Japón está en este mundo, pero en Japón hay otros mundos.
Viajar a Japón supone darse de bruces con una avalancha de realidades difíciles de entender. El presente, el pasado y el futuro van aquí de la mano, entrelazándose en una armonía que despierta sorpresa y admiración. Un espectáculo ante el que es imposible permanecer indiferente.
Me he propuesto enseñaros algunas de las muchas cosas extrañas que os vais a encontrar en Japón. Son una muestra mínima, ya que resulta imposible mostrar la casi infinita variedad de cosas que un occidental puede considerar curiosas o extravagantes. Son lo que he denominado los “momentos frikis” en el sentido de extraños, incomprensibles y raros.
Todo esto viéndolo desde el punto de vista de un occidental que viaja a Japón e intenta comprender lo que está viendo. Pero que en el fondo no se entera de casi nada. Por eso desde aquí os pido disculpas por mi ignorancia. Y porque después de leer todo esto vais a seguir sin comprender casi nada. Aunque al menos espero despertar vuestra curiosidad viajera y las ganas de ir a Japón a alucinar en persona.
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Trenes, metros y estaciones
Pongamos que aterrizas en Osaka o Tokio después de muchas horas de vuelo y casi sin dormir. Todo es confuso y no sabes por donde empezar. Tras tomar uno de los trenes que te llevan del aeropuerto hasta el centro ¿Qué tal un viajecito en metro hasta la zona de nuestro hotel? Entonces te encuentras con esto… Sí, es inevitable que te entre el pánico.
El mapa de trasporte público de cualquier gran ciudad japonesa es como un jeroglífico de colores, líneas, símbolos y nombres desconocidos. Y te hará sentir como si nunca hubieras subido a un autobús en tu vida. Sí, estás perdido y lo sabes. Bienvenido a Japón. Al final las cosas son mucho más fáciles de lo que parecen a primera vista. Después de un par de días vas a acabar usando metros y trenes bala casi como un japonés.
Hablando de trenes bala, los conocidos como Shinkansen, son una auténtica gozada. Este es el medio de trasporte en el que vas a querer viajar sí o sí. Recorrer Japón a más de 300 Km/hora en estos trenes futuristas te hará sentir en una película de ciencia-ficción. Bienvenidos al friki mundo del trasporte ferroviario japonés. Un mundo con muchos aficionados que se conocen cada uno de los modelos y características de estos trenes. Eso sí, si vas a moverte por Japón durante más de 7 días te aconsejo la compra del Japan Rail Pass para viajar sin parar y sin terminar arruinado.
- Y no te olvides de viajar con un buen seguro de viajes. Yo lo hago siempre con el que me ofrece las mejores coberturas: el seguro de MONDO. Además si lo contratas directamente desde aquí tendrás un 5% de descuento.
Pongamos que tu destino es Tokio y que finalmente has llegado, sin saber muy bien cómo, a la estación de Ueno. Es hora punta y parece que millones de personas han decidido venir hoy por aquí. Entonces los ves: los carteles publicitarios de las estaciones de metro. Los hay que parecen mangas, otros dibujos animados al estilo kawaii, otros fotografías con gente de otro planeta. Bienvenido al friki mundo subterráneo de las estaciones de metro.
La cantidad de pasillos plagados de restaurantes, tiendas, gente e indicaciones de líneas, trayectos, etc, dan para escribir una tesis doctoral. Este será tu primer contacto con los menús japoneses de plástico expuestos en los restaurantes. Parecen reales, pero no. Lo bueno es que los que te servirán de verdad serán casi iguales.
El personal de las estaciones, aunque no hable más que japonés, intentará ayudarte siempre. Por fin has conseguido encontrar tu andén. Los empujadores uniformados con sus guantes blancos y silbatos te ayudarán a embutirte en un vagón entre una multitud de japoneses de traje oscuro y jovencitas cosplay. Todos viajan en silencio. Por aquí y por allá hay gente echando una cabezada. Hace apenas un par de horas que has aterrizado y sí, estás en otro planeta. Bienvenido a Japón.
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De disfrazarme de samurai a ver un combate de robots en Shinjuku
Puedes pensar que estas cosas sólo pasan en Tokio. Pero si viajas por el país te darás cuenta de que el show sólo acaba de empezar. Pongamos que has decidido aventurarte por la ciudad y te han dicho que en Shinjuku hay montones de restaurantes y bares. Tu ruta puede empezar por el Museo Samurái donde además de ver su colección de armas y armaduras podrás vestirte como uno de estos guerreros japoneses.
