Tikal, un inolvidable viaje al pasado maya.
Estoy en Tikal. A mi alrededor una selva lujuriosa se enreda y lo ocupa todo creciendo todavía sobre las ruinas de las viejas construcciones mayas. Desde las potentes raíces que sustentan los enormes árboles hasta las hojas de las copas que no dejan pasar la luz del sol muchos metros más arriba, la selva es omnipresente.
Estoy rodeado por la humedad, el color verde de la vegetación semi tropical, el zumbido de los insectos… y a veces por el silencio.
No es fácil llegar hasta este lugar en medio de la selva guatemalteca de El Petén, pero cualquier esfuerzo queda borrado por la emoción. La emoción de caminar en solitario y encontrarse de frente con una de las viejas construcciones mayas cubiertas de vegetación, tal como las encontraron las expediciones que redescubrieron Tikal a mediados del S.XIX. Ese momento es algo imposible de olvidar.
El yacimiento arqueológico de Tikal es la joya maya de Guatemala. Inmersa en las profundidades de la selva del Petén, Tikal forma parte de la llamada Ruta Maya que recorre México, Guatemala y Honduras. Esta sucesión de antiguas ciudades y emplazamientos arqueológicos son la huella dejada por la cultura maya clásica que se extinguió definitivamente entre los siglos XIII y XIV. Sus espectaculares restos, perdidos durante siglos, dejan inevitablemente una profunda huella en el recuerdo de todo el que llega hasta aquí.
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¿Una o dos noches en Tikal?
Pero antes de viajar a Tikal hay que decidirse por pasar uno o varios días en la zona. Personalmente aconsejo reservar al menos 2 días de estancia en la zona pasando una noche en Flores y otra en Tikal para visitar la vieja ciudad maya con la tranquilidad que merece.
Opción 1.- Si sólo vais a pasar un día en Tikal podéis volar a primera hora de la mañana y regresar a Guatemala capital en el vuelo de la tarde. Una vez en el aeropuerto de Flores deberéis contratar los servicios de alguna de las empresas de transporte que parten directos a Tikal. Hasta el yacimiento arqueológico hay unos 70 Km. de distancia. La misma empresa se encarga de llevarte y de traerte de regreso al aeropuerto a tiempo para tomar tu vuelo. Pero atención: para ver todo el yacimiento en un día tendréis que correr por la selva como alma que lleva el diablo.
Opción 2.- Si disponéis de 2 o más días hay dos alternativas:
a/ Acercarse al pueblo de Flores para buscar un hotelito. Lo bueno es que este pueblo a orillas del lago Peten Itza cuenta con una animada vida nocturna. Lo malo de esta opción es que obliga a hacer 140 kilómetros de ida y vuelta para visitar Tikal.
b/ Salir directamente hacia Tikal donde hay varios lodges en plan ecológico para pasar la noche. Podéis probar en el Tikal Inn o en el Jaguar Inn Tikal que tienen servicio propio de trasporte desde el aeropuerto y están ubicados en el mismo recinto arqueológico. Esta es una opción más tranquila que además permite disfrutar del amanecer en la selva desde lo alto de alguna de las pirámides. Eso sí, el madrugón es de los que no se olvidan y las excursiones se pagan aparte. Si hay suerte y no llueve disfrutaréis de un amanecer inolvidable entre la neblina que cubre las copas de los árboles. Os acompañará la banda sonora de los ladridos de los monos aulladores y el revoloteo de los loros sobre las copas de los árboles.
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¿Por qué es tan conocida Tikal?
El yacimiento arqueológico de Tikal fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1979. Además desde 1990 está Incluida dentro de la Reserva de la Biosfera Maya, establecida bajo el programa «El Hombre y la Biosfera» de la UNESCO. El área del Parque cubre 20.000 hectáreas de bosque tropical que alberga cientos de especies vegetales además de monos aulladores, jaguares, loros, tucanes…Y una variedad infinita de insectos que pugnarán por chuparte la sangre, morderte, picarte o a aguijonearte si les molestas.
Pues ya estoy en camino. Y por fin llego a Tikal tras pasar por un pequeño control donde se paga por acceder al yacimiento. También nos facilitarán un pequeño mapa para no perdernos por los caminos de la selva. La verdad es que una vez dentro todos los recorridos están muy bien indicados. Si seguimos las indicaciones no tendremos ningún problema. De todas formas no estará de más contratar los servicios de algún guía local que os llevará por el buen camino. Además de ofreceros interesantes explicaciones acerca de la cultura maya y de los restos arqueológicos que estáis viendo. Y, por supuesto, de la espectacular naturaleza de la selva de El Petén.
