Los Ángeles: la ciudad en su laberinto.
Cuando vives un terremoto en Los Ángeles te das cuenta de que la obsesión que existe por el «Big One», el gran seísmo que se espera sacuda California, está más que justificada. Quizás sea esta una de las causa del espíritu rompedor y vitalista, multicultural, alternativo, diferenciador, liberal y abierto que caracteriza a los californianos.
El día en el que viví un terremoto en California estaba en Hawthorne, un barrio de clase media cercano al aeropuerto de Los Ángeles, en casa de unos amigos. Tras pasar el día en Manhattan Beach y hacer mis pinitos con la tabla de surf, volvimos a su casa pensando en cenar en el restaurante mexicano donde según ellos hacían las mejores chimichangas y burritos de L.A. De pronto el suelo empezó a temblar, se movieron los muebles, la casa empezó a crujir y a caer polvillo de la escayola del techo. El clinc, clinc, clinc… de los platos y vasos de la cocina se oía con una claridad absoluta. Rápidamente nos colocamos bajo los marcos reforzados de las puertas del salón mientras yo veía como algunas grietas aparecían en las paredes. En el exterior sonaban las alarmas de los coches y algunos gritos lejanos. Fueron unos segundos, nada más ¡pero qué cantidad de cosas se me pasaron por la cabeza!
Tras una rápida inspección de los leves daños mis amigos continuaron su vida como si nada hubiera pasado. Por supuesto aquella noche cenamos en su restaurante mexicano preferido. Y he de decir que sí, que aquellos burritos estaban de impresión. Los terremotos, como las kilométricas autopistas de 8 carriles, los atascos en hora punta o los barrios degradados son algunos de los inconvenientes que tiene vivir en una de las ciudades más mitificadas y pobladas del Planeta. Y sí, Hollywood y el cine tienen parte de la culpa. Pero nosotros también por creernos todo lo que vemos en la gran pantalla.
Porque he de confesar que a pesar de todos sus atractivos Los Ángeles no es de mis lugares favoritos en el mundo. No suelo aguantar más de 3 o 4 días en L.A. sin tener que escapar hacia algún lado. El único problema es que hasta para salir de L.A. necesitas horas de carretera y mucha paciencia. La Jolla y San Diego están a dos horas y media hacia el sur. San Luis Obispo y Morro Bay a casi 4 horas hacia el norte. Para llegar a Carmel o Monterrey hay que sumar otras 3 horas, y a San Francisco 2 más. El Sequoia National Forest está a casi 4 horas y el Yosemite National Park a más de 5. Y Las Vegas a más o menos lo mismo conduciendo hacia el noreste por la famosa autopista 15. Porque aquí las distancias se miden en tiempo no en millas o kilómetros.
Pero aquí he venido a contaros qué podéis ver y visitar en unos pocos días de visita a esta descomunal urbe. Casi lo fundamental, porque siempre quedarán cosas en el tintero. Veréis que después de unos días recorriendo Los Ángeles os seguiréis preguntando qué es Los Ángeles, y también dónde está. Porque mira que es difícil saber cómo ubicarse y moverse en la 2ª ciudad más grande de los USA. Por eso os recomiendo encarecidamente alquilar un coche con GPS para no acabar perdidos en un nudo de autopistas.
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Comprobarás con pesar que en la mayor parte de las autopistas de L.A. apenas si hay referencias visuales a no ser los paneles verdes de tráfico. Con suerte en un día despejado podréis distinguir a lo lejos los rascacielos del centro y detrás las montañas de Los Angeles National Forest. Y poco más.
