmente ocupado por artistas «alternativos» que alquilan sus salas como taller y lugar de venta de sus creaciones. La entrada es gratuita, así que no tienes excusa para no visitarlo. Nada más acceder al edificio te encontrarás con una escalera en espiral totalmente decorada con una serie de grafitis. Esta colorida escalera permitirá recorrer las 6 plantas del edificio y entrar en los diferentes talleres que encontrarás en cada una de ellas.
Por si no lo sabes esta galería de arte alternativo se ha convertido en uno de los lugares más visitados del centro de París. Si quieres conocer un París diferente y hacer fotografía más allá de las típicas, no puedes dejar de pasarte por aquí.
5.- La Torre Montparnasse
Bienvenidos al mirador más alto de la ciudad, después de la Torre Eiffel. En lo más alto (210 metros sobre el suelo) de este rascacielos ubicado al lado de la Gare Montparnasse, se encuentra la terraza con algunas de las mejores vistas de la ciudad. Si lo que te gusta es fotografiar desde las alturas, este es tu lugar.
El mirador consta de una parte cubierta acristalada en el piso 56, y otra más alta, la mejor, abierta al aire libre en el 59. Y además con un bar abierto durante la temporada de verano. La terraza está protegida con una serie de mamparos de cristal. Algunos de ellos están abiertos a la altura de los ojos para que puedas fotografiar sin obstáculos. El mejor momento para disfrutar de las vistas es en un día despejado, y mejor, al atardecer. Para tu información puedes usar trípode, así que planifica tu visita con antelación para llegar una hora antes del ocaso. Podrás encontrar un buen sitio para plantar tu trípode sin problemas de espacio.
Junto al mirador del Arco de Triunfo, este es uno de los mejores sitios de París para disfrutar de sus vistas. Sobre todo, de la Torre Eiffel y de la ciudad extendiéndose hasta el horizonte iluminándose al atardecer. Aquí es difícil decidirse entre un objetivo gran angular, o un tele. Por lo tanto, llévate los dos ya que los monumentos se ven realmente lejanos. Y las tomas amplias pueden quedar muy bonitas si el cielo acompaña.
6.- La Torre Eiffel
Sí, la Torre Eiffel es una de las construcciones más fotografiadas del mundo, y seguramente querrás hacer algo diferente a lo que ya has visto. Ya sabrás que la Torre Eiffel fue edificada con ocasión de las Exposiciones Universales celebradas en Paris en 1889 y 1900. En principio su duración estaba prevista para 20 años, porque después debería ser demolida. Pero gracias a que fue utilizada como base para las antenas de comunicaciones del ejército francés, se salvó de la destrucción.
Y ahí lleva, más de 120 años iluminando las noches de París tras haberse convertido en el icono por excelencia de la ciudad y de paso, de toda Francia. E iluminando la imaginación de millones de personas de todo el mundo que vienen a fotografiarla de todas las maneras posibles.
Para mí las mejores vistas de la Torre Eiffel se tienen desde el parque de Trocadero, ubicado justo enfrente. Y desde las orillas del Sena. En mi último viaje, el Parque de Trocadero estaba cerrado y rodeado de vallas que no me permitieron tomar algunas de las mejores fotos que se pueden tomar desde aquí.
Las mejores horas para fotografiar desde Trocadero son muy temprano por la mañana cuando no hay casi nadie. También en un día lluvioso con la Torre Eiffel reflejándose en el suelo mojado y, claro está, al atardecer, con la torre iluminada. Si vienes tarde, estate atento con tu equipo fotográfico y los “amigos de lo ajeno”.
Desde las orillas del Sena, en concreto desde el Pont de léna, el Port Debilly y la acera de la Avenida de New York, obtendrás algunas de las mejores escenas con la torre iluminada con los barcos pasando debajo del puente. Un poco más adelante te encontrarás con el Pont de Bir-Hakeim, desde donde tendrás otro punto de vista menos frontal.
Otro lugar que me gusta son las calles que rodean la Torre Eiffel como la rue Buenos Aires o la rue Jean Pierre Lamy. Desde estas calles los ángulos de la gran construcción metálica de la torre contrastan con las líneas rectas de los nobles edificios de piedra del S.XIX.
Durante este viaje la Torre Eiffel se encontraba con andamios por la parte que da a los jardines del Champ de Mars. Son trabajos de mantenimiento que se prolongarán durante un tiempo y que van a dejar a la Torre Eiffel totalmente renovada para los Juegos Olímpicos de París de 2024. Depende del momento en que viajes, tendrás que buscar el lugar desde donde menos se vean estos andamios.