Tikal es conocida mundialmente porque alberga las ruinas de una de las ciudades más grandes y espectaculares de la desaparecida civilización Maya. Hasta ahora se han encontrado unas 4.000 estructuras edificadas, aunque la mayor parte están ocultas por la selva enterradas por la vegetación y todavía sin excavar. Algunas de las construcciones se mantienen en pie gracias a las raíces de los árboles que han penetrado entre las grietas manteniendo unidas sus piedras en un equilibrio inestable. Pero otras, sobre todo las grandes pirámides, se mantienen en un aceptable de conservación y podremos acceder hasta la parte más alta de algunas de ellas. Tikal se convirtió en una de las ciudades más poderosas de la civilización maya alcanzando su máximo poder e influencia entre los siglos tercero y décimo de nuestra era. Incluso llegó a establecer vínculos comerciales y diplomáticos con una ciudad-estado tan importante como Teotihuacán en el centro de lo que hoy es México, una zona muy alejada del área de influencia maya.
En este viaje decido recorrer Tikal a mi aire. He leído un montón de cosas sobre los mayas y la historia de esta ciudad. También he recorrido parte de la Ruta Maya incluyendo Chichen Itzá, Cobá, las ciudades de la Ruta Puuc (Uxmal, Sayil, Labná), Tulum, Palenque, Quiriguá y Copán. Así que me adentro en la selva dejando atrás el centro de visitantes y expectante ante el encuentro de lo desconocido. Los mosquitos zumban a mi alrededor y me encuentro con las primeras estructuras rodeadas de una exuberante vegetación. Ha llovido y el cielo se mantiene cubierto y gris manteniendo la selva entre las sombras. La humedad es altísima y la lluvia caída comienza a evaporarse con el calor de un sol que no se ve. Tikal se resiste a mostrase entre la neblina de la mañana.
Se cree que aquí llegaron a vivir unas 50.000 personas convirtiendo a Tikal en un importante centro ceremonial donde abundaban los templos, los palacios y las pirámides. Sin embargo, y no se sabe exactamente todavía por qué, Tikal fue abandonada por sus habitantes hacia el 900 d.C. Hoy se sabe que las continuas guerras con otras ciudades mayas por unos recursos naturales escasos condujeron a la inestabilidad política y social. La sucesión de crisis, guerras, invasiones y hambrunas acabaron por debilitar el poder de las ciudades y su progresivo abandono. La selva había cubierto por completo sus ruinas cuando 600 años más tarde llegaron los españoles a estas tierras.
Nada más iniciar el recorrido me llama la atención una gigantesca ceiba al borde del camino, un árbol sagrado para los mayas que fotografiaré más tarde con mejor luz. Me dirijo hacia el Templo VI conocido como el templo de las Inscripciones. Su estructura de 20 m. de altura resulta un tanto decepcionante debido a su ruinoso estado. Pero lo mejor está por llegar. Sigo andando mientras a mi alrededor la selva lo cubre todo. Los monos arañas van saltando de rama en rama aferrándose con sus largas colas prensiles al tiempo que sonidos desconocidos llegan hasta mis oídos.
La humedad es tremenda, los mosquitos atacan sin piedad y me encuentro con insectos que por su tamaño podrían pasar por mamíferos. Paso junto a la Acrópolis Central con sus edificios y patios y el Templo V de 51 metros de alto. Llego a la Plaza de los 7 Templos donde observo cómo las raíces han penetrado hasta lo más profundo de la estructura de estas construcciones. Giro a la izquierda y llego al Mundo Perdido, el área con las construcciones más antiguas de Tikal.
Decido seguir hasta el Templo IV o Templo de la serpiente Bicéfala. Esta es la construcción maya más alta de Mesoamérica con sus casi 65 m. de altura. Las vistas desde lo alto prometen ser espectaculares. La antigua, resbaladiza y oscilante escalera de madera en la que los turistas se jugaban el tipo ha sido sustituida por otra más segura. A pesar de lo empinado del ascenso merece la pena subir porque desde arriba se disfruta de las mejores vistas de Tikal. A los fans de la saga Star Wars estas vistas le resultarán conocidas. Aquí se filmaron escenas como las de la base rebelde en la cuarta luna del planeta Llavín, en el Cap. IV. Sí, el lugar desde donde un soldado monta guardia es este. Y las pirámides que se ven son las de Tikal. Desde aquí los sonidos de la selva llegan más nítidos. Al fondo, sobresaliendo sobre el dosel de la selva, se elevan las pirámides de la Gran Plaza. Si decidís quedaros a dormir en el Parque, no os perdáis el atardecer (de 17h a 18.30 h p.m.) y el amanecer (entre las 5-6 a.m.) subidos a lo alto del Templo IV. Son momentos únicos que jamás olvidaréis.
Con la imagen de una selva casi impenetrable en la cabeza me dirijo hasta la Gran Plaza por la Calzada Tozzer. Tras pasar la mole casi derruida del Templo III, me planto ante el Templo II que se eleva sobre lo alto de una colina. Un poco más y ahí está, la Gran Plaza de Tikal, grande como un campo de fútbol, rodeada de pirámides y de la Acrópolis del Norte con sus estelas esculpidas y sus ocho templos funerarios. El conjunto, rodeado a su vez de enormes árboles me deja con la boca abierta.
