La maravilla geológica del flysch
¡Qué vistas y qué paisajes los del flysch! Ante mi se extiende una de las formaciones geológicas más extrañas que haya visto jamás. Las láminas de rocas verticales caen en acantilados frente al mar adentrándose en el Cantábrico como si fuera el lomo de un gigantesco animal fantástico. Estoy en la costa vasca, ante el flysch que se extiende entre Zumaia y Deba.
Estoy asomado precisamente a uno de esos acantilados. A izquierda y derecha se extiende un tramo de costa de 14 Km. en el que se alternan el verde de los prados que llegan hasta el mar azul, con el gris y blanco de las formaciones del flysch. Es un paisaje realmente fantástico fruto de las fuerzas telúricas que sacudieron el planeta durante el Cretácico. Las sucesivas capas de cenizas volcánicas petrificadas se fueron disponiendo de forma que capas más duras se alternan con otras más blandas. Se calcula que cada capa representa unos 10.000 años, y que las capas más duras se corresponden con períodos más fríos. Mientras que las más blandas tienen su origen en períodos más cálidos.
Comienzo de la Ruta del Flysch partiendo de Zumaia
Estratos del flysch al pie de los acantilados en la rasa mareal
Es así como el flysch sirve a los geólogos para estudiar la evolución de los cambios sucedidos tanto en la atmósfera como en la superficie terrestre durante el Cretácico Superior y el comienzo de la era Terciaria. Los movimientos geológicos de la corteza terrestre a lo largo de los últimos 50 millones de años las moldearon colocándolas en su posición actual. El paso del tiempo, además de la erosión implacable del viento y el mar, hicieron el resto. Es tal la importancia del flysch para los científicos que se le ha incluido dentro de los paisajes que conforman el Geoparque de la Costa Vasca.
En algunas partes las montañas de rocas parecen olas de piedra congeladas en el tiempo. En otras los canales de roca se adentran en el mar. No había visto algo así jamás. Permanezco hipnotizado ante la belleza de este paisaje apenas alterado. Camino entre rocas por las playas que quedan al descubierto con la marea baja. Y me siento pequeño al pie de estos acantilados de paredes claras y lisas. Atravieso caseríos junto al mar y recorro estrechos senderos entre prados de hierba verde. Así es este paisaje de la costa guipuzcoana: un auténtico lujo para los sentidos y para todos aquellos que buscamos un contacto directo con la Naturaleza.
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La ruta del flysch
El tramo de 14 km. de costa comprendido entre Zumaia, Deba y Mutriku es conocido popularmente como el Flysch de Zumaia. Aunque en realidad las partes más interesantes del flysch se encuentran en la parte de Deba. Sin embargo la fama se la lleva Zumaia ya que las playa de Itzurun y la parte más accesible al flysch se encuentran en esta población. Mucha gente recorre sólo esta parte de la costa sin llegar siquiera a la que para mí es la ¨joya de la corona¨, la playa de Sakoneta ya en la zona más próxima a Deba.
Playa de Itzurun en Zumaia
Esta es una de las rutas a pie más conocidas del País Vasco por su atractivo y porque su dificultad media la hace accesible para todos aquellos habituadas a caminar. Además está muy cerca de San Sebastián. El punto de partida puede ser indistintamente Deba o Zumaia, y has de saber que no es una ruta circular. Lo bueno es que el regreso al punto de partida se puede hacer en cualquiera de los trenes de Euskotren que tienen parada en las dos poblaciones.
Entre Algorri (a) y Sakoneta (c) la ruta puede hacerse por la playa sólo en marea baja
Quizás lo más importante a la hora de planificar esta ruta sea hacerse con el horario exacto de las mareas. Es cierto que se puede hacer con marea alta evitando las zonas de la rasa intermareal. Pero de esta forma te perderás gran parte de la belleza y el encanto del flysch. Mi consejo es que hagas coincidir el momento de salida con los inicios de la marea baja. Así aprovecharás al máximo el horario de bajamar para caminar por la rasa mareal y ver la playa de Sakoneta en todo su esplendor. Observar cómo el mar va retrocediendo dejando a la vista centenares de metros de estratos de roca casi verticales es una de las mejores experiencias de esta ruta. Has de saber que esas capas de rocas ya erosionadas se adentran en el mar kilómetros adentro. Por lo tanto lo que vemos es una pequeña parte de este curioso fenómeno geológico.