Y para terminar, no te puedes perder las vistas de parís desde los diferentes niveles de la Torre. Te aconsejo primero subir a la cumbre, la parte más alta a 276 m. de altura. Desde aquí tienes todo París a tus pies, eso sí, sin la silueta de la Torre Eiffel. A no ser que fotografíes su sombra en el suelo.
De todas formas, las vistas sobre el Sena y los tejados de la ciudad son magníficas. Desde la segunda planta a 116m. tendrás una visión más cercana de los edificios y los jardines que rodean la torre. Desde aquí te aconsejo bajar por las escaleras hasta el primer piso a 57 m. para apreciar la compleja estructura de hierro. Y luego continuar hasta la base. Una vez ahí es imprescindible un gran angular para abarcar toda la estructura de la Torre.
Como suele suceder con este tipo de edificaciones, las mejores vistas no se tienen desde sus alturas, sino desde la distancia. Pero eso no es excusa para que no te gastes el dinero en subir hasta lo alto de la Torre Eiffel. Porque estás en París y hay cosas que hay que hacer sí o sí.
7.- La Opera de París
Este edificio es uno de los más armónicos, hermosos y llamativos de París. También se le conoce como el Palacio Garnier, pues así se llamaba su arquitecto. Muestra en su estilo Segundo Imperio todo el esplendor, la grandeza y el poderío decimonónico francés de la época de Napoleón III. Sin duda es uno de esos edificios que llaman la atención desde el exterior, y que puedes fotografiar perfectamente desde la Place Opera.
Pero lo mejor está en su interior. Su recargada decoración a base de mármoles, columnas, estatuas de deidades griegas, escalinatas, lámparas, pinturas murales, frescos y espejos es el envoltorio perfecto para su magnífica sala con capacidad para 2200 espectadores. La gran bóveda del techo pintada por Marc Chagal en 1964 es el contrapunto moderno al terciopelo rojo de cortinajes y butacas que rodean el gran escenario. Los techos del resto de las salas del edificio es una auténtica explosión decorativa.
Para poder disfrutar de toda esta orgía decorativa vas a tener que pasar por caja. Y no olvidarte de tu gran angular para poder fotografiar la Grand Escalier y el resto de salas en toda la belleza y armonía de su conjunto. Por cierto, su gran salón de recepciones te va a recordar a la galería de los Espejos del Palacio de Versalles.
8.- Las Galerías Lafayette
Muy cerca de la Ópera se encuentran las Galerías Lafayette, todo un clásico de París. Durante muchas décadas fue el centro comercial por excelencia de la capital francesa, símbolo del lujo y la exclusividad donde reinaban las marcas francesas de la moda y la perfumería. Pero, además del glamour pasado de otras épocas, en el interior de las Galerías Lafayette te encontrarás con una enorme y fantástica cúpula rematada con vidrieras de colores. Una cúpula que podrás fotografiar desde diferentes ángulos, y desde diferentes alturas. Empezando por la gran rotonda central de la Planta Baja para ir subiendo por las 6 plantas del edificio.
Pero eso no es todo. La terraza al aire libre que se encuentra en la parte más alta del edificio te ofrecerá unas vistas inigualables sobre el edificio de la Ópera Garnier, que está justo enfrente. Y sobre la parte sur de París, incluyendo la Torre Eiffel. Además es un lugar perfecto para descansar un rato, tomar algo en su bar-restaurante o disfrutar del sol si tienes la suerte de que no esté nublado o llueva.
9.- El Museo de Orsay
El gran edificio de la antigua estación ferroviaria de Orsay alberga hoy la mayor colección de obras de arte del mundo de artistas impresionistas y post-impresionistas. Aquí te encontrarás con algunas de las mejores y más representativas obras de Manet, Degas, Monet, Van Gogh, Delacroix o Gauguin entre muchos otros.
Además de disfrutar de las obras de arte de este museo, no puedes dejar de fotografiar la gran sala central presidida por un enorme reloj dorado. No dejes de subir al mirador ubicado al fondo de esta gran sala que casi pasa desapercibido. Para llegar hasta lo alto hay que encontrar unas escaleras ubicadas en la parte de atrás.
En las salas dedicadas a los impresionistas y en la cafetería del museo ubicada en la planta superior, podrás fotografiar las vistas del Sacre Coeur a través de las vidrieras que ocupan el lugar de los antiguos relojes de la estación.
