Un día en Arashiyama.
Japón es una continua sorpresa, un país que nunca se acaba de conocer. Tras unos días buscando el hanami primaveral del cerezo, de estremecerme en el Memorial de la Paz de Hiroshima y de recorrer la isla de Miyajima bajo la lluvia, llegó la hora de visitar Osaka y Kioto.