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Partiendo de Zumaia
Zumaia es el punto de partida más conocido de esta ruta. El camino que parte desde la ermita de San Telmo es el preludio de lo que encontraremos en los siguientes kilómetros. Desde el estrecho sendero que recorre lo alto del acantilado tendremos unas vistas únicas de la playa de Itzurun. Luego hay que descender hacia unas escaleras que quedan a la vista con la marea baja y que permiten continuar por la costa.
Escalinatas para acceder a la ruta por la playa, sólo en marea baja
En caso de que no estén accesibles o todavía cubiertas por el mar, hay un camino a la izquierda que transcurre por el interior entre campos y árboles. El mar queda a nuestra derecha y es visible desde lo alto de los acantilados. Más adelante la ruta, marcada con la señal roja y blanca del GR-121, se acerca a la costa para enlazar con el camino de la playa. Si elegimos ir por la costa hemos de tener mucho cuidado con las rocas mojadas. Para evitar resbalones y arañazos con los filos cortantes de piedra os aconsejo llevar botas con suela antideslizante. Sobre todo, no se os ocurra ir en chancletas o zapatillas de suela lisa. Por delante queda un largo tramo de playa formada por cantos rodados y piedras sueltas del acantilado. Ya desde aquí, en la Punta de Algorri, se observan las capas estratificadas que forman el flysch en los acantilados.
Veréis que a medida que baja la marea van quedando al descubierto más y más tramos de roca erosionada. De pronto sentiremos esa sensación como de estar en otro mundo, un mundo de piedra y mar. Zumaia sólo queda un par de Km. atrás, pero esta es una sensación que nos acompañará a lo largo de casi todo el camino. De pronto estamos rodeados de acantilados y sólo escucharemos los sonidos del mar. Respira hondo y disfruta del olor a iodo, salitre y algas.
Pasados los primeros 4 kilómetros de playa enlazaremos con el camino que viene desde la parte alta. Tras una pequeña subida llegaremos al sendero señalado con la marca roja y blanca que hemos de seguir para no perdernos entre los prados, granjas y campos de cultivo. Si tenéis alguna duda, simplemente orientaros y pensar que el mar siempre ha de quedar a vuestra derecha. El sendero terminará por llevaros hasta el mirador de Portutxiki que se encuentra justo antes de llegar a la playa de Sakoneta. El acceso se hace con la ayudad de una cuerda y unos anclajes clavados en la roca. Es el momento de disfrutar del espectáculo del flysch.
Ascenso desde la playa al mirador de Portutxiki. Si el perro puede, vosotros también.
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La playa de Sakoneta
Si habéis planificado correctamente el horario de las mareas llegaréis a Sakoneta con la marea baja en su plenitud. Es el momento de adentrarse entre las rocas que ha dejado a la vista el mar y mirar los acantilados desde esta perspectiva. Aquí las formaciones del flysch alcanzan su plenitud. Enormes láminas de roca se levantan en vertical con una ligera inclinación convirtiendo a este lugar en algo único. Hubo momentos en los que si me dicen que estoy en un asteroide o en otro planeta, me lo creo.
Este es un lugar fantástico. Pero no hay que olvidar que la marea empezará a subir pronto y que todavía queda camino por delante. Si la marea todavía está baja podemos seguir avanzando hacia el Oeste entre las rocas bajo los acantilados junto al mar. Al final de la playa una cuerda te ayudará a subir por las rocas hasta alcanzar de nuevo el GR-121. En caso de que la marea esté subiendo lo mejor es tomar el camino que asciende de nuevo por los acantilados.
Arriba la ruta por los acantilados, abajo la ruta por la playa
De una forma u otra los dos caminos acaban convergiendo, pero los paisajes que verás serán muy diferentes. Para llevarte un recuerdo de los dos te aconsejaría darte una vuelta por las formaciones en la playa, para después retroceder y tomar el camino sobre los acantilados. Te aseguro que las vistas que vas a tener desde lo alto compensarán sobradamente esa subida.
¡Qué lugar!¡Qué vistas!¡Qué maravilla! Sí, me repito, pero es que este sea quizás el mejor mirador de toda la ruta del flysch. Allá abajo la rasa intermareal deja al descubierto una gran extensión de rocas que recuerdan el lomo de un animal antediluviano. Uno puede pasar las horas muertas observando como la marea comienza a subir y el mar inicia de nuevo su labor erosiva de millones de años. Y para que os hagáis una idea, aquí os dejo este vídeo:
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Cómo disfrutar del flysch sin hacer la caminata
Para quien quiera visitar el flysch en Sakoneta sin tener que hacer la caminata desde Deba o Zumaia, existe una opción mucho más corta y cómoda. Desde la autopista AP-8 hay que tomar la salida del Km. 54 donde está la gasolinera de Cepsa (N-634). En el navegador GPS o en Google maps basta con indicar que vais a la carretera Itsaspe Auz GI 3210. Tomadla siempre en dirección norte hacia el mar. Si venís desde Deba tomad la carretera N-634 dirección Zumaia hasta la GI 3210. Saliendo de Zumaia tomad esa misma N-634 en sentido Deba hasta enlazar con la GI 3210, Itsaspe Auz.