10.- Plaza de la Concordia
Enfrente del Museo de Orsay, en la otra orilla del Sena, están los jardines de las Tullerías. En otoño sus largas hileras de árboles recortados se tiñen de colores ocres y dorados. Desde aquí podrás ir caminando hacia la Place de la Concorde. Pero antes de abandonar el parque, no dejes de asomarte a la terraza que ofrece una vista total sobre la que es una de las plazas más grandes y bellas de París.
Durante la Revolución Francesa se instaló aquí una guillotina que cortó numerosas cabezas. Se estima que más de 1100 personas fueron ejecutadas aquí, incluyendo el rey Luis XVI y la reina María Antonieta. Cerrad los ojos, e imaginaos lo que se vivió en esta plaza un poco más de dos siglos atrás.
La Place de la Concorde está presidida por un obelisco de Luxor traído hasta aquí por la expedición militar de Napoleón a Egipto. Es una plaza muy fotogénica con sus 2 fuentes, la de los Ríos y la de los Mares, y sus farolas decoradas con motivos orientales en color dorado. Desde aquí podrás ver la fachada del Hotel Crillon, el edificio de la Asamblea Nacional, la Torre Eiffel a lo lejos, y el comienzo de los Campos Elíseos con el Arco de Triunfo al fondo.
11.- El Puente de Alexandre III
Personalmente, creo que este es el puente más bonito y fotogénico de París. Inaugurado en 1900 con motivo de la Exposición Universal, su nombre se debe a la alianza ruso-francesa firmada con el zar Alejandro III. Con una anchura de 40 m., y un arco de 109 m. sobre el Sena, es uno de los más grandes de la ciudad.
El puente cuenta con una profusa decoración que lo hace muy fotogénico. Además de las 32 farolas de bronce repartidas a ambos lados del puente, hay esculturas de ninfas, leones, conchas y guirnaldas. En los extremos del puente se levantan 4 grandes columnas que sostienen estatuas de Pegasos de bronce revestidas de color dorado.
Para completar la escena, por un lado verás las cúpulas de cristal del Gran Palais y por el otro la gran explanada de Les Invalides. Por supuesto no faltan las barcazas ancladas en los paseos del Sena y la Torre Eiffel al fondo. Este es uno de esos lugares donde pasarás un buen rato, pues aquí encontrarás muchos motivos para fotografiar.
12.- Montmartre y el Sacre Coeur
La colina de Montmartre presidida por la basílica del Sacre Coeur es otro de los referentes visuales e icónicos de la capital francesa. Sí, es uno de los lugares más turísticos de la ciudad, pero hay que reconocer que tiene un encanto especial. Por sus calles empedradas y en las terrazas de sus viejos cafés, todavía flota la presencia de la bohemia francesa de la Belle Epoque.
Por aquí caminaron, vivieron y se emborracharon Pissarro, Van Gogh, Picasso, Modigliani, Matisse, Renoir, Degas, Toulouse-Lautrec…la lista es interminable. Todos ellos, escritores, poetas, pintores y artistas, convirtieron a París en el epicentro de la cultura y las vanguardias artísticas europeas de principios del S.XX.
Muchos de los cafés, y algún que otro cabaré de aquella época, todavía siguen funcionando, manteniendo esa aura de lugar bohemio. A ello también contribuye la presencia de pintores callejeros y retratistas en la Place du Tertre y sus alrededores. Aunque hoy quienes se acercan hasta las calles de Montmartre son mayoritariamente turistas sin especiales pretensiones.
Fotografiar Montmarte no es fácil. Simplemente porque la Basílica de Sacre Coeur con sus cúpulas blancas ha sido fotografiada infinidad de veces. Al igual que las vistas de París desde sus terrazas. Además, las viejas calles y plazas son ahora una sucesión de tiendas de souvenirs. Me quedo con las ganas de venir hasta aquí para fotografiar por la noche. Quizás con el reflejo de las luces rojas en las calles adoquinadas y la música de fondo de los viejos cafés, acabe por descubrir la magia de este barrio parisino.
14.- La Défense
Este barrio se ideó entre los años 60-70 del S.XX como una prolongación del eje histórico parisino que, partiendo de El Louvre, recorre los campos Elíseos y llega al Arco de Triunfo. En realidad, se quería crear un gran centro de negocios fuera de la almendra central de la capital. Y vaya si lo consiguieron, porque hoy día La Défense es el cuarto distrito de negocios más grande y activo del mundo.