Hasta antes de la pandemia del Covid, se mantuvo abierto un lugar muy, muy friki: el Robot Restaurant. Allí se podía disfrutar de su alucinante, estruendoso, colorido y alocado espectáculo. Una auténtica sobrecarga de luces estroboscópicas, rayos láser y decibelios en un show que dejaba trastocado el sistema nervioso mientras tomabas cervezas y veías luchas de robots gigantes. Sí, era una turistada, pero también uno de los lugares frikis que he visto en mi vida. Con este vídeo te podrás hacer una idea de lo que te estoy contando:
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Neones, Godzillas y callejones estilo Blade Runner
Una vez que salgas no te olvides saludar a las chicas que manejan los robots. Ya en la calle te vas a topar con otro espectáculo nocturno, el de los neones de Shinjuku. Es tal el despliegue de luces led y neones, paneles iluminados y carteles luminosos, que los anuncios de Times Square en Manhattan te parecerán una feria infantil al lado de este despliegue de luz y color. Siempre se dice que Tokio es más espectacular de noche que de día, y Shinjuku es el mejor lugar para darse cuenta de ello.
De día las calles están muy animadas pero les falta el colorido del despliegue luminoso nocturno. Por cierto, ¿aquello que asoma en la azotea de un edificio no es un Godzilla a tamaño natural?
Como todavía no has cenado sigues a unos japoneses que van muy animados (¡cómo les gusta beber a los japoneses!). Llegas a un cruce y un grupo de karts con gente disfrazada de Mario Bross y otros personajes de Nintendo te saludan al pasar. Entre unos semáforos y los trenes que traquetean por los pasos elevados, te metes por una callejuela peatonal llamada Omoide Yokocho. Está poblada de pequeños restaurantes y puestos a pie de calle que sirven brochetas y noodles entre los humos y vapores de planchas y cacerolas. Todos los locales están abarrotados de gente que come y bebe iluminados por luces y carteles de neones como en una escena de Blade Runner. Es el momento en que paras y te das cuenta de que sólo llevas un día en Japón.
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Pero ¿esto qué es? ¿Maid cafes, anime, cosplay, hentai, otakus…?
Imagina que tienes un@ sobrinit@ y te ha encargado que le busques un juego de Atari del siglo pasado. Como única pista te ha escrito un nombre en un papel: AKIHABARA. Y mira por donde hay una estación de metro ahí mismo. Nada más salir a la calle te encuentras con todos los edificios revestidos de miles anuncios de colores y conocidas marcas de electrónica y videojuegos. Comienza tu periplo por el paraíso friki del manga, del anime y de los salones recreativos.
A todo esto una chica vestida de muñeca se te acerca entre grititos y te indica un lugar en un edificio. Allí, asomadas a la ventana, otras chicas vestidas de muñeca te sonríen y te saludan bajo un cartel que pone Maid´s Café. La chica te indica un portal y unas escaleras al primer piso. Maldito el momento en que decides subir a tomar un café. Las camareras vestidas de muñecas decimonónicas hacen gestos mohínos entre grititos. Como no las entiendes te cantan a coro espantosas canciones japonesas mientras esperas el café y revolotean a tu alrededor haciendo poses cursis.
Huyendo de los grititos te metes en el edificio de enfrente. De pronto estás en un abigarrado conglomerado de tiendas donde abundan las consolas de juego de Sega y toda la parafernalia de Pokemon y Hello Kitty. A medida que subes por el edificio, las tiendas se pueblan de vitrinas con todo tipo de figuritas de mangas y videojuegos, a cada cual más erótica-festiva. Acabas de descubrir el friki-mundo del anime y el hentai.
Cada uno de los edificios de Akihabara es un espectáculo de disfraces, montañas de video-juegos y consolas, parafernalia manga, merchandising de lo más extraño, cafés temáticos, salones recreativos llenos de máquinas de arcade, maquetas de robots a tamaño natural…Y cada edificio, cada tienda, tiene su público. Tras un buen rato dando vueltas de aquí para allá ya no sabrás si fotografías a japonesas disfrazadas o a animatronics.
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Breve diccionario de términos japoneses que tienes que conocer:
- Hentai. Es un término japonés que describe a un pervertido o una perversión. También define una transformación o metamorfosis. Dentro del manga, hentai es el nombre que recibe el género del manga y el anime de contenido erótico o pornográfico. Es sorprendente las variedades de hentai que existen y la enorme cantidad de mangas y figuritas de elevado contenido sexual que se muestran en estas tiendas de Akihabara.
- Otaku. El término otaku es muy popular en Japón y se ha convertido en sinónimo de persona aficionada al anime o manga.
- Cosplay. Contracción de costume play (interpretar disfrazado). Los cosplayers usan todo tipo de disfraces, accesorios y trajes que representan un personaje específico o una idea tomada de algún comic, anime, manga, o videojuego.
- Anime. Es un término que define la animación japonesa. Sí, la de Mazinger Z, Dragon Ball, Doraemon, Ulises 31, Gantz, Naruto y tantos otros. Finalmente esta acepción ha terminado por identificar a todo lo relacionado con el mundo de la animación procedente de Japón.