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1.- Hollywood, Rodeo Drive y Beverly Hills…el mito
Pues ya estamos en Los Ángeles y por algún lado hay que empezar. Por supuesto vais a querer ir corriendo a visitar los lugares más míticos y reconocibles, y esto quiere decir Hollywood. Para empezar no hay persona que venga a L.A., pise Hollywood y se vaya entusiasmada. Vale, es Hollywood y allá en la lejanía se ve el famoso cartel con sus letras de 13 metros en la ladera del Mount Lee. Aquí está el Teatro Chino donde encontrarás las huellas de manos y zapatos impreas en el cemento de muchos grandes de la historia del cine. Muy cerca está el Dolby Theatre donde se entregan los Oscar; y el Paseo de La Fama en Hollywood Boulevard con más de 2.000 estrellas rosadas donde buscar el nombre de tus estrellas favoritas a lo largo de un Km…y poco más.
Completan la visita un centro comercial, tiendas de souvenirs, el museo de cera de Madam Tussaud y los figurantes que viven de imitar a Superman, Darth Vader, Terminator y demás personajes que la maquinaria del cine ha encumbrado a los altares del panteón de la fama. Y poco más. Esto es Hollywood, todo decorado y cartón-piedra como en las películas. Más real, imposible.
1.1 Hollywood de lujo. Paseando por Rodeo Drive y Beverly Hills
Después de un par de horas dando vueltas por Hollywood buscando ese actor famoso que no termina de aparecer, podéis buscar consuelo en las elegantes calles de Rodeo Drive. Quizás aparezca por allí alguna famosa estrella de cine en su cochazo para ir de compras. Sí, justo el día que estás parado frente al escaparate de Prada, Louis Vuitton, Gucci, o Chanel. Al fin y al cabo por aquí se concentran más de un centenar de las más caras tiendas de lujo del mundo.
Si ese día no estás para gastar una cantidad indecente de dinero en un Rolex ni para vestir de Valentino, siempre te quedará posar delante de algún Bugatti Veyron o Rolls Royce aparcado como reclamo frente a alguna boutique de lujo. O ir a tomar unas ostras en Ocean Prime, comer un steak a la brasa en The Grill o degustar algunas de las exquisiteces japonesas del Urasawa. Porque estando en Rodeo Drive nunca se sabe quién puede aparecer y sentarse en la mesa de al lado.
Si quieres conocer esas calles donde se puede cocinar en la acera de lo limpias que están, este es el lugar recomendado. Así es Rodeo Drive: jardines esculpidos, decoración estudiada al milímetro, escaparates que son obras de arte, y dinero que fluye por vías misteriosas y desconocidas para el común de los mortales.
Para tu información desde Hollywood tardarás una media hora en llegar y algunos parkings de la zona son gratuitos. Veréis que todas las calles alrededor de Rodeo Drive son de auténtico lujo, muy cuidadas, con casas enormes, altos muros y jardines de plantas tropicales. Porque no hay que olvidar que toda esta zona ubicada en las laderas de las montañas de Santa Mónica es Beverly Hills, una de las más caras y exclusivas de toda California. Aquí tienen su residencia muchos actores, productores, músicos y demás personajes relacionados con el mundo del espectáculo.
Aquí todo huele a dinero, mucho, mucho dinero. Los más mitómanos encontrarán tours para visitar (más bien vislumbrar tras sus muros) las mansiones de famosos como Tom Cruise, Jennifer Aniston, Jennifer López, Richard Gere y muchos más. Una forma bastante tonta de gastar el dinero viendo paredes encaladas, verjas de hierro forjado y altísimos muros. Como si me dicen que en una de estas mansiones vive el Pato Donald. Y me lo tengo que creer.
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2.- Los Universal Studios: no te lo puedes perder
El nombre de Hollywood está indisolublemente unido al nombre de los míticos estudios de cine como Paramount, Warner Bross, CBS…y sobre todo a los de Universal Studios. A lo largo de los años los terrenos ocupados por los platós de los Universal Studios se han ido convirtiendo en uno de los parques de atracciones más famosos del mundo. Sin duda esta es una de las visitas obligadas en cualquier viaje a Los Ángeles.
