Japón está en este mundo, pero en Japón hay otros mundos.
Viajar a Japón supone darse de bruces con una avalancha de realidades difíciles de entender. El presente, el pasado y el futuro van aquí de la mano, entrelazándose en una armonía que despierta sorpresa y admiración. Un espectáculo ante el que es imposible permanecer indiferente.