Pero si hay que venir a La Défense es a fotografiar su Grande Arche, así como la gran explanada y los rascacielos que lo rodean. Llegar hasta en metro aquí es muy fácil y supone conocer un barrio de París sin turistas, pero con ejecutivos y oficinistas. Cuando lo visité por primera vez hace años, supuso toda una sorpresa. Si te gusta la arquitectura moderna, te va a encantar.
15.- El Parque de La Villette
Y siguiendo con la arquitectura moderna, La Villette es otra de esas zonas de París llena de atractivos donde los turistas no suelen acercarse. La Villette es uno de los grandes centros culturales de la ciudad. Aquí encontrarás salas de exposiciones, grandes salas de conciertos como l a Zenith, museos como el de la Ciencia y la Industria, el Conservatorio Nacional de Música o La Philarmonie de París.
Durante mi último viaje puede ver aquí la magna exposición dedicada a Napoleón, además de la exposición Amazonia del gran fotógrafo brasileño Seabastiao Salgado.
En La Villette podrás fotografiar desde un submarino, a toboganes gigantes en forma de insectos, pasando por la llamativa arquitectura de La Philarmonie. Entre otras muchas cosas. Si quieres fotografiar un París diferente, no dudes en darte una vuelta por La Villette.
13.- El Palacio de Versalles
He dejado para el final el majestuoso Palacio de Versalles. Aunque no está ubicado en París, es uno de esos lugares que no se pueden dejar de visitar. Su grandiosidad, la belleza de sus jardines, la fastuosidad de sus salones y su ostentosa ornamentación justifican con creces la denominación de “lujo versallesco”.
El Palacio de Versalles fue la residencia de los reyes de Francia desde 1682 hasta 1789. Es decir, durante la época de mayor esplendor de la monarquía francesa. Empezando por Luis XIII y siguiendo por Luis XIV, el Rey Sol, hasta llegar a Luis XVI que acabó con la cabeza cortada tras la Revolución Francesa.
El Palacio de Versalles empezó siendo una segunda residencia, un lugar festivo donde celebrar las fiestas y reuniones de la nobleza. Pero fue ampliándose hasta convertirse en la residencia oficial con Luis XIV al convertirse en el epicentro de la actividad cortesana. Todo en Versalles giraba en torno al rey y el complejo ceremonial que lo rodeaba en su vida diaria. Desde que se levantaba, hasta que se acostaba. Por eso las habitaciones reales se encuentran en el centro del palacio, pues eran el lugar desde donde el rey dirigía los destinos de Francia.
Es tal el lujo excesivo de estos aposentos reales que llega a resultar abrumador. Los mármoles, las maderas, los frescos que decoran los techos, los cuadros que cuelgan de sus paredes, las esculturas, los grandes cortinajes de terciopelo…Todo ello es la antesala al lugar más impactante de Versalles: la Galería o Sala de los Espejos.
Todo Versalles es fotografiable, pero la Galería de los Espejos es la joya del palacio. Aunque tiene un problema: que está siempre lleno de gente. Afortunadamente tuve la oportunidad de fotografiar gran parte de los aposentos reales y la Galería de los Espejos acompañado solamente por el personal del palacio. Fue todo un privilegio visitar el palacio casi en soledad, escuchando solamente el crujir del parqué a cada paso que daba, y fotografiando sin la presencia de otros visitantes. No pude usar el trípode, así que todas estas imágenes son tomadas a pulso, la mayoría con gran angular.
Pero Versalles son también sus fuentes (que se ponen en marcha en contadas ocasiones) y sus inmensos jardines. Aquí tengo que destacar los jardines de dos palacios adyacentes, el Gran Trianon y, sobre todo, los del Pequeño Trianon, lugar favorito de la reina María Antonieta para escapar de la vorágine diaria del Palacio de Versalles.
París es mucho París
Y hay infinidad de lugares para fotografiar: El Louvre y sus pirámides, los atardeceres en las orillas del Sena, los grandes bulevares, las terrazas y el ambiente del Barrio Latino, el Canal de Saint-Martin, la Place des Vosgues, el centro cultural Georges Pompidou…
Por eso, a pesar de que a priori pueda resultar complicado fotografiar París, siempre es posible hacer esas fotos diferentes que todos buscamos. Porque París da para uno y mil viajes…y para millones de fotografías.
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