Porque además de visitar algunos sets de rodaje de películas y series míticas, disfrutarás de todo un parque de atracciones basados en películas como Terremoto, Transformes, La Momia, Harry Potter o series de televisión como Los Simpsons. Si madrugas y no vas en fechas festivas o en plenas vacaciones podrás recorrer todas sus atracciones (e incluso repetir) comprando la entrada básica. Te doy toda la información que necesitas sobre este parque en un artículo que le he dedicado en exclusiva: Un día intenso en los Universal Studios de Hollywood. Uno de esos lugares donde de verdad te lo pasarás a lo grande.
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4.- El Observatorio Griffith: posiblemente el mejor mirador de LA
Ya que estamos por esta zona de Los Ángeles no puedo hacer otra cosa que recomendaros el que puede que sea el mejor mirador de la ciudad. El Observatorio Griffith está formado por el Parque Griffith y el planetario Samuel Oschin. Ubicado sobre una colina del sur de Hollywood vas a tener que llegar pronto si quieres encontrar un lugar donde aparcar. Porque este es uno de los lugares más visitados de la ciudad para disfrutar del atardecer.
Dese aquí tendrás una panorámica completa de la ciudad de Los Ángeles con Hollywood a tus pies, de la colinas de Beverly Hills y de los rascacielos del Downtown iluminándose mientras cae la luz y llega el anochecer. Tendrás que pelearte con multitud de gente en los muretes del exterior del Observatorio para hacerte con un buen lugar donde plantar tu trípode y tomar tus fotografías. Aún así merece la pena el esfuerzo para convertirse en espectador privilegiado de la noche cayendo sobre la ciudad.
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El Downtown: el centro de Los Ángeles
El Downton de L.A. es de los pocos lugares reconocibles de la ciudad vista desde la distancia. Sus rascacielos de cristal se elevan sobre la llanura que se extiende desde el mar hasta las colinas que rodean la ciudad. Al igual que en otras muchas ciudades de los Estados Unidos en el Centro se levantan los edificios administrativos y de negocios, sedes de empresas y rascacielos que durante los días laborables bulle de frenética actividad. Pero que los fines de semana permanece como muerto, aletargado, con calles y avenidas solitarias y negocios cerrados.
Sinceramente, el Downtown es el lugar menos interesante de Los Ángeles. Sí, es cierto que se ha intentado revitalizar con la construcción del Walt Disney Center Hall, obra de Frank Gehry y muy reconocible por su estilo de formas orgánicas a base de planchas metálicas. Es uno de los mejores auditorios del mundo ubicado en la Grand Avenue, punto neurálgico del centro que aspira a dar un poco de vida y encanto a esta zona de la ciudad. Recuerda que durante los días de diario el tráfico puede ser caótico, y que a partir del cierre de las oficinas el centro queda abandonado a los homeless que campan a sus anchas.
Por lo demás encontrarás algunos edificios destacables como el del Ayuntamiento, centros de arte como el Music Center con 4 auditorios y galerías de arte; y rascacielos como el del US Bank Tower, el más alto de la ciudad con sus 310 metros de altura. Quizás lo más interesante sea adentrarse en las calles del llamado Historic Downtown como la Olvera St. o La Plaza Vieja, que con su ambiente de mercadillos mexicanos son los únicos con un poco de animación durante los fines de semana. Por cierto, no dudes en probar la comida mexicana (auténtica) que se sirve en algunos de los restaurantes que encontrarás por aquí.
Visitar el centro de Los Ángeles, Beverly Hills y las atracciones de la colindante Hollywood puede llevarte su tiempo. Con lo que te he mostrado tienes para dos-tres días de intensa actividad. Pero esta mega-ciudad ofrece mucho más, porque si has venido hasta aquí no es sólo para comprobar que Hollywood existe. Si quieres saber más acerca de lo que Los Ángeles te puede ofrecer sólo tienes que seguir los enlaces a los artículos que he dedicado a «la ciudad de los sueños«:
Santa Mónica y Venice Beach, las playas más animadas de Los Ángeles
Long Beach: barcos, playas, museos y más cosas que ver en Los Ángeles
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