Después de unos kilómetros de curvas y carretera muy estrecha, llegaréis al cruce con la vía del tren que hace la ruta Deba-Zuamaia. Aquí tendréis que dejar el coche aparcado. A continuación toca cruzar a pie las vías (cuidado con la salida del túnel del tren). La caminata cuesta abajo os llevará unos 10 minutos hasta que lleguéis a un caserío (atención a los perros). A la derecha hay una puerta de madera bien señalada. Es el acceso a un sendero que os llevará hasta el mirador de Portutxiki. Desde aquí sólo hay que tomar el sendero de la izquierda que baja hasta la misma playa de Sakoneta. Para quien no tenga mucho tiempo o no esté en muy buena forma, esta es la manera más fácil de poder conocer el flysch.
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Llegando a Deba
Una vez que se deja atrás Sakoneta el camino hacia Deba se aleja del mar pasado el mirador de la playa de Mendata. A partir de aquí trascurre plácidamente entre acantilados, prados y pequeños bosques hasta llegar al Camping Itxaspe. Atrás habremos dejado parte del camino que trascurre próximo a las vías del tren, y también una depuradora. De aquí a la ermita de Santa Catalina en las afueras de Deba ya queda poco. Solo falta descender hasta el pueblo y acercarnos a la estación para tomar el tren que en unos 20 minutos nos llevará de regreso a Zumaia. Acaba esta ruta que dependiendo de la ruta y las paradas puede llevarnos entre 4 y 6 horas.
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Otras recomendaciones:
- Para hacer esta ruta no es imprescindible que haya marea baja. Con marea alta puedes ir por la zona alta de acantilados en vez de por las playas. Pero si de verdad quieres disfrutarla en su plenitud debes planificar tu caminata cuando el mar esté más retirado. Puedes consultar aquí el estado de las mareas.
- Si llegáis en coche a Zumaia tenéis que saber que es imposible aparcar en el centro a no ser que seas residente. Por lo tanto vas a tener que dejar el coche en un estacionamiento situado cerca del puerto. Luego caminar hasta el centro y enfilar la subida hacia la ermita de San Telmo.
- No hay ni que decir que si haces esta ruta en un día soleado mucho mejor. Si ha llovido o hace mal tiempo parte del sendero puede estar embarrado o en malas condiciones.
- Además de unas buenas botas con suela anti deslizante, ir bien provistos de agua y algo de comer. Si hace sol no olvidéis el protector solar y la gorra o el sombrero. Con buen tiempo agradeceréis mucho un buen baño en el mar, así que si no sois naturistas meted el bañador en la mochila.
- Cuando estuve toda la costa estaba limpia de basura y plásticos. Aunque de vez en cuando las mareas arrastran hasta aquí todo tipo de desperdicios. Sea como sea, nunca dejes por el camino nada de restos o basura. Y deja el entorno en el estado en el que te lo encontraste.
- Caminando por el sendero cierra las puertas de los cercados de los prados para que el ganado no se escape. Y respeta las zonas de cultivo.
- Si pasáis un tiempo por esta zona, os aconsejo consultar la web del Geoparque de la Costa Vasca. Aquí os ofrecerán visitas guiadas al flysch, además de todo tipo de información de cómo hacer esta ruta en barco por mar.
- Como conclusión, decir que esta ruta es una auténtica gozada. Combina como pocas lo mejor de las caminatas al borde del mar con un poco de campo y montaña. Pero recordad que aunque no es una ruta complicada, si que exige estar en un buen estado de forma. Además de tomar las debidas precauciones para que no nos pille la subida de la marea en pleno paseo playero.
Y recuerda que a la hora de hacer este tipo de caminatas no está de más contar con un buen Seguro de Viajes. Te puede ahorrar preocupaciones y resolver muchos problemas. Desde aquí te recomiendo MONDO, el seguro de viaje inteligente para viajeros inteligentes. Además contratando tu seguro desde esta página tendrás un 5% de descuento.
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