- Kawaii. En Japón, la cultura «Kawaii»es la que está relacionada con todo lo tierno, lo bello y lo infantil. Tanta es la afición que hasta existe un tren Shinkansen decorado en plan Hello Kitty. Las chicas vestidas de muñecas o de personajes infantiles son su cara más visible.
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Gente, sushi y más gente en el cruce de SHIBUYA
Uno no es consciente de que en Japón hay mucha gente hasta que se mete en una estación de metro. O hasta que tiene que pasar por el cruce de Shibuya. Este barrio de Tokio es famoso por sus centros comerciales, Maid´s Cafes, locales de Pachinko y edificios plagados de restaurantes. Por cierto, meterse en uno de esos edificios llenos de bares y restaurantes es de esas cosas que SÍ debes hacer en Tokio. Curioso el robotizado Genki Sushi. Te sorprenderá ver el número de platos que eres capaz de comer en cualquiera de estos sushi bars. Están buenísimos y no son nada caros. De lo mejor y más divertido de la gastronomía japonesa. Imprescindibles en cualquier viaje a Japón.
Pierde el miedo a subir y bajar en los ascensores buscando sitios raros por los edificios rebosantes de tiendas y locales. En cada planta podrás encontrar diferentes ofertas gastronómicas que se anuncian con coloridos carteles en los portales (¡inolvidables esos ricos y sabrosos tonkatsus de cerdo empanado!)
Shibuya se convierte en un hervidero de gente a medida que anochece. Y para unir el entramado de calles que dan a la plaza, los japoneses inventaron el cruce a varias bandas. La avalancha de gente cruzando al mismo tiempo por 5 pasos de cebra es digna de ser vista. Pero lo mejor es ponerse en medio del cruce y verse rodeado por una oleada de gente que viene hacia ti desde todas partes. Dicen que hay días que por aquí pasa un millón de personas. Aunque a mí tampoco me pareció para tanto.
Si quieres ver el espectáculo desde una posición privilegiada toca pasar por caja en el Starbucks para subir a la primera planta. O ir por la tienda de discos que hay al lado y subir al mismo lugar sin pagar ni tener que degustar uno de esos pseudo-cafés.
Pero el lugar más «sentimental» de este cruce está en la placita peatonal junto a la salida del metro. Verás una pequeña zona ajardinada con un montón de gente rodeando la estatua de un perro. Es el idolatrado Hachiko, el perro más famoso de Japón, del que se han hecho películas y se han escrito loas y alabanzas. Quedaros a observar las poses de los entusiasmados japoneses junto al perro mientras se fotografían. Material de primera para una tesis sobre comportamiento humano y lenguaje corporal.
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Hanamis primaverales, bodas tradicionales y extravangancia en Takeshita Street
Tras la sobredosis de multitudes a veces es necesario buscar un poco de calma en algún parque de Tokio. Por ejemplo en el Parque Ueno, Pero es primavera y miles de japoneses disfrutan de la fiesta del Hanami paseando bajo el manto de flores de los cerezos del parque. Ver a tantos japoneses de picnic alucinando con las flores es un espectáculo que sólo podrás ver en Japón. Compra una bandeja de sushi o una caja de bento y únete a la fiesta.
Si te bajas en la estación Yoyogi-Koen llegarás al Parque Yoyogi. Si no es fin de semana no verás a los rockabillies japoneses meneando el cuerpo. Pero podrás encontrar grupos de otakus y cosplayers pasando el día con amigos. Y si caminas hasta el cercano Santuario Meiji no será difícil que te encuentres con alguna boda tradicional japonesa. Lo alucinante es que todo esto pasa en el mismo lugar, en la misma época.
Junto a la estación de metro de Harajuku se encuentra uno de los mercados tradicionales que sobreviven en la capital nipona, el de Ameya Yokocho. Por las mañanas de diario este mercado en plena calle peatonal ofrece escenas de otra época. Pero que también son de ahora. No te puedes perder los puestos de dulces, de artesanía, o los de pescados y mariscos. No te pierdas el tipismo de sus vendedores. Y si te entra el hambre es un buen lugar para tomar algo en los pequeños restaurantes de sushi, sashimi y demás preparados al instante.
También muy cerca del metro Harajuku se encuentra la famosa Takeshita Street. Es el paraíso de la moda para todo el elenco de tribus urbanas de Tokio y alrededores. Takeshita y las calles cercanas son un canto a la desbordante imaginación nipona hecha ropa y complementos. Extravagancia, exageración, florituras, colores y formas invaden cada local de estas calles. Incluidos los establecimientos de comidas. Te sorprenderá ver como las vendedoras de las tiendas anuncian sus ofertas a voz en grito. Sí, esto también es Japón.
Como esto se me está yendo de las manos termina aquí la primera parte de este viaje por el japón más sorprenderte. Un país donde los contrastes más increíbles son parte del día a día. Por eso te animo a seguir disfrutando de Japón en la segunda parte de este artículo donde te muestro más curiosidades que te encontrarás en Tokio, Osaka, Kioto y otros rincones del país.
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