En el centro hay un pequeño espacio reservado para los cultos indígenas, ya que se sigue considerando sagrado a este lugar. En un extremo destacan los dos grandes templos I y II construidos por el gobernador del ciudad, el Sr. Cacao en el 700 d.C. Su tumba se encontró en el templo mayor o del Gran Jaguar, y el más pequeño o de las Máscaras se cree que fue hecho para su esposa. El ascenso a este templo se puede hacer a través de unas empinadas escalinatas de madera y la vista sobre la plaza con el Templo del Gran Jaguar enfrente es impagable.
A la izquierda los ocho pequeños templos conforman un gran conjunto funerario para la nobleza maya de Tikal. Allí me dirijo para subir por sus escalinatas y sentarme a descansar un rato mientras disfruto de otra magnífica panorámica de la Gran Plaza. Este es uno de esos lugares mágicos levantados por el ser humano, hermosos en su magnificencia y grandiosos incluso en su estado de ruina. Cuando todos los edificios estaban estucados y pintados de colores, su visión debía ser realmente impactante.
Tras dar vueltas alrededor de la Gran Plaza y fotografiarla desde todos los ángulos, continúo la visita. Me acerco a la parte final del recorrido, la Zona Norte, un área todavía en excavación atravesada por la Calzada Maler. A todo lo largo de mi visita a Tikal me he encontrado estelas esculpidas en piedra caliza dispersas por todas partes. También aquí encuentro pequeños templos, pirámides y sobre todo, rodeándolo todo, omnipresente, la selva verde con sus monos que aúllan, sus loros que gritan y revolotean y sus insectos que zumban incansables a mi alrededor.
Si decidimos quedarnos en Tikal para ver el amanecer al día siguiente, se puede además seguir la visita. Si estáis cansados de arqueología, ¿qué tal un poco más de mosquitos y naturaleza tropical? Cerca del mercado de artesanías comienza un sendero que conduce desde la laguna del cocodrilo (donde habita un solitario espécimen) hasta la caoba gigante. Es una caminata que se puede hacer en un par de horas de tranquilo paseo por la selva. Podemos rematar la estancia visitando de nuevo la Gran Plaza y recorriendo lo que nos hayamos dejado el día anterior. Pero esto es ya sólo aconsejable para fanáticos de la arqueología y la historia mayas.
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Información práctica:
– Cómo llegar a Tikal. Hasta hace unos años el acceso Tikal por carretera suponía una auténtica aventura en sí misma. Trayectos de más de ocho horas de duración y siempre dependientes de la climatología. Afortunadamente las cosas han cambiado. Aunque la carretera actual supone una vía alternativa de acceso, lo mejor y más rápido es tomar un avión en ciudad de Guatemala para aterrizar en el aeropuerto de Santa Elena-Flores (Mundo Maya International Airport) unos 45 minutos después. Eso sí, es caro. El vuelo está operado por las compañías Avianca y Transportes Aéreos Guatemaltecos que mantienen una política de precios similar. De todas formas si no queremos pasar un montón de horas en la carretera no queda más remedio que aflojar la billetera. Dependiendo de las fechas un vuelo de ida y vuelta puede rondar entre 150 y 200 Euros.
– Si no tenéis más remedio que hacer la visita en un día, no seáis rácanos. Una vez en el aeropuerto de Flores no dudéis en pagar un poco más a la empresa que os asegure una rápida salida hacia Tikal. Las más baratas pueden dejarte en el aeropuerto esperando como idiotas. Desde Flores también hay minibuses que van recogiendo a los turistas por todos los hoteles de la ciudad. Os aseguro que perder el tiempo de esta forma os puede poner de muy mal humor. Ese es el caso, por ejemplo, de la empresa San Juan que os puede dejar esperando en el aeropuerto durante una hora. Así que elegir otra que tenga salida inmediata como «Tikal Tours«, que por unos quetzales más os propone subir al autobús y salir corriendo.
– El precio de la entrada a Tikal es de 150 Quetzales (18 Euros) en horario de 6 de la mañana a las 6 de la tarde. Si compras tu billete más tarde de las 15:30 te puede servir también para el día siguiente. Así podrás ver Tikal al atardecer, y al día siguiente también el amanecer con guía y entrando a partir de las 4 de la mañana. Luego te queda el resto del día para hacer la visita.
– Estáis en un lugar de clima semitropical donde llueve con frecuencia. Debéis usar calzado cerrado para evitar que se os introduzcan las hormigas cortahojas, cómodo y con suela que se agarre bien a las superficies húmedas. Llevad siempre algo de beber encima y protector solar. Pero sobre todo ir bien provistos de antimosquitos.
– Recuerda que la selva es un entorno al que no estás habituado. Por eso en caso de accidente un buen Seguro de Viajes te puede ahorrar preocupaciones y resolver muchos problemas. Por eso te recomiendo MONDO, el seguro de viaje inteligente para viajeros inteligentes. Y contratando tu seguro desde aquí tienes un 5% de descuento.
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